Parámetros sanguíneos y respuesta inmune en pollos de engorde alimentados con probióticos1
ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN
Litsy Luciene Gutiérrez-Castro 2, José Ricardo Corredor-Matus 3
1 Financiado por el Instituto de Investigaciones de la Orinoquía Colombiana. 2 Médico Veterinario Zootecnista. Grupo de Investigación en Agroforestería, Universidad de los Llanos. Villavicencio, Colombia. 3 MVZ MSc, Profesor Escuela de Ciencias Animales, Grupo de Investigación en Agroforestería. FCARN, Universidad de los Llanos. Villavicencio, Colombia.
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Recibido: 27 de Enero de 2017 y aprobado: 18 de Agosto de 2017, Actualizado: 11 de Septiembre de 2017
DOI: 10.17151/vetzo.2017.11.2.7
RESUMEN: El objetivo de esta investigación fue evaluar los efectos del uso de probióticos en la dieta sobre los parámetros sanguíneos e inmunológicos en pollos de engorde. Un total de 300 pollos de engorde de 21 días de edad se distribuyeron en jaulas metabólicas de acuerdo a un diseño experimental completamente al azar en 5 tratamientos: control, con probióticos Saccharomyces cerevisiae, Lactobacillus acidophilus, Bacillus subtilis y mezcla de los tres probióticos mencionados; 4 repeticiones de 15 aves cada uno. Se determinó recuento de eritrocitos, hematocrito, hemoglobina, recuento total de leucocitos, heterófilos, linfocitos, eosinófilos, basófilos, monocitos, plaquetas y títulos de anticuerpos para Newcastle, Bronquitis y Gumboro. Los resultados promedio fueron: hematocrito 34,8; hemoglobina 11,6 g/dL; volumen corpuscular medio 160,2 fl; concentración de hemoglobina corpuscular media 33,2 g/dL; eritrocitos 2,2 106 μL; leucocitos 25,1 103 μL; valores relativos absolutos de linfocitos 44,1%; heterófilos 43%; monocitos 3,5%; eosinófilos 3,1%, y basófilos 0,1%. Los resultados se encuentran en los rangos normales, presentan variaciones atribuidas a los probióticos adicionados en la dieta. Por lo tanto, es necesario realizar más investigaciones sobre los parámetros hematológicos de las aves.
Palabras clave: aditivos nutricionales, hemograma, inmunidad, avicultura.
Evaluation of blood parameters and immune response in broilers fed with probiotics
ABSTRACT: The objective of this Investigation was to evaluate the effects of dietary probiotics on blood and immunological parameters in broiler chickens. A total of 300 broiler chickens of 21 days of age were distributed in metabolic cages according to a completely randomized experimental design in 5 treatments: Control, with probiotics Saccharomyces cerevisiae, Lactobacillus acidophilus, Bacillus subtilis and mixture of the three probiotics mentioned with 4 replicates of 15 birds each. Erythrocyte count, haematocrit, haemoglobin, total re-counting of leukocytes, heterophils, lymphocytes, eosinophils, basophils, monocytes, platelets and antibody titers for Newcastle, Bronchitis and Gumboro were determined. The average results were: haematocrit 34.8%; haemoglobin 11.6 g/dL; average corpuscular volume 160.2; average corpuscular haemoglobin concentration 33.2 g/dL; erythrocytes 2.2x106 μL; leukocytes 25.1x103 μL; relative values of lymphocytes 44.1%; heterophiles 43%; monocytes 3.5%; eosinophils 3.1%, and basophils 0.1%. Results are found in the normal ranges, showing variations attributed to probiotics added in the diet. Therefore, further research is needed on the haematological parameters of birds.
Key words: nutritional additives, hemogram, immunity, poultry farming.
Introducción
La determinación de los rangos hematológicos de las aves tiene una importancia relevante para el trabajo clínico veterinario. Al determinar los rangos de una especie aviar se pueden valorar cuáles están alterados en las aves. El hemograma es un estudio de rutina importante; se evalúan tres tipos de las células: los glóbulos rojos, los glóbulos blancos y los trombocitos, células producidas en la medula ósea mediante el proceso de fragmentación citoplasmática y que desempeñan un papel importante en la homeostasis. Los valores hematológicos de la sangre pueden variar por el estado nutricional, sexo, edad, hábitat, la época del año, el estado reproductivo y el estrés ambiental (Odunsi et al., 1999). Por lo tanto, un equilibrio entre las células hemáticas puede mejorar la condición fisiológica de las aves y la respuesta celular.
Los probióticos son microorganismos vivos que promueven beneficios en la salud del organismo huésped (FAO/OMS, 2006). Los aditivos equilibran la flora intestinal, inhiben el crecimiento de patógenos y favorecen la homeostasis del sistema inmunológico; la evaluación del equilibrio en los parámetros sanguíneos (homeostasis) permite conocer el estado fisiológico del animal e inferir los efectos bioquímicos de la suplementación en estudio (Fernández et al., 2014). Los probióticos permiten establecer y controlar la microbiota benéfica y disminuir paulatinamente la patógena (Lillehoj, 2007). Las bacterias como los Bacillus sp., Enterococcus, LactoBacillus y levaduras como el Saccharomyces sp., son algunos de los microorganismos que mejoran los procesos digestivos, lo cual se puede evidenciar a través de parámetros fisiológicos (Canchila, 2009), como el hemograma (Avilez et al., 2015) y química sanguínea (Fernández et al., 2014).
Los probióticos ejercen su efecto como adyuvantes inmunes modulando la respuesta inmune en la mucosa; pueden modular la respuesta inflamatoria, estimular la producción de algunas citoquinas y la actividad fagocítica de los macrófagos y neutrófilos; regular la actividad de las células Naked Killer (NK) y mejorar las respuestas de anticuerpos específicos, especialmente la mucosa secretora de IgA (Chávez, 2014). La utilización de probióticos en aves está estrictamente relacionada con el concepto de Exclusión Competitiva, proceso por el cual se le impide a un microorganismo la colonización de un entorno determinado por la presencia previa de otros microorganismos que están establecidos en mejores condiciones y son capaces de mantenerse en ese ambiente (Chávez, 2014). El uso de probióticos en la alimentación de pollos de engorde presenta ventajas considerables en comparación con aditivos antibacterianos como la bacitracina, clortetraciclina, oleandomicina, penicilina, virginiamicina, avoparcina, entre otros (Colín et al., 1994), ya que estos no inducen resistencia, no son tóxicos y en el caso de animales destinados al consumo no producen residuos en la canal (Anadón, 2006).
En los últimos años la selección genética hacia mayor velocidad de crecimiento, ha tenido impacto negativo en el desarrollo del sistema inmunitario, dejando más vulnerables a los pollos de engorde contra agentes infecciosos; por ende, puede haber decremento del rendimiento productivo (Itzá et al., 2008). Es de suponer que si los probióticos generan modificaciones en el tracto digestivo, que mejoran la absorción de nutrientes y modulan la respuesta inmune, los parámetros relacionados con el cuadro hemático deben modificarse con respecto a sus controles. De acuerdo con lo anterior, el objetivo de este trabajo fue adicionar probióticos en la dieta de los pollos de engorde, y determinar si por su influencia, los parámetros inmunológicos y sanguíneos del cuadro hemático, sufren modificaciones con respecto a los controles.
Materiales y Métodos
Los pollos se alojaron en la granja agropecuaria de la Universidad de los Llanos, en la unidad avícola de Villavicencio (Meta, Colombia), a una altura de 420 msnm, con una temperatura promedio de 28ºC y humedad relativa promedio de 85%.
Se utilizaron un total de 300 pollos de engorde de un día de edad de la línea Cobb avian obtenidos de una casa comercial. La cría se realizó siguiendo los procedimientos establecidos en la granja. Los pollos fueron alojados dentro de un galpón experimental con piso de cemento y con cama de cascarilla, lateralmente abierto con cortina manual y control del medio ambiente.
Durante las primeras 2 semanas de vida, los animales consumieron alimento comercial “iniciador”; posteriormente las aves, a los 16 días de edad en etapa de cría, se distribuyeron en jaulas metabólicas que garantizaran la restricción moderada de movimientos y el consumo de la dieta experimental durante la etapa de engorde, y durante 5 días posteriores al traslado se consideró la fase de acostumbramiento, para iniciar un periodo experimental de 21 días, con suministro de agua y alimento.
Los animales fueron alimentados con dieta basal balanceada al 21% de proteína y 3000 Kcal/kg de alimento. Las raciones experimentales fueron granuladas constituidas por maíz (48,1%), torta de soya (33,5%), harina de arroz (8,7%), melaza (2%), aceite (4,1%), premezcla de vitaminas y minerales (0,1%), sal (0,8%), fosfato bicálcico (2%), carbonato de calcio (0,5%), aminoácidos (0,2%). Los tratamientos consistieron en una dieta (control), y dieta con adición de probiótico garantizando concentración de 107 ufc/g para cada tratamiento. Los diferentes probióticos utilizados determinaron las dietas experimentales, así: control (T0), con probiótico Saccharomyces cerevisiae (SC, T1), LactoBacillus acidophilus (LA, T2), Bacillus subtilis (BS, T3) y mezcla de SC+LA+BS (T4). Se asignaron los tratamientos de acuerdo a un diseño experimental completamente al azar en 5 tratamientos, 4 repeticiones y 15 aves por repetición, para un total de 60 aves por tratamiento.
El programa sanitario y de manejo fue similar para todas las aves. En la planta incubadora se aplicó la vacuna contra la enfermedad de Marek y en la granja se vacunó para Newcastle vía ocular y oral (cepa La Sota) a los 8 y 25 días de edad respectivamente, y para Gumboro a los 14 días de edad.
A los 43 días de edad de las aves en igualdad de condiciones en todos los tratamientos, se obtuvieron muestras de sangre a través de punción de la vena braquial, previo ayuno de alimento durante 8 horas. El procedimiento de captura y sangrado no superó los 5 min. Fueron extraídas dos muestras, de 3 ml de sangre/ave; se muestrearon 6 ejemplares por replica de cada tratamiento para un total de 24 muestras por tratamiento. La sangre extraída se almacenó en tubos con y sin anticoagulante (BD Vacutainer heparinizados) para su análisis de parámetros sanguíneos y determinación de anticuerpos. Para la obtención del suero, la sangre extraída se almacenó en tubos sin anticoagulante, posteriormente las muestras fueron centrifugadas a 2800 rpm durante 15 min, se realizó la separación de plasma y suero respectivamente, y extracción de las muestras de suero que fueron almacenadas a -4°C hasta su evaluación.
Las muestras fueron refrigeradas y enviadas para su análisis a un laboratorio clínico privado de la ciudad y al laboratorio nacional de diagnóstico veterinario del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA). El hemograma incluyó: hematocrito, efectuado a través del método de microhematocrito; hemoglobina, recuento total de glóbulos rojos y blancos en cámara de Neubauer, recuento diferencial leucocitario en frotis que incluyó linfocitos, heterófilos, eosinófilos, monocitos y basófilos. Fueron calculados los siguientes índices de Wintrobe: volumen corpuscular medio (VCM), hemoglobina corpuscular media (HCM) y concentración de hemoglobina corpuscular media (CHCM). Se utilizó la técnica de ELISA indirecta para la detección de anticuerpos contra Gumboro (IBD), inhibición de la hemaglutinación (IH) para detección de anticuerpos contra el virus de Newcastle y determinación de anticuerpos para Bronquitis infecciosa aviar en sueros por técnica de ELISA. Las pruebas inmunológicas se realizaron en el ICA, entidad gubernamental autorizada para correr este tipo de pruebas.
Los datos obtenidos fueron sometidos a análisis de varianza utilizando paquete de análisis estadístico SPSS Statistics 22 y los efectos del tratamiento se compararon por la prueba de Tukey (P≤0,05).
Resultados y Discusión
Las medias de los valores sanguíneos de células rojas y blancas obtenidos en los grupos estudiados alimentados con el uso de probióticos se muestran en la Tabla 1.
En el recuento de los eritrocitos no se observó diferencia significativa entre los grupos estudiados. Los valores medios registrados son menores a los hallados en la literatura; Avilez et al. (2015) reportaron que el promedio del número de eritrocitos en aves a la sexta semana de edad fue de 5,79×106 μL y 5,24×106 μL, para machos y hembras, respectivamente. Asimismo, se observa una tendencia en contra en uno de los grupos experimentales, en el recuento de glóbulos rojos que fue significativamente más bajo (P≤0,05) en el tratamiento con Bacillus al usar la mezcla de probióticos (S+L+B), como si esta inclusión hubiera limitado el aporte de nutrientes necesarios para la eritropoyesis, especialmente oligoelementos y vitaminas del complejo. La información disponible no da luces sobre el efecto que los probióticos podrían generar en la absorción de oligoelementos, especialmente los necesarios para la eritropoyesis. Por otro lado, la disminución del recuento eritrocitario pareciera fue contrarrestada por el valor encontrado para el mismo grupo de VCM, el cual fue el más elevado (P≤0,05) comparado con los demás tratamientos. Es decir, se encontró un menor recuento, pero al mismo tiempo los eritrocitos de este grupo alcanzaron un mayor volumen.
El valor de hematocrito (HTO) no difiere significativamente entre grupos, y los porcentajes encontrados concuerdan con los rangos expresados en la literatura que van entre un 22 y 35% (Perozo et al., 2003). Haile & Chanie (2014) citan que los pollos suelen tener un hematocrito inferior (tan bajo como 24%) y que aumentan con la edad. Los resultados coinciden con los encontrados por Cardoso et al. (2014) con valores medios de 36% para HTO en pollos de engorde alimentados con probióticos (LactoBacillus, Streptococcus y Bifidobacterium); contrario a lo reportado por Marchini et al. (2011) en un trabajo realizado en aves comerciales, donde se evaluaron los parámetros hematológicos del pollo de engorde a los 42 días de edad en un ambiente termoneutro, y se encontró un valor medio de hematocrito de 26,8%. Sin embargo, en pollos de engorde, Fernández et al. (2014) encontraron valores de 36% de hematocrito suplementando con Bacillus subtilis. Es probable que el tipo de dieta y proporciones de los nutrientes utilizados pudieran influir en los resultados discrepantes.
Los diferentes tratamientos no afectaron las concentraciones de hemoglobina (Hb) de acuerdo con lo observado por Fernández et al. (2014). Sin embargo, en pollos de engorde Gheisari & Kholeghipour (2006) encontraron diferencias entre tratamientos suplementando con Saccharomyces cerevisiae.
Los valores de hematocrito y hemoglobina de las aves estuvieron entre los parámetros fisiológicos acordes para la especie. Sin embargo, se plantea que al extraer sangre de los vasos braquiales aumenta el estado de estrés, debido al incremento del cortisol plasmático. Este provoca la movilización de los eritrocitos, por lo que se puede presentar un ligero aumento en la hemoglobina. Sin embargo, esta no mostró cambios significativos entre tratamientos.
La concentración de hemoglobina corpuscular media (CHCM) varió significativamente (P≤0,05) con el uso de LactoBacillus y la mezcla (33,3 g/dl) con respecto al control (33,2 g/dl), que presentó valores ligeramente más bajos. El uso de probióticos en forma combinada ha reportado mejores resultados que al utilizarlos individualmente (Veizaj-Delia et al., 2010; Yegani, 2010), lo cual podría explicar la diferencia entre los grupos. Sin embargo, estos valores encontrados difieren de lo encontrado por Cardoso et al. (2014) quienes reportan valor medio de CHCM en aves alimentadas con probióticos, antibiótico y un grupo control de 22,56; 23,42 y 23,115 g/dl, respectivamente. A primera vista, la diferencia es grande al confrontarla con nuestros resultados, sin embargo las condiciones geográficas, climáticas, nutricionales, tipo de probiótico y sanitarias en que se desarrolló el experimento pudieron influir en el resultado.
Los tratamientos que utilizaron probióticos en la dieta mostraron recuentos plaquetarios más bajos que el control, en particular al usar la mezcla de estos, la diferencia fue significativa (P≤0,05). En este punto no es clara, de acuerdo con la evidencia existente, determinar cualvariable no controlada podría estar influenciando el resultado, a partir de la acción de los probióticos. El hecho de que se presenten recuentos plaquetarios más reducidos podría generar riesgo de hemorragia en estos ejemplares, por lo que se hace imperioso profundizar en la investigación en este punto.
Los resultados del recuento de leucocitos (LEU) encontrados se corroboran y concuerdan con los reportes de Avilez et al., (2015), (19,69x103 μL). El recuento leucocitario total fue en todos los tratamientos con probióticos más bajo que el control, mostrando valores significativamente (P≤0,05) bajos al usar Bacillus y la mezcla de probióticos, aspecto que guarda relación con el mismo comportamiento del recuento plaquetario y eritrocitario. Esta situación amerita profundizar en este resultado en estudios posteriores.
El recuento diferencial de leucocitos arrojó diferencias significativas (P≤0,05) para los monocitos, en donde la mezcla de probióticos mostró la proporción más baja, mientras que para los eosinófilos la proporción fue significativamente mayor (P≤0,05), al usar el Saccharomyces. En forma semejante a lo ocurrido con las plaquetas, el uso de probióticos en mezcla parece afectar la fisiología hemática, por lo que se requiere profundizar en este tema.
El conteo diferencial de linfocitos fue mayor en todos los tratamientos que utilizaron probióticos, aunque no se encontraron diferencias significativas. Estos resultados fueron muy cercanos a los reportados en investigaciones anteriores y los encontrados por Tessari et al. (2006) en los grupos testigos de aves con valores medios de 49,5%.
Existe una gran variabilidad en cuanto a los reportes encontrados para los valores hematológicos de las aves en general; el hematocrito, la hemoglobina, el recuento de glóbulos rojos y blancos en las aves fluctúan en torno a niveles característicos para cada individuo y en función al método utilizado para la estimación (Perozo et al., 2003). Sin embargo, los resultados obtenidos en este estudio reflejan que los diferentes tratamientos en los que se utilizaron los probióticos Saccharomyces cerevisiae (S), LactoBacillus sp. (L) y Bacillus sp. (B), no indujeron alteraciones que generen diferencias significativas en los valores hematológicos en general de las aves, a excepción de lo puntualizado en párrafos anteriores.
La concentración sanguínea de los parámetros de hematología utilizados, es regulada por el balance entre el aporte de nutrientes por la dieta y su excreción por orina, heces, pérdidas cutáneas, etc. En general, una concentración sanguínea menor a la normal sugiere que el aporte del precursor en la dieta es inadecuado, y una concentración mayor sugiere que el aporte en la dieta es generoso y puede ser reducido con beneficio económico (Oblitas, 2008). El recuento de células sanguíneas resulta ser de gran ayuda cuando se analiza adecuadamente y se interpretan eficientemente los datos, y es un complemento valioso que contribuye al diagnóstico, el pronóstico y la evolución de enfermedades de tipo infeccioso que pueden llegar a afectar un sistema productivo.
En este estudio, el efecto de la inclusión de aditivos probióticos en dietas para pollos de engorde, no generó diferencias significativas en la determinación de anticuerpos para el conteo de títulos contra la enfermedad de Newcastle, Gumboro y Bronquitis.
Con respecto a la producción de anticuerpos contra Gumburo (Tabla 2), se presentó una disminución entre las diferentes dietas evaluadas, donde S+L+B encontraron valores menores respecto a los demás y frente a las dieta sin probióticos, sin que se presentaran diferencias significativas con el control. Además, los animales en DB+S reportaron los valores más altos no significativos, en la producción de anticuerpos contra Gumboro.
Stringfellow et al. (2011) reportaron que el suministro de probióticos en el agua de bebida de pollos de engorde mejoró los títulos de anticuerpos posvacunales, debido a que las bacterias probióticas activan el sistema inmune de la mucosa a través de la estimulación de las células presentadoras de antígeno para promover la protección. Salim et al. (2013) reportaron que se presentó mayor cantidad de anticuerpos en pollos alimentados con probióticos en comparación con el control, debido a que los probióticos aumentan la respuesta humoral, mejorando la función inmune y promoviendo la síntesis de péptidos antimicrobianos endógenos en el intestino, lo que se ve reflejado en animales más sanos. De igual forma, Chávez et al. (2015) encontraron que la inclusión de probióticos (L. casei, L. acidophilus o E. faecium) ayudó a mantener los títulos de anticuerpos posvacunales contra Gumboro, favoreciendo la salud del animal.
Los cambios en las poblaciones celulares inmunes sanguíneas estudiadas encada una de las dietas, se pueden observar en la Tabla 2. Con relación a los títulos de anticuerpos obtenidos para Newcastle al día 43 en las aves, los títulos en el 70% de los sueros tuvieron un valor entre 6 y 57 títulos, con un promedio de 14,9 unidades. En el grupo del tratamiento C los títulos estuvieron en un promedio geométrico de 57,14 títulos; en el grupo DB+S los títulos oscilaron entre 8 y 64 con un promedio geométrico de 20,57 títulos. Evaluando los resultados obtenidos, se observó que los títulos de anticuerpo disminuyeron sustancialmente a más de la mitad en el grupo de la mezcla de los tres probióticos (S+L+B), con relación a los obtenidos en el grupo control; situación observada también en el grupo DB+L donde se obtuvieron títulos entre 6 y 32, con un promedio geométrico de 18 títulos. Estos resultados concuerdan con lo observado por Bustos et al. (2005), quienes encontraron que el promedio geométrico de los títulos de anticuerpos para Newcastle al día 42, en los grupos evaluados fue de 2 y de 5,7 unidades. Los valores notificados, referentes a los títulos de anticuerpos contra Bronquitis, se observan de acuerdo al tipo de probiótico suministrado, obteniendo valores superiores con el C y menores con la DB+L.
Lactobacilos usados como probióticos son capaces de estimular el sistema inmune mediante dos vías: la primera, migración y multiplicación de los microorganismos probióticos a través de la pared intestinal, para colonizar otros sectores del intestino delgado posterior, y la segunda por reconocimiento de organismos probióticos muertos como antígenos que puedan estimular directamente el sistema inmune (Lázaro, 2005).
En general, las aves que se sometieron a los diferentes tratamientos presentaron un buen estado de salud, y no presentaron síntoma alguno de enfermedad que causara su retiro y/o sacrificio inmediato. Es conveniente realizar más estudios para las mismas variables, realizando muestreos en diferentes semanas de vida e inferir si se presenta variación en valores de títulos de anticuerpos de las distintas cepas según la dieta suministrada.
La hematología aviar está comenzando a ser estudiada, pero todavía no se tiene bien desarrollada. Actualmente la información regional sobre parámetros de referencia de índices hematológicos en pollos de engorde es escasa, por lo cual el presente estudio aporta información actualizada a la comunidad académica y científica, pero se recomienda realizar más estudios.
Conclusiones
El uso de probióticos en la dieta de pollos de engorde generó modificaciones en parámetros del cuadro hemático, en especial cuando se utilizó la mezcla de ellos y en particular con respecto al recuento eritrocitario, la concentración de hemoglobina corpuscular media, el recuento plaquetario, el recuento leucocitario total, el recuento diferencial de monocitos, eosinófilos y linfocitos. El uso de los probióticos en pollos de engorde no influenció la respuesta inmune de los ejemplares valorados a través de los títulos de anticuerpos para las tres patologías evaluadas.
Conflicto de intereses
Los autores declaran la no existencia de conflicto de intereses de tipo económico o de otro tipo que pudiera suponer un sesgo del trabajo.
Referencias bibliográficas
Cómo citar: Gutiérrez-Castro, L.L.; Corredor-Matus, J.R. Parámetros sanguíneos y respuesta inmune en pollos de engorde alimentados con probióticos. Revista Veterinaria y Zootecnia, v.11, n.2, p.81-92, 2017. DOI: 10.17151/vetzo.2017.11.2.7
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Eficiencia in vitro de hongos entomopatógenos y productos químicos sobre Rhipicephalus microplus
ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN
Angie Lizet Sepúlveda1, Martín Orlando Pulido-Medellín1, 2, Javier Enrique Rodríguez-Pacheco1, Diego José García-Corredor1
1 Grupo de Investigación en Medicina Veterinaria y Zootecnia (GIDIMEVETZ), Programa de Medicina Veterinaria y Zootecnia, Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, Boyacá, Colombia.
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Recibido: 19 de Enero de 2017 y aprobado: 11 de Abril de 2017, Actualizado: 8 de Septiembre de 2017
DOI: 10.17151/vetzo.2017.11.2.6
RESUMEN: Rhipicephalus microplus es el ectoparásito más importante en bovinos, su presencia reduce la producción, ocasiona pérdida de peso y es vector de enfermedades como anaplasmosis y babesiosis. El control de garrapatas se realiza mediante el uso de ixodicidas favoreciendo el desarrollo de garrapatas resistentes y generando residualidad, lo que sugiere la utilización de sistemas alternativos de control. Con el fin de evaluar la eficiencia in vitro de Cordyceps bassiana (Cepa BbF2011), Metharizium anisopliae (Cepa MAF1309) y productos químicos en la fase adulta de R. microplus se colectaron garrapatas hembras pletóricas de bovinos, se empleó la técnica de inmersión de Drummond utilizando una dilución de 1x108 esporas-ml para los hongos, un organofosforado (OF) al 97%, un piretroide (PS) al 15% y amitraz (AM) al 20,8%. Las garrapatas tratadas con C. bassiana alcanzaron el 100% de mortalidad el día 10 post-tratamiento (PT), seguida de M. anisopliae y OF los cuales llegaron al 100% de mortalidad los días 11 y 14, respectivamente. Los tratamientos con AM, PS y control no alcanzaron el 100% de la mortalidad. El efecto de C. bassiana y M. anisopliae sobre la fase adulta de garrapatas genera nuevas alternativas de control de R. microplus.
Palabras clave: control químico, garrapatas, hongos entomopatógenos, Rhipicephalus microplus (Decs).
In vitro efficiency of entomopathogenic fungi and chemicals on Rhipicephalus microplus
ABSTRACT: Rhipicephalus microplus is the most important ectoparasite in cattle and its presence reduces production, causes weight loss and is a vector of diseases such as anaplasmosis and babesiosis. Ticks control is carried out by the use of ixodicides favoring the development of resistant ticks and generating residuality, which suggests the use of alternative control systems. To evaluate the in vitro efficiency of Cordyceps bassiana (Strain BbF2011), Metharizium anisopliae (Strain MAF1309) and chemical products in the adult phase of R. microplus, female ticks were collected from bovines using the Drummond immersion technique with dilution of 1x108 spores-ml for fungi, organophosphorus (OF) to 97%, pyrethroid (PS) to 15% and amitraz (AM) to 20.8%. Ticks treated with C. bassiana reached 100% mortality on day 10 post-treatment (PT), followed by M. anisopliae and OF, which reached 100% mortality on days 11 and 14 respectively. The treatments with AM, PS and control did not reach 100% mortality. The effect of C. bassiana and M. anisopliae on the adult stage of ticks generates new alternatives for the control of R. microplus.
Key words: ticks, entomopathogenic fungi, chemicals, Rhipicephalus microplus.
Introducción
En la actualidad se reconocen más de 907 especies de garrapatas distribuidas en el mundo (Cortes-Vecino et al., 2010), muchas de ellas pueden transmitir patógenos como bacterias, helmintos, protozoos y virus que afectan al hombre y animales domésticos (Brahma et al., 2014; Galay et al., 2015). Sin embargo, la garrapata Rhipicephalus microplus, conocida como garrapata común del ganado bovino, es sin duda el ectoparásito que con mayor frecuencia parasita los ganados en las regiones en Centro, Sudamérica (González et al., 2011), Australia y parte de África (Cortes-Vecino et al., 2010). Chagas et al. (2014) coinciden con De Clercq et al. (2015) al afirmar a R. microplus como una de las especies de garrapatas con mayor distribución en regiones tropicales y subtropicales del mundo afectando aproximadamente el 80% de la población bovina, encontrándose desde el nivel del mar hasta los 2903 msnm y a temperaturas que oscilan entre 15 y 34°C (Cortes-Vecino et al., 2010).
Debido a los hábitos hematófagos del parasito, su presencia es considerada uno de los principales problemas de salud pública con gran impacto económico en la ganadería bovina del mundo (Rodríguez-Vivas et al., 2010). Ren et al. (2012) y Antunes et al. (2015) indican que R. microplus es una de las garrapatas de mayor relevancia por ser considerada vector de enfermedades en animales, específicamente transmite babesiosis (Babesia bigemina y Babesia bovis) y anaplasmosis (Anaplasma marginale). Además, se describe cómo a partir de 20-30 garrapatas por animal se producen pérdida de peso, daños en la piel por acción de las picaduras, pérdida de sangre, debilitamiento, estrés, disminución en la producción de leche y menor eficiencia reproductiva del hato (Rodríguez-Vivas et al., 2010; Rodríguez-Vivas et al., 2012).
La presencia de este ectoparásito ocasiona gran impacto a nivel económico dentro de las explotaciones ganaderas. A nivel mundial se registran pérdidas entre 2000 a 3000 millones de dólares (FAO, 2013). Monteiro et al. (2014) coinciden en establecer a R. microplus como uno de los principales obstáculos en la producción ganadera en regiones tropicales y subtropicales. Se estima que es la responsable de pérdidas económicas anuales que rondan los $US 2,5 billones alrededor del mundo, mientras en Colombia las pérdidas ascienden a 76.713 millones de pesos por año (Cortes-Vecino et al., 2010).
Los métodos actuales para el control de la garrapata implican el uso de métodos químicos y no químicos. Las estrategias de control de esta parasitosis incluyen el uso extensivo, y muchas veces indiscriminado, de compuestos químicos ixodicidas de las familias de los organofosforados, piretroides sintéticos, amidinas, fenilpirazolonas y lactonas macrocíclicas, los cuales muestran actualmente diferentes niveles de resistencia en el campo, además de que su uso representa un riesgo ambiental y de salud pública ampliamente reconocido (Rodríguez-Vivas et al., 2012; Cruz-Vázquez et al., 2015). Diversos estudios han comprobado que el uso de hongos entomopatógenos no solo causa la mortalidad de muchas especies de garrapatas, sino que también tiene gran eficacia sobre su reproducción (Fernández et al., 2010; Pulido-Medellín et al., 2015; García-Corredor et al., 2016), constituyéndose como una de las alternativas no químicas para su control (Cardona et al., 2005; Ortiz-Urquiza et al., 2015).
Se ha demostrado la eficacia de M. anisopliae tanto en estudios in vitro (Cardona et al., 2005; Quinelato et al., 2012) como en su efectividad in vivo para el control de las diferentes fases evolutivas de R. microplus en bovinos (Leemon & Jonsson, 2008), disminuyendo la tasa de ovoposición y eclosión, además de producir la muerte de larvas y garrapatas adultas con porcentajes que oscilan entre el 50 al 100% (Cardona et al., 2005; Fernández et al., 2010; Rodríguez-Vivas et al., 2011; Meléndez et al., 2012). Diversos estudios revelan efectividad de C. bassiana como control biológico sobre poblaciones de garrapatas de la familia Ixodidae, ya sea con aplicación de tratamientos basados únicamente en C. bassiana (Ojeda-Chi et al., 2010; Ren et al., 2012), mediante su mezcla con otros productos de origen biológico como M. anisopliae (Kaaya & Hedimbi, 2012), o en combinación con productos de origen químico (Webster et al., 2015). Algunos acaricidas y pesticidas orgánicos tienen un efecto bioacumulativo en tejidos, como el músculo y la glándula mamaria de los animales expuestos a estos. Al consumir carne y leche, estas sustancias pueden ser biomagnificadas en los seres humanos, exponiendo la salud de los consumidores a mediano y largo plazo (Narváez et al., 2012). La efectividad de los entomopatógenos M. anisopliae y C. bassiana ha sido estudiada ampliamente en hatos ganaderos del mundo, considerándolos inocuos para el medio ambiente y la salud humana, tomando gran interés en su uso como acaricidas (Fernández et al., 2010; Pulido-Medellín et al., 2015; García-Corredor et al., 2016).
El objetivo de este estudio fue evaluar in vitro el efecto ixodicida de hongos entomopatógenos (M. anisopliae y C. bassiana) y productos químicos (OF, PS y AM) sobre la fase adulta de R. microplus, contribuyendo con información para el control de la garrapata en los hatos de la región ganadera en el departamento de Boyacá.
Materiales y Métodos
El presente estudio se realizó en el Laboratorio de Parasitología Veterinaria de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC) en la ciudad de Tunja (Boyacá, Colombia), ubicada en las coordenadas 5°32’7” N, 73°22’04” O. La temperatura promedio anual es de 13°C, con una altitud de 2782 msnm y una precipitación de 645 mm al año (Alcaldía de Tunja, 2013).
Para el estudio se usaron las cepas BbF2011 (C. bassiana) y MAF1309 (M. anisopliae), un OF al 97%, un PS al 15% y AM al 20,8%. Se recolectaron garrapatas hembras adultas pletóricas (0,200-0,250 g) de bovinos del municipio de Moniquirá (Boyacá). Las garrapatas se depositaron en tubos de cristal con tapón de algodón húmedo y fueron trasladadas al Laboratorio de Parasitología Veterinaria de la UPTC para la aplicación de los tratamientos.
Una vez registrado el ingreso de garrapatas al laboratorio, se desinfectaron con cloro (1%) y se pesaron para crear los grupos a los que se aplicaron los siguientes tratamientos: Grupo I agua destilada, Grupo II C. bassiana (1x108 esporas/ml), Grupo III M. anisopliae (1x108 esporas/ml), Grupo IV OF (concentración de 97%), Grupo V PS (concentración de 15%) y Grupo VI AM (concentración de 20,8%). El primer grupo fue considerado como testigo.
Para evaluar el efecto de los tratamientos sobre la fase adulta de R. microplus, su ovoposición (IO) y porcentaje de eclosión (IE), se empleó la técnica de inmersión de hembras repletas durante 60 s (Drummond & Whetstone, 1969). El tratamiento se administró individualmente en placas de cultivo de 24 pozos utilizando 1,5 ml del biopreparado o 1,5 ml del producto químico. Una vez fuera de los pozos, las garrapatas se secaron e incubaron durante 21 días en cámara húmeda (85% ± 1 de humedad relativa) a 28°C ± 1. Se realizaron observaciones diarias al microestereoscopio para comprobar el desarrollo de micosis o el efecto del fármaco.
Para determinar el efecto de los tratamientos sobre la ovoposición de R. microplus, se retiró la postura de cada garrapata a los 14 días de incubación, luego se pesaron e incubaron los huevos bajo condiciones controladas de humedad y temperatura (85% ± 1 HR y 28°C ± 1). Para realizar los cálculos del efecto de cada tratamiento sobre la ovoposición se obtuvo la relación del peso de huevos depositados / peso de las hembras por grupo y lote (Álvarez et al., 2008):
Una vez obtenido este parámetro, tanto para individuos tratados como para los del grupo testigo, se aplicó la siguiente fórmula (Bravo et al., 2008):
Donde: OP/T = Reproducción estimada del grupo testigo. OP/t = Reproducción estimada del grupo tratado.
Para calcular la eclosión de larvas, se tomaron cinco alícuotas y se realizó el conteo de cascarones rotos y no rotos hasta completar 100 huevos contados procedentes de una muestra de 1 g de huevos incubada a 28°C y 85% HR por 35 días y previamente homogenizada. Con los resultados de los conteos se obtuvo el promedio de eclosión para los diferentes tratamientos.
El porcentaje de eclosión se estableció por medio de la siguiente fórmula:
% E=C/H+C x 100
C = Cascarones, H= Huevos.
Se calculó la eficiencia reproductiva (ER), según cada acaricida y el control, La ER es un valor necesario para calcular la eficacia del acaricida (Drummond & Whetstone, 1969):
Se calculó la eficacia del producto (EP), según cada acaricida (Abbott, 1925):
El factor de resistencia se calculó dividiendo la eficacia esperada 100% entre la eficacia obtenida en cada producto.
Se utilizó un diseño experimental completamente al azar con seis tratamientos y tres repeticiones, cada repetición con 10 garrapatas por tratamiento. Los datos fueron analizados en el programa estadístico EPIDAT 4.0.
Resultados y Discusión
El tratamiento que ocasionó la primera muerte en menor tiempo fue AM (3 días PT), seguido por PS (4 días PT); para el OF, C. bassiana y M. anisopliae la primera muerte se registró el día 6 PT; para el tratamiento control se observó la primera muerte al día 17 PT. Los días promedio para el 50% de muertes se alcanzaron en menor tiempo con OF a los 6 días PT, seguido de M. anisopliae con 7 días PT y C. bassiana 8 días PT; para los tratamientos AM, PS y control el 50% de la mortalidad se alcanzó a los 12, 19 y 20 días PT, respectivamente. El 100% de mortalidad en las garrapatas fue logrado por el tratamiento con C. bassiana a los 10 días PT, con M. anisopliae se observó a los 11 días PT (Tabla 1). En estudios previos se ha demostrado que los hongos entomopatógenos a concentraciones de 1x108 esporas/ml son altamente efectivos para el control de R. microplus alcanzando mortalidades entre 44 al 100% (Ojeda-Chi et al., 2010; Fernandes et al., 2012; Ren et al., 2012; Sônia et al., 2012; Pulido-Medellín et al., 2015; García-Corredor et al., 2016).
Para el caso de OF a los 14 días se logró el 100% de mortalidad, valor equivalente al trabajo realizado por Céspedes et al. (2002) donde se alcanzaron mortalidades de 88,3 a 92,8% en garrapatas R. microplus. Por el contrario, resultados de baja mortalidad fueron encontrados por Araque et al. (2014), observándose 13% de mortalidad en garrapatas adultas de la misma especie estudiada; los tratamientos con AM, PS y control no alcanzaron el 100% de la mortalidad en las garrapatas en el tiempo determinado para el desarrollo del trabajo (21 días); AM alcanzo un 60% de mortalidad, resultado comparable con porcentajes encontrados en 3 regiones de Perú con mortalidades de 85% en las garrapatas de la provincia Cutervo y 28,10% en la provincia Coronel Portillo, considerándose resistentes a todos aquellos productos que no alcanzaron el 95% de eficacia (Rojas & Portal, 2013).
El tratamiento con PS obtuvo una mortalidad de 56,6%, González et al. (2011) evaluaron 4 tipos de ixodicidas incluyendo un piretroide con efectividad del 40,9%. En México identificaron poblaciones de garrapatas multirresistentes a compuestos organofosforados, piretroides sintéticos, amitraz y lactonas macrocíclicas (Fernández-Salas et al., 2012). En un estudio realizado en cinco estados de Brasil, se reportó la existencia de poblaciones de R. microplus resistentes a los piretroides sintéticos, al amitraz y a los organofosforados, con frecuencias del 94, 88 y 82%, respectivamente (Lovis et al., 2013).
En todos los tratamientos se calculó el porcentaje de inhibición de la ovoposición (Figura 1). El tratamiento que logró mayor eficiencia fue OF (98%), seguido por los hongos entomopatógenos M. anisopliae (80,7%) y C. bassiana (75%). AM y PS obtuvieron un porcentaje de inhibición más bajo con 60% y 59,7%, respectivamente.
En cuanto al porcentaje de eclosión de huevos, el tratamiento que mostró mayor efecto inhibitorio fue OF con 70,3%, seguido por M. anisopliae (65%) y C. bassiana (63,3%). Los tratamientos que menos afectaron la eclosión de los huevos fueron AM y PS con 3,7% (Figura 2). Ren et al. (2012) determinaron la acción patogénica de M. anisopliae (MaAT04) al disminuir el índice de eficiencia reproductiva de R. microplus y al causar una mortalidad del 100% en hembras ingurgitadas a la concentración de 108 y 109 conidios/ml, 15 días después de aplicado el tratamiento.
En la evaluación de los parámetros reproductivos se encontró que los tratamientos con OF, M. anisopliae y C. bassiana disminuyeron significativamente la reproducción estimada: 81,3%, 80,9% y 75,2%, respectivamente. Pulido-Medellín et al. (2015) observaron que las garrapatas tratadas con la cepa MaF1309 de M. anisopliae reducen en 91% el índice de eficiencia reproductiva, sugiriendo que los hongos entomopatógenos a mayor concentración generan mayor efecto patógeno (Fernández et al., 2010; Ren et al., 2012; Valverde-Sánchez et al., 2015). En contraposición, se ha reportado que el hongo entomopatógeno M. anisopliae secreta enzimas como proteasas, quitinasas, lipasas y esterasas encargadas de la degradación de la cutícula de los artrópodos (Sandhu et al., 2012). En consecuencia, Sapna et al. (2012) demostraron que la virulencia de aislados de M. anisopliae es proporcional al incremento de la cantidad de enzimas producidas por el hongo independiente de la concentración.
El %IP aumentó en todos los tratamientos teniendo resultados notables para el tratamiento con OF (98%), M. anisopliae (80,7%) y C. bassiana (75%). Perinotto et al. (2012) observaron que en los huevos tratados con M. anisopliae disminuyó entre el 50,5 y 57,3% la eclosión, con un aislamiento de la cepa Ma959 y una concentración de 1x108 conidias/ml. Al tratarse de métodos de control biológico, los resultados encontrados para controlar el potencial reproductivo fueron aceptables, teniendo en cuenta que la prueba utiliza garrapatas repletas, estadio en que son más tolerantes, por lo menos al control químico (Ming et al., 2013); así lo demostraron López et al. (2009), donde la efectividad de un producto (mezcla de un PS con un OF) sobre la ovoposición y fertilidad de los huevos fue del 100%. La eclosión de los huevos se vio afectada por cada uno de los tratamientos empleados en este trabajo con porcentajes de 29,7% para OF, 35% para M. anisopliae y 36,7% para C. bassiana, comparados con resultados de 85% a 100% con cepas Fitossan 3 de C. bassiana donde aumentaron la concentración del hongo a 1x109 conidias/ml (Sônia et al., 2012); esto podría sugerir que las concentraciones para los hongos empleados en este trabajo afectaron la ovoposición y la eclosión de huevos de R. microplus, lo que no permitió la emergencia de larvas infestantes de manera normal, obteniendo un control aceptable sobre estos parámetros.
Para determinar la eficacia de los productos se calculó la eficiencia reproductiva (ER), valor que expresa la capacidad de una teleogina para transformar su peso corporal en larvas viables (Bravo, 2008). En cuanto a la eficacia de los productos, PS y AM mostraron valores inferiores a la eficacia mínima aceptada internacionalmente (Tabla 2), la cual debe ser igual o mayor de 90% (FAO, 2004). Los tratamientos con C. bassiana y M. anisopliae tuvieron una eficacia de 98 y 99% respectivamente con un factor de resistencia de 1,02 y 1,01 demostrando la efectividad de estos productos.
Es importante destacar el potencial que presentan los hongos entomopatógenos en el control de garrapatas R. microplus, constituyéndolos en una de las alternativas dentro de las explotaciones bovinas, ya sea solos o en combinación mediante aplicaciones acuosas repetitivas como lo afirman Rodríguez-Alcocer et al. (2014), quienes resaltan la utilización de dos cepas de M. anisopliae en mezcla (Ma14 + Ma34) a la concentración 1 x 108 conidias/ml sobre bovinos, reduciendo la población de R. microplus desde la primera aplicación, controlando la garrapata en su estado larvario, ninfal y adulto. Webster et al. (2015) realizaron aplicaciones de conidias de M. anisopliae (108 conidios/ml), solución acaricida de cipermetrina más clorpirifos, y la mezcla del hongo con la solución acaricida sobre ganado infestado con hembras repletas de R. microplus, los resultados revelaron una eficacia media de 56,3, 71,1 y 97,9%, respectivamente.
Conclusiones
Los resultados encontrados para el control de garrapatas adultas de R. microplus en condiciones de laboratorio fueron favorables para los tratamientos con M. anisopliae y C. bassiana, comprobando que estos hongos entomopatógenos no solo causan la mortalidad en la fase adulta de las garrapatas, sino que además tienen gran eficacia sobre su reproducción. Los buenos resultados que mostró el tratamiento con OF permiten concluir que aún no hay resistencia de R. microplus a este compuesto químico, por tanto, es recomendable la realización de otros experimentos utilizando el control integrado con el uso de productos químicos y hongos entomopatógenos, o asociaciones de productos biológicos ya que estos no producen efectos adversos al medio ambiente (Narváez et al., 2012). Las cepas BbF2011 del hongo C. bassiana y MAF1309 del hongo M. anisopliae y el OF al 97% de concentración presentan los mejores resultados en la eficiencia in vitro en el control de garrapatas adultas, reduciendo los índices de eclosión de huevos, ovoposición y aumentado los niveles de mortalidad de R. microplus.
Referencias bibliográficas
Cómo citar: Sepúlveda, A.L.; Pulido-Medellín, M.O.; Rodríguez-Pacheco, J.E.; García-Corredor, D.J. Eficiencia in vitro de hongos entomopatógenos y productos químicos sobre Rhipicephalus microplus. Revista Veterinaria y Zootecnia, v.11, n.2, p.67-80, 2017. DOI: 10.17151/vetzo.2017.11.2.6
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Interpretaciones y recomendaciones sobre las prácticas profesionales desde el proyecto “Asistencia técnica para el fortalecimiento de la producción lechera en Caldas”1
ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN
Jhoana Patiño1, Bernardo Rivera2, Marcela Patiño3, Julio Ernesto Vargas4
1 Magíster en Educación y Desarrollo Humano. Departamento de Estudios de Familia, Universidad de Caldas. Manizales, Colombia. 2 Dr. sc. agr. Departamento de Producción Agropecuaria, Universidad de Caldas. Manizales, Colombia. 3 MSc. Departamento de Desarrollo Rural y Recursos Naturales, Universidad de Caldas. Manizales, Colombia. 4 MSc. Departamento de Producción Agropecuaria, Universidad de Caldas. Manizales, Colombia.
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Recibido: 9 de Febrero de 2017 y aprobado: 19 de Julio de 2017, Actualizado: 6 de Septiembre de 2017
DOI: 10.17151/vetzo.2017.11.2.4
RESUMEN: Las prácticas profesionales en la Universidad constituyen un conjunto de actividades realizadas por los estudiantes en perspectiva de adquirir habilidades útiles para su formación profesional. El proyecto “Asistencia técnica para el fortalecimiento de la producción de leche en el departamento de Caldas” vinculó 88 pasantes para conformar 16 Unidades de Trabajo Local en sendos municipios del departamento. Los estudiantes fueron pasantes de los programas de Medicina Veterinaria y Zootecnia (33%), Ingeniería Agronómica (15%), Ingeniería de Alimentos (8%), Trabajo Social y Desarrollo Familiar (7% cada uno), Zootecnia (6%) y Mercadeo (1%). A nivel técnico participaron aprendices del SENA de distintas especialidades (15%) y tecnólogos forestales del CINOC (9%). Para sistematizar la experiencia, que permitió recuperar los aprendizajes y las recomendaciones derivadas del proyecto y aportar insumos para fortalecer las políticas institucionales que orientan las prácticas universitarias en la Universidad de Caldas, se realizaron 96 entrevistas semiestructuradas a actores clave, 12 foros municipales y un grupo focal con 35 estudiantes participantes. El análisis de la información se realizó en tres fases relacionales: descriptiva, interpretativa y de construcción de sentido. Los resultados de la sistematización ofrecen una importante ampliación de los sentidos atribuidos a la práctica como: comunidad de aprendizaje significativo; espacio social de encuentros, tensiones y conocimientos tácitos; y estrategia de regionalización de la Universidad. Así mismo, la sistematización permitió recuperar propuestas de política para fortalecer las prácticas, las cuales fueron agrupadas en tres órdenes: pedagógico, curricular y administrativo.
Palabras clave: prácticas profesionales, sistematización, regionalización, comunidad de aprendizaje.
Interpretations and recommendations on professional practices from the project “Technical assistance for the strengthening of dairy production in Caldas - Colombia”
ABSTRACT: The professional practices at the University constitute a set of activities carried out by students in perspective of acquiring useful skills for their professional training. The project “Technical assistance for the strengthening of milk production in the Department of Caldas” linked 88 interns to make up 16 Local Work Units in each municipality in the Department. The students were interns of the of Veterinary Medicine and Animal Science (33%), Agricultural Engineering (15%), Food Engineering (8%), Social Work and Family Development (7% each), Animal Science (6%) and Marketing (1%) programs. At the technical level, trainees from SENA from different specialties (15%) and Forestry technicians of CINOC (9%), also participated. To systematize the experience, which allowed to recover the learnings and recommendations arising from the project and provided input to strengthen the institutional policies that guide the practices at Universidad de Caldas, 96 semi-structured interviews to key actors, 12 municipal forums and a focus group with 35 participating students were applied. The analysis of the information was carried out in three relational phases: descriptive, interpretative and construction of meaning. Systematization results provide an important extension of the meanings attributed to the practice as: meaningful learning community; social space for encounters, tensions and tacit knowledge, and strategy of regionalization of the University. Likewise, the systematization allowed recovering policy proposals to strengthen practices, which were grouped into three orders: pedagogical, curricular and administrative.
Key words: professional practices, systematization, regionalization, learning community.
Introducción
El departamento de Caldas en su producción pecuaria se ha caracterizado tradicionalmente por ser productor de leche y hasta hace poco la producción local permitía un autoabastecimiento del consumo. Con el apoyo de la Secretaría de Agricultura del departamento y en algunos casos del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural –MADR–, mediante el suministro de equipos para el montaje y/o fortalecimiento de centros de acopio de leche, se han fortalecido las asociaciones de productores y se ha accedido a recursos de Alianzas Productivas y de Oportunidades Rurales con aliados comerciales. La Cadena Láctea del Departamento, gracias a un trabajo interinstitucional, coordinado y apoyado desde la Secretaría de Agricultura, está bien consolidada y es reconocida nacionalmente como Consejo Departamental Lácteo.
Sin embargo, son evidentes la falta de asistencia técnica, la baja productividad de las fincas, los problemas de calidad e inocuidad de la leche, los severos impactos sobre el ambiente que genera la ganadería y la escasa y débil asociatividad (FEDEGÁN, 2014). Estas condiciones limitan la competitividad de los productores y amenazan la sostenibilidad de las fincas. Además, las intervenciones gubernamentales cortoplacistas y de coyuntura, que no han estado ajenas al clientelismo, asistencialismo, corrupción y centralismo, han generado un ambiente enrarecido de desconfianza de los productores hacia las instituciones.
En este contexto, el proyecto “Asistencia técnica para el fortalecimiento de la producción de leche en el departamento de Caldas”, ejecutado por la Universidad de Caldas, con recursos del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (Conpes 3675) (DNP, 2010) y el apoyo de la Secretaría de Agricultura del departamento, se propuso aunar los esfuerzos técnicos, administrativos y financieros de la Academia, el Gobierno y las organizaciones cooperantes del Sector Privado para brindar asistencia técnica a los pequeños y medianos productores de leche del departamento de Caldas, con el fin de contribuir al incremento de la productividad y al mejoramiento de la calidad e inocuidad de la leche. Conceptual y metodológicamente, el proyecto se orientó desde el enfoque de sistemas de producción, el cual, aplicado a estrategias de administración de la sanidad y la producción animal, permite integrar los distintos elementos del entorno ambiental, económico, social e institucional, y contribuye a entender la racionalidad de los productores en la toma de decisiones. Las ejecutorias alcanzadas en este proyecto superaron los compromisos formales y fueron el resultado de una movilización comprometida de profesores y estudiantes de múltiples disciplinas, departamentos académicos y programas de formación de la Universidad (Rivera et al., 2016). Se destaca que el proyecto permitió incluir nuevamente el tema de la Extensión en la agenda de la Universidad.
De manera general, las prácticas profesionales en la Universidad de Caldas son concebidas como un conjunto de actividades realizadas por los estudiantes universitarios en perspectiva de adquirir habilidades útiles para su desempeño profesional, conocer el mercado laboral, crear redes de contactos y ayudar a identificar opciones laborales en las empresas. Esta visión es bastante generalizada a nivel de la Universidad latinoamericana, si se consideran los resultados de la gran encuesta realizada por Universia (2012) sobre las prácticas profesionales, en la que participaron más de 27 mil personas de nueve países. En 69% de las respuestas surge una sola premisa: adquirir experiencia para incorporarse a un mercado exigente que demanda una preparación previa en el profesional. Pareciera que lo tecnológico agota los argumentos que justifican las prácticas universitarias. Para Zabalza (2011), el Practicum, como componente de la carrera, es una pieza relevante del proceso de formación del estudiante destinado a enriquecer la formación, complementando los aprendizajes académicos (teóricos y prácticos) con la experiencia (también formativa, es decir, vinculada a aprendizajes) en centros de trabajo.
En la práctica universitaria los actores (empresa-Universidad-estudiante) confluyen para darle un valor agregado al futuro profesional. Según Codinas (2007), las prácticas deben responder a necesidades formativas del propio estudiante, de tal manera que la formación no puede estar de espaldas al perfil curricular. Infortunadamente, persisten dos enfoques que deben superarse: la práctica profesional centrada en el empleo, es decir, de la facilitación del conocimiento mutuo entre empleadores y posibles empleados; y la práctica como la oportunidad de acceso a mano de obra barata para las empresas, públicas o privadas.
Campillo et al. (2012) consideran que la práctica es la plataforma de partida del proceso de identificación de toda profesión que juega en el sistema político, social, económico cultural y educativo. Por esa razón, la práctica profesional reclama la necesidad de abordarla con rigor, como tema de investigación en el campo de la teoría de las profesiones.
El presente documento reporta los resultados y el análisis del ejercicio de sistematización que se realizó de la experiencia desarrollada por los estudiantes en un proyecto focalizado a condiciones rurales con pequeños y medianos productores de leche, con el fin de recuperar los aprendizajes y las recomendaciones que se derivan del proyecto y aportar insumos que permitan fortalecer las políticas institucionales que orientan las prácticas universitarias en la Universidad de Caldas. La sistematización es concebida como una forma de investigación sobre la realidad que inspiran las prácticas profesionales, mediante la reflexión teórica y el análisis crítico, aportando desde la práctica al mejoramiento del conocimiento (ICFES, 1997).
Materiales y Métodos
Para la ejecución del proyecto “Asistencia técnica para el fortalecimiento de la producción de leche en el departamento de Caldas”, fueron vinculados 88 pasantes para conformar 16 Unidades de Trabajo Local (UTL) en sendos municipios del departamento; cada una con la coordinación de un Médico Veterinario Zootecnista. Los estudiantes fueron pasantes de los programas de Medicina Veterinaria y Zootecnia (33%), Ingeniería Agronómica (15%), Ingeniería de Alimentos (8%), Trabajo Social (7%), Desarrollo Familiar (7%), Zootecnia (6%) y Mercadeo (1%). A nivel técnico participaron aprendices del SENA de distintas especialidades (15%) y Tecnólogos Forestales de la Institución de Educación Superior CINOC (9%). Estos grupos de trabajo, además de ofrecer su conocimiento técnico y colocarlo al servicio de las necesidades de los productores, fueron responsables de generar condiciones de relacionamiento entre el Gobierno (las administraciones municipales y la institucionalidad local), los productores (las organizaciones y los productores individuales y sus familias) y la Academia, de tal manera que la comunicación asertiva con la institucionalidad local y la concertación con los productores y sus organizaciones fueron labores cotidianas.
La sistematización del proyecto se llevó a cabo en 12 de los 16 municipios donde se realizó el proyecto. Se desarrollaron 96 entrevistas semiestructuradas a actores clave como: Secretario de Agricultura del departamento, Vicerrectores de Investigación y Proyección de la Universidad de Caldas, profesores coordinadores del proyecto, líderes del gremio lechero en Caldas, productores, coordinadores de las UTL del proyecto, alcaldes, y funcionarios de las Unidades Municipales de Asistencia Técnica Agropecuaria (UMATA). Además, se realizaron 12 foros municipales, en los que participaron especialmente productores y profesionales involucrados en el proceso a nivel local, y un grupo focal con 35 estudiantes participantes del programa de Medicina Veterinaria y Zootecnia.
Los relatos de los actores se organizaron en matrices analíticas que permitieron su análisis a través de tres fases relacionales: descriptiva, interpretativa y de construcción de sentido. En síntesis, la experiencia del proyecto fue interpretada desde la voz de los actores involucrados, identificando concepciones, sentidos y recomendaciones para fortalecer las prácticas durante la formación profesional. Estas propuestas de política fueron agrupadas en tres órdenes: pedagógico, curricular y administrativo.
Resultados y Discusión
Los resultados de la sistematización ofrecen una importante ampliación de los sentidos atribuidos a la práctica durante la formación profesional, los cuales se sintetizan en tres dimensiones: comunidad de aprendizaje significativo; espacio social de encuentros, tensiones y conocimientos tácitos; y estrategia de regionalización de la Universidad.
La práctica como comunidad de aprendizaje significativo
“Uno sabe que hizo una buena práctica no solo por la buena nota, sino también por los cambios que hay en uno, es que llegamos pensando y sintiendo diferente” (Estudiante hombre, 24 años).
“Las cosas dejan de ser tan individuales, se trabaja más en equipo aunque no sepa o no esté preparado, allá es posible descubrir qué es ser profesional, pertenecer a una institución, ser responsable en una comunidad” (Estudiante mujer, 25 años).
“Lo mejor de la práctica es que allí todo parece algo nuevo, puede que uno hasta ya haya leído sobre algo que está pasando, pero solo lo entiende bien cuando lo hace, cuando lo siente. Uno cree que sabe mucho porque ha leído y escrito, pero hay otras actividades sociales en las que uno también aprende porque le remueven a uno cosas muy profundas” (Estudiante mujer, 23 años).
“La realidad con la que se enfrenta uno en la práctica lo lleva a tener que ver los problemas desde diferentes ángulos y para eso siempre se requiere a las demás profesiones que complementan el trabajo que se hace” (Estudiante hombre, 21 años).
“Lo mejor de la práctica fue el intercambio con las compañeras del área social. Aprendí mucho de la importancia del trabajo con la comunidad, de la organización y la comunicación como bases de cualquier proceso de cambio” (Estudiante mujer, 24 años).
“La práctica es más comunitaria que individual y es muy significativa porque a pesar de tener que seguir planeaciones, formatos, normas y rendir informes, también da la posibilidad de imaginar y hacer cosas diferentes, de aprender por la experiencia propia, por los errores, pero también por los acompañamientos” (Estudiante mujer, 21 años).
“Uno aprende mucho al ver cómo el compañero habla en público, cómo soluciona alguna situación. Uno aprende hablando con la gente, aprende observando, aprende en silencio, simplemente pensando en lo que hizo mal y en cómo hacerlo mejor” (Estudiante hombre, 24 años).
“La práctica es como tener una venda en los ojos y quitarla por primera vez. Vemos con otros ojos. Es descubrir un mundo diferente, es darse cuenta de todo lo que está afuera que tiene que ver con uno y que no sabíamos” (Estudiante hombre, 24 años).
A partir de los relatos anteriores se reconoce un sentido comunitario de aprendizaje a la práctica, a partir del cual se le comprende como espacio y proceso social de construcción de aprendizajes significativos. Para los actores, lo significativo se refiere a la posibilidad de compartir vivencias y conocimientos con otros, a la oportunidad de participar en la identificación de problemas y en la construcción de soluciones. También alude a la posibilidad de aprender por experiencia propia los códigos, normas y tradiciones de sus campos de formación, es decir, a la construcción de identidad.
Los relatos muestran que las prácticas durante la formación profesional pueden ser comprendidas como experiencias de participación, integración y creación social. No se habla de un significado individual, sino de una construcción conjunta de sentido. A partir de los relatos se puede comprender que el aprendizaje posible en las prácticas es un aprendizaje de borde, es decir, de correr fronteras en los propios campos representacionales con los cuales se explica y nombra el mundo. Wenger (2001) considera que las comunidades de práctica son inherentes a la experiencia humana, están presentes durante todo momento del desarrollo humano y son una parte integral de nuestra vida cotidiana; la casa, el trabajo, la escuela, configuran comunidades de práctica en las que el curso de nuestra vida cambia.
Una comunidad de práctica que funcione bien es un contexto adecuado para un aprendizaje avanzado, un lugar privilegiado para la creación de conocimiento situado, creativo y reflexivo (Wenger, 2001). Los relatos narran que aprender va más allá de reproducir un concepto o método. El aprendizaje al que se alude desde una comunidad de práctica es social y participativo, con capacidad de negociar nuevos significados y de convertirse en una nueva persona, entonces también supone nuevas relaciones de identificación y de negociabilidad, nuevas formas de afiliación y de propiedad de significado. El compromiso, la imaginación y la participación son ingredientes importantes del aprendizaje: lo vinculan con la práctica.
A partir de los relatos se puede comprender que en las comunidades de aprendizaje significativo se logra diferenciar entre información y conocimiento. Esto implica que el conocimiento es la capacidad de reflexión, anticipación y decisión que resulta de múltiples interacciones situadas y produce, en palabras de Wenger (2001), “una identidad de participación. Cuando una información no conduce a una identidad de participación, se queda en algo ajeno, literal, fragmentado”.
En síntesis, el conocimiento se produce a partir de un proceso de aprendizaje significativo que implica la posibilidad de conectar, ordenar, experimentar, interpretar informaciones que a su vez permiten construir una manera de ser en el mundo. La diferencia entre simplemente hacer y aprender no reside en el tipo de actividad teórica o práctica, artística o científica; la diferencia reside en que el aprendizaje modifica quiénes somos transformando nuestra capacidad de pertenecer, participar y negociar significados. De acuerdo con Freidson (1986), la práctica profesional es algo más que la solución de un problema objetivo. En la práctica, el profesional no se encuentra con problemas cuyas soluciones están ya establecidas, sino que reclaman tomar decisiones en un marco de situaciones complejas en las que cuestiones económicas, políticas, culturales y personales se impregnan mutuamente y se hallan confusamente entremezcladas. Así lo considera también Zabalza (2011) quien reconoce en el Practicum, como él lo llama, una pieza relevante del proceso de formación de los estudiantes, destinado a enriquecer la formación, complementando los aprendizajes académicos (teóricos y prácticos) con la experiencia (también formativa, es decir, vinculada a aprendizajes) en centros de trabajo.
La práctica como espacio social de encuentros, tensiones y conocimientos tácitos
“Esta experiencia ha sido única. Nunca imaginé que una práctica podría generar tanto aprendizaje en uno, y cuando digo aprendizaje me refiero especialmente a lo que se aprende como persona, como compañero, como colega. Uno en la práctica vive una experiencia de intercambio social” (Estudiante mujer, 22 años).
“Creía que la práctica era solo ir a palpar vacas y hacer informes, pero allá me encontré con la gente. Pensé que uno decía qué hacer y listo. Pero las cosas no son así, la gente no se traga las cosas enteras, además hay muchas cosas que limitan que puedan seguir las indicaciones que uno les da” (Estudiante hombre, 24 años).
“La práctica es sobre todo un espacio social para aprender las cosas que las aulas no pueden enseñar porque está uno encerrado entre libros y profesores. La gente le enseña a uno muchas cosas, sobre todo a valorar más su realidad, a conocer mejor lo que pasa en el campo, a escuchar las voces que no salen en las noticias” (Estudiante hombre, 22 años).
“Después de esta experiencia creo que la práctica es más un proceso de formación humana y social. De mi parte, y sé que muchos compañeros aprendieron más de la comunidad y sus realidades que de vacas, leche y mediciones. Hubo momentos en los cuales sentía que no sabía nada porque las cosas que allá pasaban lo dejaban a uno sin armas” (Estudiante mujer, 21 años).
“La práctica es un proceso de crear soluciones a problemas que afectan a la gente, es para generar cambios, para estimular la creatividad de los participantes y activar redes que permitan dar solución más adecuada a situaciones negativas” (Profesional coordinador UTL).
“En mi práctica y gracias a lo dura que fue y a toda la gente que conocí, yo me reinventé a mí misma y descubrí cosas que no pensé que tenía” (Estudiante mujer, 25 años).
Los diferentes relatos evidencian un sentido social atribuido a la práctica, a partir del cual es concebida como un espacio de encuentro entre diferentes actores, para el intercambio de experiencias y conocimientos. De otra parte, la práctica también es comprendida como un escenario de reconocimiento de las características históricas, culturales, económicas y sociales que enmarcan los problemas abordados por las instituciones, programas o proyectos en los que participan los actores. Es decir, para los actores involucrados en el proyecto de asistencia técnica, la práctica profesional constituye un escenario cotidiano desde el cual pueden identificar aspectos puntuales de la realidad de las comunidades, familias, productores, asociaciones y demás instituciones, que los conocimientos teóricos aprendidos durante la formación no logran identificar. La percepción de los actores coincide con Campillo et al. (2012), quienes consideran que la práctica es la plataforma de partida del proceso de identificación de toda profesión que juegue en el sistema político, social, económico cultural y educativo. La práctica universitaria no es entonces la solución al problema pedagógico que genera la necesidad de que el estudiante aprenda y el profesor construya su rol de docente; tiene que existir claridad en las universidades acerca de su función social (ICFES, 1997).
Para los actores, las prácticas durante la formación profesional adquieren un sentido social porque según su experiencia son procesos complejos en los que se ponen en tensión diferentes formas de interpretación de la realidad, múltiples prácticas culturales, diferentes símbolos y códigos lingüísticos. Además, reconocen que existe una permanente tensión entre el poder del conocimiento académico y el poder del saber popular, que genera en ellos cuestionamientos a su formación profesional, sobre todo porque no siempre encuentran en su saber disciplinar las respuestas inmediatas y concretas para determinadas situaciones que viven en la interacción con los productores, sus familias y las comunidades.
La acción en la práctica está significada no solamente como movimiento o acto intencionado de un sujeto cognoscente que aplica conocimientos específicos disciplinares sobre realidades externas-ajenas, sino que además alude a la acción como reflexión, como capacidad de anticipación. En palabras de Arendt (1958), la acción hace alusión a la natalidad, a la capacidad humana de agregarle algo nuevo al mundo, de situarse en el mundo y actuar sobre él. Esto significa que la acción a la que hacen referencia los relatos referidos a la experiencia del proyecto, es acción social que se construye en las interacciones, los intercambios y las tensiones. No es una acción individual, ni repetitiva centrada en la acumulación de conocimientos técnicos específicos, sino una acción emergente que requiere de experiencia situada en un contexto, de la presencia de los otros y del intercambio de visiones para que surja la posibilidad de creación y comprensión. Dicha creación se hace posible a partir de la reflexión.
La reflexión-en-acción es una clase de proceso en el que, cuando las personas se enfrentan a situaciones inciertas y complejas (no codificadas previamente por el propio modelo de formación recibida), el pensamiento humano se dirige sobre sí mismo, pensando en lo que está haciendo mientras lo hace (Campillo et al., 2012). Por medio de la reflexión, el profesional tiende a enfocarse interactivamente sobre los resultados de la acción, sobre la acción misma, y el conocimiento intuitivo implícito en la acción. De esta manera, no se separan radicalmente la teoría de la práctica, el pensamiento de la acción, los medios de los fines, la formación de la práctica profesional y la profesión de los contextos de trabajo (Campillo et al., 2012).
Por su parte, Schön (1992) considera que el esfuerzo del profesional por resolver el problema de modo adecuado origina nuevos descubrimientos que requieren nueva reflexión-en-acción. El proceso se desarrolla en espiral a través de continuos estados de apreciación, acción y reapropiación. Para este mismo autor, la experiencia en la práctica revela reconocimientos, juicios y habilidades, a las que denomina un patrón de conocimiento-en-acción o tácito. Este conocimiento se construye en las interacciones cotidianas durante la práctica a partir de “innumerables juicios de calidad para los que el profesional no puede establecer siempre criterios adecuados, y a partir de los cuales exhibe habilidades de las que no puede fijar las reglas y los procedimientos estándar” (Schön, 1992).
En este sentido, Abbott (1988) afirma que la verdadera profesionalización de los profesionales se da en la práctica, cuando se sitúan en uno o varios aspectos de la realidad, no solo para intervenir en ella desde sus conocimientos técnicos, sino también al momento de reconocerse parte de la misma e identificar posibilidades de actuación. En la práctica profesional, gracias al contacto con la realidad, se resuelve la inquietud de si el conocimiento logra o no traspasar el nivel de la sola información, convirtiéndose en instancia para transformar la realidad (ICFES, 1997).
La práctica como estrategia de regionalización de la Universidad
“Si se piensan de una forma diferente, las prácticas pueden llegar a ser una estrategia central para que la Universidad realice su labor social con mayor impacto en el desarrollo de la región. Hay un triple beneficio, el que se da para la formación del profesional, el que se da para las comunidades y el que la Universidad obtiene” (Profesor universitario).
“Las prácticas universitarias son una de las principales formas, a partir de las cuales la Universidad hace presencia en la región y participa de su desarrollo” (Profesor universitario).
“La práctica profesional puede ser una estrategia de regionalización de la Universidad si se logra articular a través de programas y proyectos que identifiquen problemas y situaciones comunes, y a partir de los cuales se integren los diferentes actores de las facultades, el Estado y las comunidades, para su solución. Esto significa que la Universidad debe garantizar su presencia en la región a través de procesos permanentes, articulados, coordinados y sostenibles de prácticas en las que las diferentes disciplinas aporten a la construcción de soluciones concretas” (Vicerrectora de Investigaciones y Posgrados, Universidad de Caldas).
“Las prácticas son muy importantes para los municipios porque no contamos con los recursos suficientes para tener personal calificado, por eso es muy bien recibido el apoyo de las universidades con sus programas de práctica” (Funcionario UMATA).
“Desde mi experiencia, la Universidad desperdicia el potencial de las prácticas y se limita a conseguir espacios institucionales en los cuales sus estudiantes hagan ejercicios de aplicación de conocimiento, pero realmente la Universidad no toma en cuenta el impacto transformador de esos ejercicios, no se recuperan los conocimientos que allí se generan” (Profesora - asesora académica en el proyecto).
“Las prácticas deben ser expresión de la articulación entre las funciones sustantivas de la Universidad. Esto implica que deben ser pensadas en el marco de un proyecto de región que la Universidad tiene. La pregunta entonces es cuál es nuestro proyecto de región y cómo desde allí direccionamos las prácticas” (Vicerrector de Proyección Universitaria, Universidad de Caldas).
“Las prácticas universitarias son importantes, pero las universidades deben garantizar los perfiles que el campo requiere para los procesos y retos actuales. Los estudiantes y profesores deben ser personas comprometidas no solo con lo técnico, sino también con lo humano y lo social. Muchas veces las prácticas están orientadas por profesores que no tienen experiencia en un campo particular, entonces sus orientaciones de los procesos no son pertinentes, además no se les asigna el tiempo necesario para que puedan estar atentos a los procesos, pareciera que esta labor es secundaria en sus labores” (Secretario de Agricultura de Caldas).
Para los actores del proyecto, la pregunta por las prácticas universitarias es relacionada directamente con los procesos de regionalización de la Universidad, en la medida en que constituyen escenarios y procesos sociales de acción institucional, a través de los cuales es posible dar paso a “una visión holística que articule las diversas funciones sustantivas de la Universidad y sus diferentes actores, en un proyecto de desarrollo y promoción social, equitativo y sostenible” (Torres, 2015).
Desde hace ya varios años, el ICFES (1997) había planteado el dilema, regionalización o ausencia de futuro; si Colombia opta por la reconstrucción de las regiones, la Universidad debe construir una propuesta que permita refundar su relación con la sociedad. Esto significa que la Universidad debe cumplir la misión de integrar un modelo formativo, investigativo y de extensión que posibilite el mejoramiento de las condiciones de vida de los habitantes en los territorios de su influencia. Manzano-Arrondo & Suárez (2015) plantean que las tres funciones de la Universidad han venido sufriendo problemas de desajuste (concreciones con direcciones distintas para cada función), desequilibrio (mayor relevancia de unas funciones sobre otras) y orientación (dificultades para orientar el trabajo hacia el servicio a la sociedad). En la misma dirección, Bernal & Rivera (2009) reconocen que investigación y extensión han sido dos procesos poco presentes en los procesos de regionalización, significando la urgente necesidad de consolidar un modelo de regionalización que reconozca la interdependencia de las tres funciones universitarias para responder a las demandas de la sociedad en sus contextos específicos.
La mencionada articulación misional de la Universidad adquiere aun mayor sentido en la coyuntura actual que vive el país, cuando la institucionalidad para el desarrollo rural dirige sus acciones con un enfoque territorial (MADR, 2015). Este enfoque surge como respuesta al excesivo énfasis ‘productivista’ que ha primado en las estrategias y que hoy se reconoce que ha fallado como propuesta para promover el desarrollo rural; la economía rural ha sido tratada por la mayoría de las políticas públicas como un problema de orden sectorial y productivo (Cordero-Salas et al., 2003). El enfoque territorial integra las dimensiones política y económica del desarrollo: la unidad productiva deja de ser el centro de interés y se privilegia la unidad territorial; la riqueza social se sobrepone a la privada. RIMISP (2014) también lo plantea como “un proceso de transformación productiva e institucional orientado a reducir las brechas rural-urbanas de bienestar social y de oportunidades económicas, a partir de la acción concertada de los actores públicos, privados y sociales en el territorio”. El enfoque territorial supera el concepto binario que señala que lo rural es “el resto” que no es urbano, y reconoce que la pobreza y el desarrollo rural no pueden ser abordados únicamente con estrategias agrícolas; no es casual que más de la mitad del empleo rural en el continente se genere en sectores diferentes al agrícola (Cordero-Salas et al., 2003).
Una gestión pública en beneficio de los territorios rurales debe promover programas de desarrollo multisectoriales, fortalecer la visión de comunidad como eje de integración rural y promover una vida digna con la premisa de que el desarrollo sustentable es posible (Delgadillo, 2006). Las posibilidades de alcanzar metas significativas para el desarrollo humano y económico dependen de la provisión de bienes públicos; es decir, de aquellos bienes que generan beneficios que son de todos y que por su naturaleza deben ser proporcionados por el Estado (Sepúlveda et al., 2003). Entre los bienes públicos más importantes para el medio rural figuran los avances científicos y la apropiación tecnológica (Sepúlveda et al., 2003). Manzano-Arrondo & Suárez (2015) han propuesto estrategias, las Unidades de Acción Comprometida, por ejemplo, para fomentar un equilibrio en el protagonismo de las tres funciones universitarias y orientar la Universidad al servicio del bien común, entendido este no únicamente en términos de una existencia de subsistencia, sino además de mayor dignidad y existencia democrática.
Según Sepúlveda et al. (2003), la presencia de la Universidad en el territorio exige un cuestionamiento al papel que debe cumplir el Estado en el ejercicio de sus responsabilidades, particularmente, revisando su actitud paternalista, en la que los agentes públicos asumen tareas que en realidad corresponden a las comunidades locales y a sus redes de aliados. La clave del desarrollo radica, según Sen (2000), en considerar a la gente como agentes y no como pacientes.
Ante esta tarea, los relatos muestran a las prácticas como posibles estrategias intencionadas para hacer presencia en las comunidades de forma coordinada y sustentable, para favorecer el intercambio de conocimientos técnicos, saberes culturales, metodologías, teorías, redes, recursos, y permitir la construcción participativa de mejores formas de comprensión y solución a las realidades particulares. Según Tünnermann (2000), cuando se aborda la discusión sobre la pertinencia o relevancia de la Universidad, la tendencia es a reducir el concepto a la respuesta que esta debe dar a las demandas de la economía o del sector laboral, olvidando que la pertinencia social es el compromiso activo con la solución de problemas concretos de la sociedad en su conjunto. Pertinencia es un “deber ser", ligado a los grandes objetivos, necesidades y carencias de la sociedad en que están insertas las instituciones; máxime en la sociedad contemporánea, caracterizada como sociedad del conocimiento y la información (Tünnermann, 2000). Arocena (2011) va más allá, cuando plantea la extensión universitaria como la priorización de los problemas de los sectores más postergados, entendiéndola como la cooperación interactiva entre universitarios y otros actores, que combinan saberes y aprenden de los otros, para contribuir a la expansión de la cultura y al uso socialmente valioso del conocimiento. La Conferencia Mundial de Educación Superior de 2009 ratifica esa responsabilidad social, declarándola como la necesidad de avanzar en la comprensión de problemas polifacéticos con dimensiones sociales, económicas, científicas y culturales, así como en la capacidad de hacerles frente (UNESCO, 2009).
“La Universidad tiene el deber de ayudar al desarrollo de la región, sus proyectos deben ser con la gente y para la gente. Creo que es necesario que la Universidad aclare cómo llega a la región, de forma más integrada; no solo llegar con los estudiantes de pregrado. Es deber de la Universidad que sus profesores también aporten a las dinámicas de región” (Estudiante practicante, 21 años).
“Es muy importante que la Universidad sostenga su participación en estos proyectos, así logramos intercambiar ideas y estrategias, aunar recursos y contribuir de mejor forma al bienestar de la sociedad” (Productor, 39 años).
Entre pertinencia y calidad del quehacer universitario existe una estrecha correlación; la pertinencia no se logra con respuestas educativas de baja calidad y los esfuerzos por la calidad no pueden omitir la valoración de su pertinencia (Tünnermann, 2000). De la misma manera, Arocena (2011) plantea que la calidad de la educación superior se relaciona con la “curricularización” de la investigación y la extensión; es decir, el fomento directo del protagonismo estudiantil en proyectos de enseñanza, investigación y extensión. En la Universidad, pareciera que existe un relativo consenso sobre el compromiso con la excelencia en la producción de conocimiento o en la docencia, pero se olvida que siendo parte del camino ese no puede ser el fin de la calidad. En la revisión que hacen Manzano-Arrondo & Suárez (2015) se evidencia la pasión de los profesores universitarios por la mejora pedagógica, los estándares de investigación científica y la publicación científica, mientras que en el imaginario académico no surge la preocupación por la utilidad del conocimiento; la extensión universitaria o servicio a la sociedad, es habitualmente relegada a una responsabilidad general institucional, fuera de la competencia de sus miembros. Agrega Manzano-Arrondo (2011) que uno de los mayores limitantes para el surgimiento de la responsabilidad social es el aislamiento y la profunda especialización disciplinar que es propia del ámbito universitario. De la misma manera, la Conferencia Mundial de Educación Superior de 2009 declara que en el desempeño de sus funciones, la Universidad debe centrarse más en los aspectos interdisciplinarios para contribuir al desarrollo sostenible, la paz y el bienestar, así como a hacer realidad los derechos humanos.
Finalmente, los relatos dejan ver la necesidad de revisar las concepciones, modelos y políticas institucionales, a nivel general y específico, que orientan el proceso de planeación, desarrollo y evaluación de las prácticas profesionales. Lo anterior, implica escenarios colectivos de discusión, en los cuales sea posible conocer las diferentes propuestas de práctica, sus experiencias exitosas, sus logros, limitaciones y recomendaciones en favor de consolidar un horizonte institucional compartido que permita hacer de las prácticas lugares, procesos y acciones de regionalización.
Recomendaciones para fortalecer las prácticas de formación profesional
En el análisis realizado, a partir de la información que aportaron quienes participaron en el proyecto y contribuyeron al ejercicio de sistematización, surgen tres hechos destacables que propiciaron el desarrollo de una experiencia enriquecedora para los distintos actores involucrados. El primero, la enorme interdisciplinariedad de los grupos de trabajo, en los cuales se vincularon estudiantes de al menos 12 programas académicos y docentes de 7 departamentos de tres facultades distintas (Ciencias Agropecuarias, Ingenierías y Ciencias Jurídicas y Sociales). El segundo, la vinculación permanente de los estudiantes a las unidades locales y a la cotidianidad de los productores no como elementos externos que, en determinados días y bajo algunas circunstancias, van a prestar un servicio particular. El tercero, la estrategia intencionada para que el grupo de trabajo local contribuyera a definir nuevas condiciones de relacionamiento entre el Gobierno (las administraciones municipales y la institucionalidad local), los productores (las organizaciones y los productores individuales y sus familias) y la Academia.
Sin lugar a dudas, los hechos mencionados constituyen estrategias realizadas al interior del proyecto, que tienen méritos para ser incorporadas por quienes tienen la responsabilidad de orientar las prácticas profesionales en la Universidad. Así mismo, merecen la atención las reiteradas referencias a los perfiles de los coordinadores, asesores y tutores de práctica y a la conveniencia de implementar procesos evaluativos que contribuyan a potenciar las prácticas profesionales:
“Es importante que los coordinadores generales tengan más contacto con nosotros los estudiantes, que vayan también a campo y que escuchen nuestras solicitudes y sobre todo que le hagan seguimiento a los profesores, no solo a nosotros” (Estudiante mujer, 24 años).
“Es importante que el programa garantice un asesor que sepa del tema y que tenga tiempo para asesorarnos, pues al ser una práctica, es necesario que lo acompañen a uno en las dificultades que se presentan” (Estudiante mujer, 24 años).
“Creo que es importante que se considere el perfil de los profesores y que también se tome en cuenta el trato a los estudiantes, porque muchos de ellos son muy groseros y no saben corregirle a uno los errores, no tienen calidad humana, son alejados de la realidad y creen que pueden hacer cualquier cosa con uno y con la gente” (Estudiante mujer, 23 años).
“Es interesante este modelo interdisciplinario que integra profesores, profesionales y estudiantes a través del equipo de coordinación y los equipos de campo. Sugiero que se piense mejor cómo garantizar la comunicación y el trabajo en equipo porque se evidenció desarticulación y fallas en la comunicación entre todos los integrantes” (Estudiante mujer, 22 años).
“Es importante que las evaluaciones que hacemos los estudiantes sean tenidas en cuenta por los coordinadores para mejorar las condiciones de la práctica; muy interesante y necesario que se sigan sosteniendo las prácticas en las que participan más estudiantes de otras carreras, así aprendemos más y podemos dar mejores soluciones a los problemas del contexto” (Estudiante hombre, 24 años).
“La facultad y los programas deben ser más serios en el cumplimiento de acuerdos y de tiempos. A nosotros nos vendieron el proyecto de una forma y luego nos cambiaron las condiciones; por ejemplo, nos tocó muy duro por el asunto de los pagos, muchas veces no llegaron a tiempo y no teníamos con qué vivir allá en campo” (Estudiante hombre, 21 años).
Interpretando la experiencia del proyecto, desde la voz de los actores involucrados, se reconocen insumos para fortalecer las políticas institucionales que orientan las prácticas profesionales en la Universidad de Caldas, con el fin de ampliar y fortalecer criterios, condiciones, mecanismos y estrategias que reconozcan las particularidades de las prácticas en cada campo de formación y conocimiento, y la necesidad de un trabajo cooperado que mejore las posibilidades de impacto transformador de la Universidad. Las políticas propuestas fueron agrupadas en tres órdenes: pedagógica, curricular y administrativa.
Política pedagógica
Política curricular
Política administrativa
Referencias bibliográficas
1 El proyecto “Asistencia técnica para el fortalecimiento de la producción de leche en el departamento de Caldas” fue desarrollado por la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad de Caldas, con recursos del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (Conpes 3675) y el apoyo de la Secretaría de Agricultura del departamento de Caldas.
Cómo citar: Patiño, J.; Rivera, B.; Patiño, M.; Vargas. J.E. Interpretaciones y recomendaciones sobre las prácticas profesionales desde el proyecto “Asistencia técnica para el fortalecimiento de la producción lechera en Caldas”. Revista Veterinaria y Zootecnia, v.11, n.2, p.34-54, 2017. DOI: 10.17151/vetzo.2017.11.2.4
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Determinación de Leptospira spp. en humanos y bovinos pertenecientes al municipio de Toca, Boyacá
ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN
Martín Pulido-Medellín1, Adriana Díaz-Anaya2, Julio Giraldo-Forero3
1 MSc. Docente Asociado de Parasitología. Grupo de Investigación GIDIMEVETZ, Programa de Medicina Veterinaria y Zootecnia, Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia. Tunja, Colombia. 2 MSc (c). Grupo de Investigación GIDIMEVETZ, Programa de Medicina Veterinaria y Zootecnia, Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia. Tunja, Colombia. 3 MSc. Docente Asociado UNINCCA. Líder Grupo de Investigación en Parasitología y Microbiología Tropical –GIPAMT–. Programa de Biología, Facultad de Ingenierías, Administración y Ciencias Básicas, Universidad INCCA de Colombia. Bogotá, Colombia.
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Recibido: 21 de Enero de 2017 y aprobado: 9 de Junio de 2017, Actualizado: 7 de Septiembre de 2017
DOI: 10.17151/vetzo.2017.11.2.5
RESUMEN: Objetivo: Determinar la prevalencia de Leptospira spp. en humanos y bovinos del municipio de Toca (Boyacá) mediante la técnica de Microaglutinación-lisis (MAT) e identificar los serovares de Leptospira presentes en los hatos lecheros. Materiales y Métodos: Se realizó un estudio de corte transversal, con el fin de determinar anticuerpos contra diversos serovares de Leptospira spp. Se tomaron muestras de sangre en tubos sin anticoagulante de 37 trabajadores y 133 hembras bovinas del municipio de Toca (Boyacá). El análisis de laboratorio se hizo a través de la técnica de MAT. Los serovares investigados fueron icterohaemorrhagiae, pomona, hardjo, canicola, sejroë y autumnalis. Resultados: Se encontró una prevalencia en bovinos del 54,2% (64/133), además positividad para los serovares L. icterohaemorrhagiae 11,3%, L. pomona 13,5%, L. hardjo 6,0%, L. canicola 8,3%, L. sejroë 6,8% y L. autumnalis 8,3%. Para humanos la prevalencia encontrada fue de 29,7% (11/37) con positividad para L. icterohaemorrhagiae 5,4%, L. pomona 5,4%, L. hardjo 2,7%, L. autumnalis 5,4% y L. canicola 10,8%. El serovar sejroë fue negativo en humanos. Conclusiones: La presencia de leptospirosis en bovinos de leche puede representar una amenaza para la producción pecuaria. Además, al encontrar individuos positivos a Leptospira, se muestra una implicación de salud pública en la zona analizada debido al carácter zoonótico del patógeno.
Palabras clave: leptospirosis, salud pública, bovinos, prevalencia, suero. (DeCS).
Determination of Leptospira spp. in humans and cattle from to the municipality of Toca, Boyacá - Colombia
ABSTRACT: Objective: To determine the prevalence of Leptospira spp. in humans and cattle in the municipality of Toca (Boyacá) using the microagglutination-lysis technique (MAT) and to identify the Leptospira serovars present in dairy herds. Materials and Methods: A cross-sectional study was made to determine antibodies against several Leptospira spp. serovars. Blood samples from 37 workers and 133 female bovines from the municipality of Toca (Boyacá) were taken in tubes without anticoagulant. The laboratory analysis was done through the MAT technique. The serovars investigated were icterohaemorrhagiae, pomona, hardjo, canicola, sejroë and autumnalis. Results: A prevalence of 54.2% (64/133) was found in cattle, as well as positivity to L. icterohaemorrhagiae 11.3%, L. pomona 13.5%, L. hardjo 6.0%, L. canicola 8.3%, L. sejroë 6.8%, and L. autumnalis 8.3%. For humans, the prevalence found was 29.7% (11/37) with positivity for the serovars L. icterohaemorrhagiae 5.4%, L. pomona 5.4%, L. hardjo 2.7%, L. autumnalis 5.4%, L. canicola 10,8%. The sejroë serovar was negative in humans. Conclusions: The presence of leptospirosis in dairy cattle can mean a threat to livestock production. In addition, finding positive individuals to Leptospira shows a public health implication in the analyzed area due to the zoonotic nature of the pathogen.
Key words: leptospirosis, public health, cattle, prevalence, serum. (DeCS).
Introducción
En la actualidad, la leptospirosis es una enfermedad considerada reemergente debido al aumento en su incidencia a nivel mundial, además, es de tipo zoonótico constituyendo un problema de salud pública tanto en países industrializados como en vía de desarrollo (Dupouey et al., 2014). Se ha estimado más de un millón de casos por año en el mundo, y la infección se centra en regiones tropicales y subtropicales, con una marcada incidencia en el Sureste de Asia, Centro y Sur América (Smolinski et al., 2003; Benacer et al., 2016). La leptospirosis es ocasionada por espiroquetas patógenas del género Leptospira, este ha sido reorganizado recientemente y ahora se clasifica en 17 especies y cuatro genomoespecies de Leptospira, con más de 200 serotipos diferentes de Leptospira reconocidos que se clasifican en 23 serogrupos, sin embargo, la mitad de todos los serovares patógenos son clasificados en Leptospira interrogans o Leptospira borgpetersenii (Adler et al., 2011).
La leptospirosis es una enfermedad sistémica que afecta a humanos y animales domésticos, predominantemente caninos, bovinos y suinos, incluyendo animales silvestres, todos estos eliminan el microorganismo por la orina llegando a presentar una enfermedad leve y autolimitada, hasta una enfermedad mortal que incluye insuficiencia multiorgánica; el roedor es el hospedero más importante ya que se encuentra asociado ecológicamente con el humano en mayor medida (Adler & De la Peña Moctezuma, 2010). Esta infección puede ser transmitida al humano por medio del contacto directo o indirecto de mucosas o piel erosionada con orina de animales infectados o superficies de agua contaminadas, incluyendo lodo o agua en lagos, ríos y arroyos; de igual forma, la ingestión de agua o inhalación de aerosoles puede resultar en infección (Sarkar et al., 2012).
Existen condiciones que favorecen la transmisión como el clima, la presencia y contacto con otros animales reservorios, las prácticas de agricultura, las condiciones sanitarias del ambiente y las prácticas de higiene. En el ganado bovino es una patología que afecta a todas las producciones tanto de carne, leche y doble propósito (Alarcón et al., 2014). La supervivencia de las Leptospiras en el medio depende, en gran medida, de la variación de las condiciones del suelo y del agua contaminada; es muy susceptible a la desecación y a los cambios de pH que se alejan de la neutralidad o de la alcalinidad moderada (Romero-Borges et al., 2016).
La humedad es el factor más importante que rige la persistencia del microorganismo en camas o suelo; el microorganismo sobrevive en agua superficial por mucho tiempo, y es más prolongado el período de supervivencia si se trata de agua estancada donde pueden permanecer tres semanas, 180 días en agua dulce y hasta cerca de un año en soluciones viscosas, como lodos con bajo contenido de materia orgánica; no sobreviven en agua salada, aunque se sabe que en agua corriente sobreviven hasta por 15 días (García-González et al., 2013).
En humanos la leptospirosis clínica se manifiesta con fiebre abrupta, dolor de cabeza, enrojecimiento conjuntival, fotofobia, ictericia, náuseas y vómito (Lin et al., 2008; Shimizu et al., 2014). Los signos clínicos pueden ser totalmente variables y están asociados con el serovar adaptado al hospedero, por ejemplo el serovar hardjo es el más frecuente en bovinos en Norte América, el cual resulta en la presentación de la enfermedad, sin embargo, otros serovares pueden estar asociados con la infeccion por leptospirosis incluyendo icterohaemorrhagiae, bratislava, pomona, canicola y grippotyphosa.
Los bovinos son comúnmente infectados con Leptospiras patógenas, al igual que los roedores, estos excretan la bacteria en la orina durante algún tiempo después de la infección y pueden llegar a transmitir el patógeno de animal a animal o de animal a humano (García et al., 2015). En hembras bovinas los signos de leptospirosis incluyen falla reproductiva, aborto, mortinatos, momificación fetal, terneros débiles, agalactia transitoria e infertilidad. La manifestación crónica de la enfermedad ha sido vista en caballos como uveítis recurrente (Rohrbach et al., 2005), pero no es única de esta especie y puede presentarse ocasionalmente en humanos.
El objetivo de esta investigación fue determinar la prevalencia de Leptospira spp. en humanos y bovinos del municipio de Toca (Boyacá) mediante la ténica de microaglutinación (MAT) e identificar los serovares de Leptospira presentes en trabajadores y bovinos de hatos lecheros.
Materiales y Métodos
Área de estudio
La investigación se realizó en el municipio de Toca (Boyacá), uno de los principales municipios productores de leche del departamento. Las coordenadas geográficas son latitud 5º33’ N y longitud 74°11’ O. Posee una población de 8.749 habitantes, con una densidad de 53 hab/km². Limita al norte con Tuta, al sur con Siachoque, por el oriente con Pesca y al occidente con Tuta y Chivatá. Su extensión total es de 165 km². La altitud de la cabecera municipal es de 2810 msnm, con una temperatura media de 13ºC (Alcaldía de Toca, 2013).
Población de estudio
Mediante un muestreo por conveniencia se incluyeron en el estudio trabajadores de fincas lecheras y hembras bovinas pertenecientes a estas. Se seleccionaron 6 hatos representativos de lechería bovina ubicados en el municipio de Toca (Boyacá).
Bovinos. Se tomaron 133 muestras de hembras en producción de la raza Holstein y Normando, seleccionadas aleatoriamente, con un promedio de edad superior a los 33 meses. Se recolectaron 10 ml de sangre de la vena coccígea caudal, usando tubos tapa roja.
Humanos. Se tomaron 37 muestras de operarios, 11 mujeres y 26 hombres que estaban presentes al momento del muestreo, cuya edad se encontraba entre los 22 y 50 años. La totalidad de la muestra correspondió a operarios de fincas que habían tenido contacto frecuente con los bovinos muestreados. Según información proporcionada al momento de la toma de muestras, ninguno de ellos utilizaba protección personal para la rutina de ordeño, tampoco se reportó la presencia de sintomatología clínica compatible con la enfermedad ni haberla presentado con anterioridad al estudio. Tras la firma del consentimiento informado, se procedió a extraer a cada uno de ellos 10 ml de sangre por venopunción aséptica.
Procesamiento de muestras
Posterior a la toma de sangre, esta se transportó en cavas de refrigeración hasta la llegada al Laboratorio de Parasitología de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia para su centrifugación. El suero resultante se congeló a -20°C hasta su análisis. Se empleó la técnica de Microaglutinación-lisis (MAT) como prueba de referencia recomendada por la OMS para leptospirosis (WHO, 1997). Se evaluó la presencia de anticuerpos contra L. interrogans, en el suero de los individuos y bovinos. Los títulos de sueros reactivos estuvieron en un rango entre 1:50 y 1:1600, a partir de diluciones seriadas que se iniciaron en concentraciones de 1:20.
Los serovares investigados fueron icterohaemorrhagiae, pomona, hardjo, canicola, sejroë y autumnalis según estudios realizados previamente en la zona (Bermúdez et al., 2010). Se consideró positiva la dilución al observar en el microscopio de campo oscuro y con objetivo de 10 x una aglutinación del 50% o más de Leptospiras; tomando como referencia el control positivo, todas las pruebas se consideraron positivas con títulos ≥1:20 según lo registra la literatura (Pedraza et al., 2012; Betancur-Hurtado et al., 2013).
Análisis estadístico
El estudio realizado fue observacional y descriptivo, de corte transversal, con el fin de determinar la prevalencia de la leptospirosis enmarcada en un sistema de producción específico de lechería y su posible presentación en los operarios de estas fincas. Se realizó un análisis descriptivo y se aplicó prueba exacta de Fisher para determinar la relación existente de humanos y bovinos con los serovares encontrados. Los datos se analizaron con el paquete estadístico Epi Info 7.2®, tomando un nivel de significancia estadística de P<0,05.
Consideraciones éticas
Para el desarrollo de la investigación se obtuvo el consentimiento informado de los participantes, siguiendo un procedimiento de toma de muestras en humanos y bovinos revisado y autorizado por el Comité de Ética e Investigaciones de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia.
Resultados y Discusión
Se realizó un análisis descriptivo para determinar la seroprevalencia de Leptospira spp. Los hallazgos del presente estudio confirmaron la exposición de Leptospira en humanos cuya prevalencia fue de 29,7% (11/37), los cuales fueron positivos a varios serovares, siendo sejroë el único serovar que se encontró negativo en humanos (Tabla 1). Este resultado fue similar al encontrado en trabajadores de las plantas de beneficio en Boyacá, donde se evidenció la presencia del patógeno en un 35%, y los individuos se encontraban sanos, sin signos consistentes con la infección (Pedraza et al., 2012), confirmando que existe una exposición a la enfermedad en trabajadores asociados con el área agropecuaria del departamento. Otros estudios realizados en Colombia, han reportado prevalencias del 23,3% en Cali (1:800) (Astudillo et al., 2009), 20,6% en barrios periféricos de Cali (1:50) (Ferro et al., 2006), mientras que en Córdoba y Antioquia se realizó la detección de anticuerpos IgM anti-Leptospira encontrando 13,1% (Nájera et al., 2009) y 14,1% (Arroyave et al., 2013) respectivamente. Lo anterior, permite focalizar poblaciones específicas con seropositividad e idenficar el posible riesgo de leptospirosis en humanos.
Investigaciones en Colombia han reportado la presencia de leptospirosis. En Villavicencio (Meta), se encontró una prevalencia de 21% en ordeñadores de bovinos doble propósito (Góngora et al., 2008), mientras que en Sucre se encontró un 13,3% en personas que se desempeñaban como jornaleros, profesionales del campo y ordeñadores, entre otros, donde este último tuvo mayor prevalencia (6,7%) con respecto a los demás oficios (Ríos et al., 2008). Esto indica que la fuente de infección de los ordeñadores, especialmente, podría provenir del estrecho contacto con la orina y leche de los animales infectados, debido a que la transmisión se puede realizar a través del contacto directo o indirecto con mucosas o piel lesionada, resaltando la escasa protección que usan los trabajadores al momento del ordeño. Sin embargo, este resultado obtenido en Sucre es bajo posiblemente porque usaron ELISA IgM como técnica diagnóstica que posee menor sensibilidad que la ténica de MAT usada en el estudio en Toca, la cual posee mayor sensibilidad y especificidad para el diagnóstico de leptospirosis (Swapna et al., 2006).
El serovar de mayor prevalencia en humanos fue canicola con 10,8%, seguido de los serovares icterohaemorrhagiae, pomona y autumnalis con una prevalencia de 5,4% para cada uno, similar a un estudio realizado en la región del Urabá antioqueño colombiano, donde se encontró en humanos la presencia de los serovares pomona, icterohaemorrhagiae y canicola, estos dos últimos asociados con la presencia de roedores y caninos (Agudelo-Flórez et al., 2007). De igual forma en Bogotá D.C., en el Centro de Zoonosis, el serovar de mayor prevalencia en humanos fue canicola, seguido de copenhageni, australis y pomona, tal como los serovares identificados en este estudio (Gallego et al., 2008). Dichos estudios no fueron realizados con población en riesgo ocupacional, sino en población urbana, sin embargo, registran la exposición de serovares asociados a la presencia de caninos y roedores.
Si bien no se cuenta con otros estudios realizados en el municipio de Toca o en comunidades rurales del departamento de Boyacá para conocer el estado previo de la enfermedad, es claro que el índice de seroreactividad a Leptospira interrogans en esta zona es bastante alto, lo cual es motivo de alerta, ya que esta patología en humanos carece de elementos diagnósticos inmediatos que permitan confirmar la presencia de la enfermedad una vez que se sospecha y su diagnóstico diferencial se hace difícil, ya que en ocasiones cursa de forma asintomática o puede ser confundida con otras patologías que poseen cuadros febriles similares (Naotunna et al., 2016).
Se establecieron intervalos de edad entre las personas estudiadas. En el grupo 1 (22 a 36 años) se encontraron los serovares pomona y autumnalis, en el grupo 2 (37-50 años) se encontraron icterohaemorrhagiae, pomona, hardjo, canicola y autumnalis, en el grupo 3 (>50 años) se encontró el serovar sejroë (Tabla 2).
En el género femenino se encontró una prevalencia de 36,3% con los serovares pomona 18,2%, canicola y hardjo con 9,1%, mientras que en el género masculino se encontró una prevalencia de 26,9% con tres serovares: icterohaemorrhagiae 7,7%, canicola 11,5% y autumnalis 7,7%. El serovar encontrado en ambos géneros fue canicola.
Se encontró una ligera diferencia en la prevalencia de leptospirosis según el género de los trabajadores que participaron, siendo mayor en los hombres del estudio, lo que concuerda con Johnson et al. (2004) y Agudelo-Flórez et al. (2007), quienes han encontrado que los hombres tienen mayor prevalencia debido a los trabajos específicos del género que desempeñan. Sin embargo, algunos estudios en Colombia demuestran que la seroprevalencia de la enfermedad es similar en hombres y mujeres. Lo anterior, debido a que los trabajos que se derarrollan en el área rural son similares, y en el caso de las explotaciones lecheras del departamento de Boyacá las mujeres desarrollan actividades del mismo nivel que los hombres y juegan un papel muy importante en la economía rural, lo que ha llevado a las mujeres a este tipo de exposición natural a la enfermedad.
El serovar de mayor importancia en mujeres fue pomona y en hombres canicola, este último encontrado en ambos géneros. Estos resultados difieren con un estudio en Colombia donde el serovar de mayor reactividad fue icterohaemorrhagiae. Los resultados obtenidos en este trabajo concuerdan con otros estudios realizados respecto a la presencia de la enfermedad en cuanto a género y edad de los humanos (Astudillo et al., 2009), sin embargo, los hombres jóvenes padecen la enfermedad con mayor frecuencia debido a la exposición que se presenta (Naotunna et al., 2016).
La prevalencia en bovinos de Toca fue del 54,2% (64/133), encontrándose seropositividad de todos los serovares estudiados. En contraste, un estudio realizado en la zona andina del país registra una prevalencia del 60,9% en bovinos en producción (Ochoa et al., 2000), lo cual representa un cifra elevada y confirma la circulación de la bacteria en las producciones bovinas de la región, indicando que existen las condiciones adecuadas para la presencia de la bacteria y una exposición natural a esta, la cual podría significar en algún momento un cambio en la situación epidemiológica generada a partir de individuos susceptibles, evidenciando el riesgo que existe por la circulación de serovares entre las especies, incluyendo al hombre que se encuentra en estrecho contacto con estas.
En otros países, como México, la prevalencia de leptopirosis en bovinos es del 31,1% (Moles et al., 2002), en Venezuela 48% (Alfaro et al., 2004) y en Nigeria 10,98% (Ochefije et al., 2012), demostrando la existencia y circulación de la enfermedad en diferentes países. Entre tanto, los serovares de mayor prevalencia en bovinos fueron pomona (13,5%) y icteroahemorrhagiae (11,3%), resaltando la importancia de este último en la salud humana y animal, canicola (8,3%), autumnalis (8,3%), sejroë (6,8%) y por último hardjo (6,05%). Sin embargo, la prevalencia de cada serovar difiere en gran medida de la zona donde se realice el estudio. En países como México los serovares hardjo, wolffi y tarassovi ocupan los primeros lugares de seroprevalencia (Moles et al., 2002).
Mediante la prueba de Fisher se determinó que no existía asociación entre el paciente y el serovar (P≥0,05) (Tabla 3), es decir, que los diferentes serovares se pueden presentar tanto en bovinos como en humanos, esto puede deberse al mayor contacto entre los bovinos y elementos contaminados por orina o secreciones de animales silvestres, roedores o caninos, todos ellos en una condición ya sea de portadores, enfermos o convalecientes. Además, se encontró que tanto humanos como bovinos tienen 1,3 veces más probabilidad de presentar el serovar canicola, con respecto a los otros serovares donde el valor de Odds Ratio fue menor a 1. Cabe resaltar que este serovar fue el más prevalente en humanos, lo cual haría pensar en la probabilidad de contagio por medio de secreciones de perros presentes en las fincas, pues ellos representan un reservorio natural (Pulido-Villamarín et al., 2014). Esta afirmación contrasta con la determinación de la actividad ganadera como uno de los mayores factores de riesgo a leptospirosis asociada al serovar hardjo, dado que el ganado es su hospedador de mantenimiento (Dechner, 2014). En cuanto al serovar sejroë, no se pudo establecer ningún tipo de asociación, debido a que los humanos fueron negativos al serovar.
Conclusiones
Los resultados demuestran la presencia de Leptospira spp. y la exposición a distintos serovares en animales y humanos, resaltando el riesgo que puede representar el desarrollo de labores pecuarias sin medidas de protección laboral. Se destaca la importancia de realizar investigaciones más avanzadas, con el fin de entender la epidemiología de la leptospirosis en la región, debido a que falta claridad y además existe amenaza de una mayor adaptación de esta en el medio debido a las condiciones climáticas de la zona; resaltando la influencia de los cambios climáticos globales, que son factores predisponentes para enfermedades endémicas e incluso pandémicas.
Agradecimientos
A la Secretaría de Salud de Boyacá por su aporte económico para la realización de este proyecto, y a la ingeniera Zoraida Cruz por sus valiosos aportes y su colaboración desde el inicio del proyecto hasta su fase final.
Referencias bibliográficas
Cómo citar: Pulido-Medellín, M.; Díaz-Anaya, A.; Giraldo-Forero, J. Determinación de Leptospira spp. en humanos y bovinos pertenecientes al municipio de Toca, Boyacá. Revista Veterinaria y Zootecnia, v.11, n.2, p.55-66, 2017. DOI: 10.17151/vetzo.2017.11.2.5
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Seroprevalencia de paratuberculosis (Mycobacterium avium subsp. paratuberculosis) en un hato de lechería especializada del altiplano norte de Antioquia, Colombia1
ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN
Sebastián Jaramillo-Moreno1, Manuel Alejandro Montoya-Zuluaga1, Juan Steven Uribe-Santa1, Nicolás Fernando Ramírez-Vásquez1, Jorge Arturo Fernández-Silva1
1 Epidemiología y Salud Pública Veterinaria, Grupo Centauro, Escuela de Medicina Veterinaria, Facultad de Ciencias Agrarias, Universidad de Antioquia –UdeA–. Medellín, Colombia.
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Recibido: 6 de Marzo de 2017 y aprobado: 2 de Junio de 2017, Actualizado: 5 de Septiembre de 2017
DOI: 10.17151/vetzo.2017.11.2.3
RESUMEN: El objetivo de este estudio fue determinar la seroprevalencia de paratuberculosis (Mycobacterium avium subsp. paratuberculosis) y explorar los factores individuales de vaca asociados al estatus serológico en un hato de lechería especializada ubicado en el altiplano norte de Antioquia, Colombia. Se realizó un estudio observacional analítico seccional cruzado, en el cual se muestreó la totalidad del ganado bovino mayor de dos años de edad (n=83) del hato, del cual se extrajeron muestras de sangre para obtener suero que se analizó por ELISA indirecta en octubre de 2014. El mismo día del muestreo se recolectó información sobre factores individuales de los animales (raza, edad, lote de producción, y número de partos) con la cual se efectuó análisis de la asociación entre los factores individuales estudiados y la seropositividad a MAP por medio de la prueba de Chi cuadrado y la prueba de Fisher. La seroprevalencia aparente a MAP del hato fue del 17%. La exploración de factores individuales o de animal asociados a los resultados de ELISA, arrojó asociación estadística significativa entre la seropositividad a MAP y la raza. La seroprevalencia de MAP se ha incrementado en los últimos años en el hato, lo que puede relacionarse con la ausencia de un programa de control.
Palabras clave: ELISA, factores de riesgo, ganado vacuno, infecciones bacterianas.
Seroprevalence of paratuberculosis (Mycobacterium avium subsp. paratuberculosis) in a specialized dairy herd of the northern high plateau of Antioquia, Colombia
ABSTRACT: The aim of the study was to determine the seroprevalence of paratuberculosis (Mycobacterium avium subsp. paratuberculosis) and explore individual cow factors associated to the serological status in a specialized dairy herd located in the northern high plateau of Antioquia, Colombia. An observational analytic cross-sectional study was performed in which all cattle over two years of age (n=83) in the herd was sampled for blood in order to obtain serum, which was analyzed by indirect ELISA in October 2014. On the same day of the sampling, individual factors data (breed, age, production lot, and parity) were collected, and an association between the individual factors studied and MAP-seropositivity was analyzed using Pearson Chi square test and Fisher test. The apparent MAP seroprevalence in the herd was 17%. The exploration of individual or animal factors associated with ELISA results yielded a statistical significant association between MAP seropositivity and the breed. MAP seroprevalence in the herd has increased in the last years, which can be related to the absence of a control program.
Key words: bacterial infections, cattle, ELISA, risk factors.
Introducción
La paratuberculosis (PTB) o enfermedad de Johne es una inflamación crónica granulomatosa del tracto intestinal causada por Mycobacterium avium subsp. paratuberculosis (MAP) el cual es un patógeno intracelular, ácido-alcohol resistente y anaerobio facultativo (Sweeney et al., 2012). La enfermedad de Johne afecta principalmente a los rumiantes domésticos y es de distribución mundial. La enfermedad se transmite principalmente por vía fecal-oral, pero también puede transmitirse por el calostro, la leche, la vía transplacentaria, el semen de machos positivos y los embriones contaminados (Buergelt et al., 2004; Bielanski et al., 2006; Collins & Manning, 2010). Los signos clínicos de la enfermedad de Johne en el ganado son diarrea crónica, pérdida de peso y edema, debido a la hipoproteinemia causada por la enteropatía que lleva a la pérdida de proteína (Sweeney et al., 2012).
La enfermedad puede causar pérdidas económicas sustanciales a la industria ganadera por el incremento en el descarte prematuro, el descenso en el rendimiento lechero, la reducción en la eficiencia de la conversión alimenticia, la reducción en los valores al sacrificio, el incremento en la susceptibilidad a otras enfermedades, los costos de mortalidad, los asociados al reemplazo, la infertilidad, el costo del diagnóstico, los costos veterinarios, el impacto en el bienestar animal y asuntos relacionados con la salud pública (Garcia & Shalloo, 2015).
Para determinar el estatus de MAP en un hato o determinar su prevalencia se pueden aplicar estrategias diagnósticas como la detección del agente a partir de muestras ambientales (estiércol recolectado, tanque estercolero, suelo, etc.), el análisis de muestras de animales individuales (casi siempre vacas mayores de 36 meses) por ELISA (en suero o leche), o muestras de materia fecal individual para detección del microorganismo tomadas de cada animal en el hato, de un subconjunto de animales seleccionados ya sea aleatoriamente o teniendo en cuenta ciertas características (edad, apariencia/condición corporal) (Sweeney et al., 2012).
Por casi un siglo se ha debatido intensamente si MAP podría causar la enfermedad de Crohn humana, o si este microorganismo es solo un hallazgo incidental sin importancia clínica en esta enfermedad. La relación causal, si alguna existe, no está completamente entendida y no ha sido enteramente aceptada (Calderón & Góngora, 2008; Waddell et al., 2015).
Según Raizman et al. (2011) conocer la prevalencia en un hato es importante debido a que esta es un parámetro clave en el desarrollo de estrategias de evaluación y control de la enfermedad, teniendo en cuenta que, para documentar los cambios de la prevalencia en el tiempo de forma válida, se debe usar la misma prueba en cada evaluación subsecuente del hato (Collins et al., 2006). Adicionalmente, la implementación de estrategias de manejo específicas en las fincas lecheras para reducir la transmisión intrahato depende de su estimación previa, la cual es útil para valorar el progreso en los programas de control (Raizman et al., 2011). La prevalencia intrahato incrementa gradualmente hasta 50% después de cada 20 años sin ningún esfuerzo de control, por lo que esta es la medida de éxito de cualquier programa de control (Raizman et al., 2011).
En Suramérica y el Caribe pocos estudios han reportado prevalencias regionales o nacionales, y se ha estimado que la prevalencia a nivel animal y a nivel hato de paratuberculosis en la región oscila entre 2,7 y 72%, y entre 18,7 y 100%, respectivamente (Fernández-Silva et al., 2014). En Colombia, la enfermedad de Johne fue diagnosticada por primera vez en 1924, en la hacienda El Hato en Usme, Cundinamarca (Vega, 1947). A partir de esa fecha se han realizado varios estudios sobre la enfermedad, su agente causal y factores de riesgo asociados en bovinos, en varios departamentos del país y empleando diferentes pruebas diagnósticas para su detección (De Waard, 2010; Fernández-Silva et al., 2011a; Fernández-Silva et al., 2011b; Benavides et al., 2016; Correa-Valencia et al., 2016; Fernández-Silva et al., 2017). A pesar de esto no se cuenta con estudios sobre la prevalencia de la enfermedad para el hato bovino nacional o sobre prevalencias departamentales. En Colombia el Instituto Colombiano Agropecuario considera a la paratuberculosis como una enfermedad de denuncia obligatoria y común a varias especies animales (ICA, 2015).
El objetivo de este estudio fue determinar la seroprevalencia de MAP basada en ELISA, compararla con estimaciones previas usando la misma técnica diagnóstica, y explorar los factores asociados al estatus serológico en un hato de lechería especializada ubicado en el municipio de San Pedro de Los Milagros, altiplano norte de Antioquia, Colombia.
Materiales y Métodos
Tipo de estudio
Se realizó un estudio observacional analítico seccional cruzado (Dohoo et al., 2010).
Localización
La granja en la cual se encuentra el hato está ubicada en la vereda Monterredondo, municipio de San Pedro de Los Milagros, región del altiplano norte del departamento de Antioquia, Colombia, a 3 km de la cabecera municipal y a 41 km de Medellín. La granja está ubicada a una altura entre 2350 a 2500 msnm, en zona de vida de bosque húmedo montano bajo, precipitación anual de 1575 mm, humedad relativa del 72% y una temperatura promedio de 15°C. Al momento del muestreo, el hato tenía el estatus sanitario libre de brucelosis y tuberculosis, además de estar certificado en buenas prácticas ganaderas.
Población en estudio y tamaño de muestra
La totalidad del ganado bovino mayor de dos años de edad del hato (n=83) fue muestreado en el estudio. Todos los animales estaban asintomáticos para PTB al momento del muestreo. El número total de animales en el hato a la fecha del muestreo fue de 118.
Toma de muestras
De cada bovino se tomó una muestra sanguínea por una sola vez. Las muestras de sangre se recolectaron en el mes de octubre de 2014 y se obtuvieron de la vena coccígea, previa limpieza y desinfección local con alcohol antiséptico. Las muestras se tomaron en tubo sin anticoagulante, se dejaron a temperatura ambiente para facilitar la retracción del coágulo y posteriormente se centrifugaron a 2000 rpm por 5 min, con el fin facilitar la extracción del suero. Posteriormente, el suero fue transportado en refrigeración hasta su llegada al Laboratorio Clínico y de Serología de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad de Antioquia en Medellín, donde fueron congeladas a -20ºC hasta su análisis posterior por medio de la prueba de ELISA.
Prueba de ELISA
La prueba de ELISA se realizó empleando el kit comercial ID Screen Paratuberculosis Indirect, Screening test (ID VET, Grabels, Francia) según el protocolo del fabricante. La sensibilidad y especificidad de este kit comercial se ha estimado en dos estudios que han evaluado su desempeño comparativamente con otras pruebas en ganado lechero. Sensibilidad 41,5% (95% IC 28,1-55,9) y especificidad 99,42% (97,92-99,93) (Fry et al., 2008) y sensibilidad 58,2% (49,0-67,4) y especificidad 99,3% (96,3-100) (Köhler et al., 2008).
Exploración de factores asociados
Para la exploración de la asociación entre los factores de individuo y el resultado individual de ELISA, se recolectó información sobre las variables edad, raza, lote de producción e información sobre el número de partos. Los datos se almacenaron en hojas de Excel y luego se exportaron al software estadístico Stata 12.0 para su análisis. La base de datos se examinó en búsqueda de entradas biológicamente no plausibles y aquellos datos erróneos fueron descartados o removidos. Para el análisis estadístico, la variable edad se recategorizó en las categorías ≤4 años y >4 años, la variable raza se recategorizó en las categorías Holstein y No Holstein, la variable lote de producción se recategorizó en las categorías “Producción” (alta, media y baja) y “No producción” (transición, horra y novilla de vientre), y la variable número de partos se recategorizó en las categorías ≤2 partos y >2 partos (Tabla 1). Con la información de las variables y el resultado del ELISA se efectuó análisis de la asociación de los factores individuales del animal con la seropositividad a MAP, esto último por medio de la prueba de Chi cuadrado de Pearson y para aquellas variables que presentaban menos de cinco datos en al menos una celda en la tabla de contingencia de los valores esperados, se utilizó la prueba exacta de Fisher. Se estableció un nivel de significancia de P<0,1.
Consideraciones éticas
El presente estudio cumple con los lineamientos establecidos por el Comité de Ética para la Experimentación con Animales de la Universidad de Antioquia (Acta No. 87 del 30 de enero de 2014).
Resultados y Discusión
Al momento de la recolección de la información no se pudieron encontrar registros sobre todas las variables de interés en todos los 83 animales mayores de dos años muestreados. Por esta razón, los análisis de cada variable se presentan teniendo en cuenta el número de observaciones para cada una, que corresponden al número de animales con datos disponibles sobre la variable al momento del muestreo. Setenta y siete animales tenían datos disponibles sobre edad. Para esta variable el promedio fue de cinco años (Desviación estándar (DE) = 2,6, rango: 2-12). Setenta y ocho animales tenían datos disponibles sobre raza, de los cuales, el 87,2% fueron de raza Holstein y el restante 12,8% fueron de otras razas diferentes a Holstein. Setenta y ocho animales tenían datos disponibles sobre lote de producción de leche, de los cuales tenían distribuciones de 33,3; 16,7; 20,5, 9; 15,4, y 5,1% para los lotes de producción de leche de alta, media, baja, transición, horra y novilla de vientre, respectivamente. Setenta y siete animales tenían datos disponibles sobre número de partos. Para la variable número de partos, el promedio fue de 2,6 partos (DE = 2,3, rango: 0-10) (Tabla 1).
El 17% (14/83) de las muestras recolectadas fueron positivas a la presencia de anticuerpos contra MAP, mientras que el 83% (69/83) fueron negativas. El 3,6% (3/83) de los animales arrojó resultados clasificados por la prueba de ELISA como dudosos, los cuales se consideraron como positivos y están incluidos dentro estos últimos. En consecuencia, la seroprevalencia aparente del hato fue del 17% (IC 95% 12,5-21,3). La comparación de los resultados de seroprevalencia obtenidos en el hato usando el mismo ELISA absorbido en la población bovina adulta, revela un aumento en la seroprevalencia del 2,7% (Fernández-Silva et al., 2011b) al 17% (este estudio) de 2009 a 2015. Este aumento de más de 14 puntos porcentuales en la seroprevalencia del hato en seis años, confirma que sin ningún esfuerzo de control la prevalencia a paratuberculosis de un hato incrementa hasta 50% después de cada 20 años (Raizman et al., 2011). Aunque se implemente una estrategia de diagnóstico y descarte de animales adultos infectados, la prevalencia de este hato continuaría aumentando en los próximos años, mientras no se instaure un programa de control que contemple el mejoramiento drástico de la higiene desde el primer día de nacimiento de los terneros (Groenendaal et al., 2002) y si no se eliminan vacas seropositivas e inclusive sus hijas, en especial en un hato como este con un alto nivel de prevalencia (>5%) (Nielsen et al., 2016).
La exploración de factores individuales o de animal asociados a los resultados de ELISA, arrojó asociación estadística significativa entre la seropositividad a MAP y la raza en el test exacto de Fisher (p<0,1). Para las variables edad, lote de producción de leche y número de partos no se observó asociación estadística. La raza ha sido reportada como factor asociado a la seropositividad a MAP en estudios previos en ganado lechero usando ELISA como prueba diagnóstica (Gasteiner et al., 1999; Jakobsen et al., 2000; Sorge et al., 2011). Los efectos y las diferencias de la raza han sido estudiados y descritos en diferentes poblaciones bovinas y juegan un papel fundamental en la genética de la resistencia a las enfermedades y pueden ser usados como una herramienta para el control de paratuberculosis (Van Hulzen et al., 2011; Vir Sihng et al., 2013).
Conclusiones
La seroprevalencia aparente a MAP del hato fue del 17%. La exploración de factores individuales o de animal asociados a los resultados de ELISA, arrojó una posible asociación entre la seropositividad a MAP y la raza. La seroprevalencia de MAP se ha incrementado en los últimos años en el hato, lo que puede relacionarse con la ausencia de un programa de control.
Agradecimientos
Al Departamento de Formación Académica de Haciendas de la Facultad de Ciencias Agrarias, UdeA. A Laura Vásquez Jaramillo, a Colciencias (convocatoria 617 de 2013) y al grupo Centauro (Estrategia de Sostenibilidad CODI 2013-2014) de la UdeA.
Conflictos de intereses
El manuscrito fue preparado y revisado con la participación de todos los autores, quienes declaramos que no existe conflicto de intereses que ponga en riesgo la validez de los resultados presentados.
Referencias bibliográficas
1 Financiado por Colciencias (convocatoria 617 de 2013) y el grupo Centauro (Estrategia de Sostenibilidad CODI 2013-2014) de la Universidad de Antioquia.
Cómo citar: Jaramillo-Moreno, S.; Montoya-Zuluaga, M.A.; Uribe-Santa, J.S.; Ramírez-Vásquez, N.F.; Fernández-Silva, J.A. Seroprevalencia de paratuberculosis (Mycobacterium avium subsp. paratuberculosis) en un hato de lechería especializada del altiplano norte de Antioquia, Colombia. Revista Veterinaria y Zootecnia, v.11, n.2, p.24-33, 2017. DOI: 10.17151/vetzo.2017.11.2.3
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