Diarrea neonatal bovina en un hato del altiplano norte de Antioquia (Colombia), un estudio descriptivo1
ARTÍCULO DE
(Recibido: 26 de Noviembre de 2014 Aprobado: 22 de Abril de 2015 Actualizado: 03 de julio de 2015)
DOI: 10.17151/vetzo.2014.8.2.9
RESUMEN: La diarrea neonatal bovina es una enfermedad cuya etiología puede ser infecciosa o no infecciosa, afecta los neonatos bovinos especialmente durante las tres primeras semanas de vida y causa serias pérdidas económicas en el sector lechero a nivel mundial. En este estudio se describió la enfermedad en un hato de producción lechera en el altiplano norte de Antioquia. Se evaluó una cohorte de 60 terneros durante su primer mes de vida mediante examen clínico, análisis hematológicos, de serología, y ELISA en materia fecal para Cryptosporidium parvum, rotavirus bovino tipo A, coronavirus bovino y E. coli K99. Adicionalmente, se estimó la concentración de inmunoglobulinas en el calostro suministrado y la transferencia pasiva de inmunoglobulinas. Se encontraron proporciones de morbilidad por diarrea de 94,92%, mortalidad general de 17,58% y letalidad del 15,79%. Entre los animales enfermos se encontró un porcentaje de 89,47%, 47,37%, 7,02% y 0% para cada agente patógeno respectivamente. Se evidenció un alto porcentaje de animales con linfocitos reactivos, lo que indica la infección con agentes parasitarios o virales. Los resultados obtenidos en este estudio sugieren que puede existir circulación de agentes involucrados en la diarrea neonatal bovina en la zona, lo que genera preocupación por el desconocimiento del estatus sanitario del altiplano norte de Antioquia en general.
Palabras clave: Cryptosporidium parvum, ELISA, inmunidad pasiva, rotavirus bovino
Bovine neonatal diarrhea in a herd in the Northern Antioquia (Colombia) Highlands, a descriptive study
ABSTRACT: Bovine neonatal diarrhea is a disease, with etiology that can be infectious or non-infectious, which affects calves during the first three and causes serious economic losses in the dairy industry worldwide. This study describes the disease in a dairy herd in the Northern Antioquia Highlands. A cohort of 60 calves was evaluated during the first month of life through clinical examinations, haematological and serology analysis, and ELISA in fecal samples to detect Cryptosporidium parvum, bovine rotavirus type A, bovine coronavirus and E. coli K99. Additionally, the concentration of immunoglobulin in the colostrum administered and the passive transfer of immunoglobulin were estimated. Proportions of morbidity because of diarrhea were 94.92%, general mortality 17.58%, and lethality 15.79%. Among the group of sick animals 89.47%, 47.37%, 7.02% and 0% were found for each pathogenic agent respectively. A high percentage of animals with reactive lymphocytes were observed which indicates parasitic or viral infection. The results obtained from this study suggest that circulation of agents involved in bovine neonatal diarrhea can exist in the area, which generates concern because of the unknown sanitary status in the Northern Antioquia Highlands.
Key words: bovine rotavirus, Cryptosporidium parvum, ELISA, passive immunity
Introducción
La diarrea neonatal bovina (DNB) genera pérdidas económicas en la industria láctea debido a la alta morbilidad, retraso en el crecimiento y los altos costos en el tratamiento (Lundborg et al., 2005; Afshari et al., 2012; Aguirre, 2012). Es un cuadro clínico gastrointestinal común y complejo que afecta a los animales recién nacidos, especialmente durante la segunda y tercera semana de vida, donde se presentan alrededor del 70% de los casos (Baquero-Parrado, 2008; Hernández, 2010). Este complejo es causado por una gran variedad de condiciones (ambientales, nutricionales, genéticas); y, por lo general, no es exclusivo de un solo agente; de esta manera, su presentación está influenciada por las características intrínsecas del animal, su estatus nutricional e inmunológico, el manejo del hato, el medio ambiente y la variedad de agentes infecciosos involucrados (Hernández, 2010; Pardo, 2012).
Históricamente, la DNB ha sido atribuida principalmente a los agentes infecciosos: rotavirus bovino tipo A (RVB-A), coronavirus bovino (CVB), virus de la diarrea viral bovina (VDVB), Salmonella spp., Escherichia coli (K99), Clostridium perfringens tipo C, Cryptosporidium parvum y otras especies de Coccidia sp. (Cho et al., 2013). La transmisión de estos agentes ocurre por vía oral-oral en los primeros días de vida cuando el neonato consume calostro directamente de la madre infectada o permanece en lugares donde la vaca ha defecado. El principal síntoma de los individuos afectados es diarrea de consistencia blanda o líquida, en algunos casos es de tipo hemorrágico (Ganaba et al., 1995; Trotz-Williams et al., 2007; Boileau & Kapil, 2010). En general, la diarrea ocurre por mala absorción debido al daño completo de la célula epitelial infectada, a la alteración de los mecanismos de absorción o al aumento de las secreciones celulares, siendo en este último caso una diarrea por hipersecreción. Otros síntomas clínicos incluyen depresión, debilidad, anorexia y deshidratación que puede variar entre 8 y 10%, además de alteraciones de los parámetros sanguíneos, como aumento del volumen del paquete celular y el conteo de leucocitos totales, lo cual sugiere deshidratación. Además, hay reportes de neutrofilia y leucocitosis en estadios tempranos de la diarrea (Malik et al., 2013). En 6 a 12 horas se pueden producir desequilibrios electrolíticos donde predominan la hiperkalemia e hiponatremia, acidosis metabólica, insuficiencia circulatoria, shock y muerte (Ganaba et al., 1995; Boileau & Kapil, 2010).
El diagnóstico de los agentes infecciosos se ha realizado a través de diferentes técnicas de laboratorio como aislamiento viral, microscopía electrónica, ELISA, cultivo de bacterias, microscopía directa sobre extendidos de materia fecal con tinción para agentes ácido-alcohol resistentes (Ziehl Neelsen) y técnicas de flotación (Pardo, 2012; Cho et al., 2013). Otras técnicas diagnósticas basadas en la detección de ácidos nucleicos como PCR, RT-PCR e inmunofluorescencia han tenido gran acogida, dado que incrementan la sensibilidad y la rapidez en el diagnóstico (Cho et al., 2013).
El objetivo de este estudio fue caracterizar la enfermedad diarreica neonatal en términos de agentes infecciosos involucrados, parámetros sanguíneos alterados y transferencia de inmunidad pasiva; en bovinos de un hato en una zona de alta producción lechera del departamento de Antioquia (Colombia).
Materiales y Métodos
El estudio fue realizado en un hato especializado de producción de leche ubicado en el municipio de Belmira, en el Norte del departamento de Antioquia (Colombia) en una zona de vida de Bosque húmedo Montano Bajo (Bh-MB), a una altura de 2550 msnm y con temperatura promedio de 14°C (Holdridge, 1967). La pastura predominante es Pennisetum clandestinum.
Los neonatos son separados de las vacas durante el primer día posparto después de consumir calostro y llevados a terneriles, donde conviven con animales de hasta una semana de edad; luego, salen a potrero donde son manejados con animales de hasta un mes de edad. La alimentación consiste en calostro durante los tres primeros días y, posteriormente, cuatro litros diarios de leche hasta los tres meses de edad.
Un grupo de animales (n = 60) (40 hembras y 20 machos), nacidos en el periodo mayo a julio de 2013, fueron observados durante su primer mes de vida. Los animales fueron en un 50% de raza Jersey, 10% Holstein y el restante 40% cruces de las razas Jersey, Holstein y Pardo Suizo.
En la primera hora posparto se colectó de cada madre una muestra de calostro de 450 ml en promedio para el análisis inmediato de inmunoglobulinas. Entre las primeras 56 horas posteriores al nacimiento (Pardo, 2012), a cada neonato se le extrajo una muestra de suero sin anticoagulante, que fue congelada (-20ºC) hasta el análisis de la transferencia pasiva de inmunoglobulinas (TPI).
La definición de caso clínico fue: aquellos terneros con cuadros caracterizados por la excreción de heces fluidas, frecuentes, abundantes; y con anorexia (Pardo, 2012). Se midió el tiempo en días desde el nacimiento hasta el inicio de la diarrea. Una vez detectado el caso y antes del inicio de cualquier tratamiento, se colectaron muestras de materia fecal directamente del recto, las cuales fueron colocadas en frascos de coprológico estériles. Todos los animales fueron muestreados de igual forma al mes de vida para análisis por ELISA. Las muestrasse conservaron en tubos de microcentrífuga a -20°C, para el análisis. Fueron incluidos aquellos animales que presentaron el cuadro clínico, hijos de vacas de dos partos o más. Se excluyeron animales que presentaran cualquier tipo de manifestación clínica de enfermedad diferente a diarrea.
A los animales les fueron tomadas muestras de sangre por punción de la vena yugular y colocadas en tubos con y sin anticoagulante ácido etilendiaminotetraacético (EDTA) para las pruebas hematológicas y químicas respectivamente, se remitieron a la Unidad de Diagnóstico Veterinario de la Universidad de Antioquia para su análisis.
Para el trabajo con los animales se obtuvo aval del Comité de Ética para la Experimentación con Animales de la Universidad de Antioquia, mediante Acta N° 78 del 09 de agosto de 2012.
Para la aproximación a la concentración de inmunoglobulinas en calostro se empleó un calostrómetro (Biogenics, Mapleton, EUA). Se colocaron 500 ml de calostro a 20°C en el recipiente y se siguieron las instrucciones de medición establecidas por el fabricante y reportadas en la literatura, que indica que los resultados pueden ser registrados en mg Ig/ml y con valores cualitativos (excelente, aceptable o pobre calidad) (Harp et al., 1995; Aguirre, 2012).
Para la aproximación a la concentración de inmunoglobulinas séricas se empleó la prueba de precipitación de sulfito de sodio. Se prepararon tres soluciones de sulfito de sodio al 14, 16 y 18% en agua destilada. Posteriormente, se colocaron 1,9 ml de cada solución en tres tubos de ensayo y se adicionó 0,1 ml de suero sanguíneo a cada uno, mezclando muy bien. La interpretación del nivel de inmunoglobulinas séricas se realizó de la siguiente manera: precipitación en los tres tubos (adecuado, ≥1500 mg Ig/dl de suero), en los tubos con 16 y 18% (aceptable, 500-1500 mg Ig/dl de suero), solo en el tubo 18% o ninguna precipitación (pobre o nula, ≤500 mg Ig/dl de suero) (Weaver et al., 2000a; García et al., 2006). Se utilizaron sueros de animales recién nacidos como controles negativos de la prueba, colectados previo al consumo de calostro, mientras que como controles positivos de la prueba fueron utilizados sueros de animales sanos de un mes de edad.
Todas las muestras de materia fecal fueron examinadas mediante ELISA, para el antígeno de cuatro agentes patógenos que han sido reportados como involucrados en la DNB: RVB-A, CVB, E. coli (K99) y C. parvum; usando un kit comercial (Bio-X Diagnostics, Jemelle, Bélgica). El procedimiento se realizó siguiendo las instrucciones del fabricante. La lectura se realizó con el Espectrofotómetro para Microplacas Epoch (BioTek Instruments, Winooski, EUA). La sensibilidad del test para C. parvum, CVB, RVB-A y E. coli (K99) es de 100, 93, 97 y 100% respectivamente, la especificidad es de 88, 96, 100 y 100% en el mismo orden, de acuerdo con el fabricante.
Se analizaron 22 parámetros en el hemograma de las muestras de sangre con anticoagulante (descritos más adelante) y hallazgos celulares anormales como siderocitos, macroplaquetas, cuerpos de Howell-Jolly, linfocitos reactivos, entre otros. El hemograma fue realizado por el método de Impedancia Eléctrica en el equipo Abacus junior VET 5 (Diatron, Budapest, Hungría), adicionalmente se hizo recuento visual por microscopía óptica a un aumento de 1000X sobre el extendido de sangre (Olympus, Tokio, Japón). Los valores de creatinina sérica, urea y aspartato aminotransferasa (AST) fueron medidos por turbidimetría usando el equipo Analyzer A15 (Biosystems, Barcelona, España).
Se realizaron análisis descriptivos de todas las variables en estudio. Se realizó la prueba de Shapiro-Wilk para evaluar distribución normal de los datos y de acuerdo a ello se calcularon medias o medianas, desviaciones estándar e intervalos de confianza del 95%, para las variables: concentración de inmunoglobulinas en calostro, tiempo al inicio de la diarrea, recuento de leucocitos, recuento de linfocitos, recuento de células intermedias, recuento de granulocitos, linfocitos, monocitos, neutrófilos, eosinófilos, basófilos, bandas, recuento de eritrocitos, hemoglobina, hematocrito, volumen corpuscular media, hemoglobina corpuscular media, concentración de hemoglobina corpuscular media, amplitud de distribución eritrocitaria, recuento de plaquetas, plaquetocrito, volumen plaquetario medio, amplitud de distribución plaquetaria, proteínas plasmáticas, creatinina sérica, nitrógeno ureico en sangre, úrea y aspartato aminotransferasa. Se establecieron proporciones para las variables: presencia de macroplaquetas, hipocromía, poiquilositosis, crenocitos, acantocistos, eritroblastos, policromatofilia, cuerpos de Howell-Jolly, siderocitos, agregados plaquetarios, linfocitos reactivos, calidad del calostro y la TPI (excelente, aceptable y pobre o nula), presencia de diarrea, mortalidad, letalidad (cociente entre el número de animales que murieron a causa de la enfermedad y el número de animales enfermos), presencia de cada agente infeccioso, coinfección y diferencia entre lecturas. Todos los análisis fueron realizados en el programa estadístico STATA SE 13.0 (StataCorp, Texas, EUA).
Resultados y Discusión
Al evaluar el calostro de las madres, 57 (95%) tenían calostro de calidad aceptable a excelente y solo tres (5%) presentaron calostro de mala calidad. La prueba de sulfito de sodio arrojó que 54 (89,47%) animales presentaron una absorción de inmunoglobulinas adecuada (concentración aproximada >1500 mg Ig/dl) y solo tres (5,26%) presentaron absorción pobre o nula (concentración aproximada <500 mg Ig/dl).
Se encontró que 57 terneros presentaron diarrea, lo que corresponde a una prevalencia de 94,9%. Todos los casos iniciaron antes de finalizar la segunda semana de vida, el inicio se dio en promedio a los 7,4 días (IC95% 6,87-8,01). Se registró una mortalidad de 10 animales (17,58%). En la Tabla 1 se muestran los resultados del diagnóstico de agentes infecciosos, así como las coinfecciones encontradas. Tres animales (5%) que no presentaron diarrea, fueron negativos a todos los patógenos.
En los análisis de hematología y química sanguínea de los animales que presentaron DNB no se encontraron parámetros alterados cuando se compararon con los valores de referencia del laboratorio. Cuando se compararon con los valores de referencia utilizados por la Unidad de Diagnóstico. Se encontraron agregación plaquetaria (5,88%) y linfocitos reactivos (52,94%).
Como se reporta en la literatura, la DNB en este caso es la principal enfermedad que afecta los terneros durante las primeras semanas de vida. Sin embargo, contrario a otros estudios donde se reporta que el cuadro clínico inicia entre la segunda y tercera semana de vida, la diarrea inició desde la primera semana de vida y todos los casos se presentaron antes de finalizar la segunda semana, con un promedio de inicio de 7,4 días (Trotz-Williams et al., 2008; Baumgartner, 2012).
Según los reportes de la literatura la morbilidad y la mortalidad pueden variar entre estudios, en este caso la morbilidad del 94,92% se encontró por encima de los valores más altos reportados con un 80% en otros países y muy por encima de los valores reportados en estudios realizados en el país donde se reporta como máximo una morbilidad del 37,5% en Antioquia, un 26,10% y 10,3% en la Sabana de Bogotá (Escobar & Oliver, 1997; Pardo, 2012). La mortalidad de igual forma es variable y aunque no es tan alta como lo reportado en otros países donde se habla hasta de un 75% (Von Buenau et al., 2005), sí se encontró con valores más altos comparados con reportes de mortalidad general en terneros durante los primeros meses de vida con un máximo de 11,5% en la Sabana de Bogotá (Pardo, 2012). Esto sugiere que las condiciones de manejo de la granja podrían ser las responsables del incremento de los casos como se ha reportado en la literatura para otros lugares (Trotz-Williams et al., 2007; Pardo, 2012).
Por otro lado, la calidad del calostro no sería una de las causas de estas altas proporciones de morbilidad y mortalidad pues los resultados muestran una adecuada TPI, acorde con lo reportado por varios autores (Weaver et al, 2000b; Wallace et al., 2006; Trotz-Williams et al., 2007). En los casos donde la TPI fue pobre, dos de los terneros murieron. La morbilidad tan alta podría indicar que la diarrea y la respuesta inmunológica por parte del neonato, dependerían de otros factores como las particularidades de los agentes etiológicos involucrados.
En un estudio de la Sabana de Bogotá, al realizar el diagnóstico tanto en animales sanos como enfermos se encontró una proporción de positividad de 38,3%, 19,7%, 7,5% y 0,75% a Cryptosporidium sp., RVB-A, E. coli (K99) y CVB respectivamente, diagnosticados por la técnica de ELISA (Pardo, 2012). En el presente estudio, de igual manera el Cryptosporidium parvum fue el agente de mayor importancia seguido por el RVB. Sin embargo, en este caso no se presentaron animales positivos a E. coli (K99) y la proporción de positividad a los otros tres agentes fue superior. Esto podría deberse a que para este trabajo únicamente se diagnosticó una granja, lo que implica una posible mayor carga de patógenos inherente a las condiciones de manejo, producción y medio ambiente del hato. Al igual que en el estudio de la Sabana de Bogotá y en otros reportes de la literatura, la coinfección entre dos o más agentes patógenos es común encontrarla en el cuadro diarreico, siendo una de las de mayor proporción la combinación Cryptosporidium parvum y RVB-A (Cho et al., 2013).
El 90% de los animales fueron positivos a Cryptosporidium parvum, el cual se considera uno de los parásitos más comúnmente hallados en casos de DNB (Cho et al., 2013; Cho & Yoon, 2014). Sin embargo, no es el calostro el que puede ofrecer alguna protección (Weaver et al., 2000b; Cho & Yoon, 2014), ya que los animales expuestos al parásito durante la primera semana de vida desarrollan diarrea y eliminan ooquistes; como el sistema inmunológico en la mucosa del íleon en neonatos bovinos es inmaduro e incapaz de responder a la infección, así el calostro contenga una buena concentración de inmunoglobulinas tipo IgG, IgA e IgM y la TPI ocurra adecuadamente, este parásito es capaz de inducir la diarrea (Wyatt, 2000). Según Wyatt, la diarrea inducida por Cryptosporidium puede deberse a que la colonización de las células intestinales ocurre predominantemente por linfocitos T γδ y hay relativamente pocos linfocitos TCD4+ y CD8+. Adicionalmente, esta población de linfocitos tiene un fenotipo sIgM+, que inmunológicamente no responde de forma efectiva contra C. parvum (Wyatt, 2000). Durante la fase aguda de la criptosporidiosis se da el reclutamiento de los linfocitos CD4+ y CD8+ en la mucosa del íleon y el cambio de isotipo de las células B para producir IgA, IgG1 e IgG2 se da hacia la segunda semana de vida, cuando la mucosa ya está infectada. Estas células son necesarias para poner fin a la infección con eficacia (Wyatt, 2000).
En este estudio la lectura de las pruebas de ELISA se realizó al momento del inicio del cuadro clínico, reportando una alta proporción de exposición de Cryptosporidium parvum y RVB-A, que puede sugerir una coinfección, como ha sido reportado en otros estudios (Pardo, 2012; Cho et al., 2013).
Por el tiempo promedio para el inicio de la diarrea que en este caso fue de 7,4 días, se podría hipotetizar que el agente causante inicial fue el RVB-A (52%), ya que se ha reportado como el agente que afecta a los animales principalmente durante la primera semana de vida, facilitando la colonización de otros agentes patógenos en la segunda y tercera semana de edad (Bicknell & Noon, 1993; Pardo, 2012; Cho & Yoon, 2014), tiempo para el cual la presencia de Cryptosporidium parvum en mucho más común como agente involucrado si se compara con otros periodos (Avendaño et al., 2014).
La infección por Cryptosporidium parvum se debe a factores de riesgo reportados por Trotz-Williams et al. (2007) y Pardo (2012). En este caso, la infección se podría asociar con el consumo de calostro directamente desde la ubre la cual se puede contaminar con materia fecal, además la permanencia del neonato con la madre por más de una hora después del nacimiento aumenta la posibilidad de infección. En las observaciones realizadas en este estudio, los neonatos permanecieron con la madre durante el primer consumo de calostro, esto explicaría la exposición temprana al parásito y el desarrollo de signos clínicos después de los 6 días siguientes a la exposición, como lo reporta la literatura (Wyatt et al., 2010).
Los análisis hematológicos presentaron alteraciones en cuanto se presentó una alta proporción de animales enfermos con linfocitos reactivos, mas no otros parámetros, contrario a lo que reporta la literatura durante los cuadros de diarrea debido a la infección y a la deshidratación que ocurre (Baquero-Parrado, 2008; Malik et al., 2013; Cho & Yoon, 2014). La explicación a esta situación podría estar apoyada en que las muestras de sangre fueron colectadas al inicio del cuadro clínico, y para ese momento es posible que las alteraciones en los perfiles hematológicos aún no se hayan presentado. Según la literatura, cuando se presentan abundantes linfocitos reactivos es porque el animal está siendo estimulado antigénicamente, son indicadores del inicio de una infección causada principalmente por virus y parásitos y son característicos en la respuesta frente a la infección por Cryptosporidium parvum y RVB-A (Harp et al., 1995).
Conclusiones
Se evidencia la presencia de varios agentes causales de DNB. Ante el desconocimiento de la situación de la enfermedad en la región, se pone de manifiesto la necesidad de realizar un estudio epidemiológico amplio que permita comprender la ocurrencia, la etiología infecciosa y los factores asociados no infecciosos en el altiplano norte.
Agradecimientos
A los recursos del Fondo de Sostenibilidad CODI - U. de A. 2014-1015; a la administración y empleados de la Finca El Pantano por el apoyo en el trabajo de campo; y al estudiante de Medicina Veterinaria, Juan Diego Vásquez Serna.
Referencias Bibliográficas
Cadavid-Betancur, D.A.; Giraldo-Echeverri, C.A.; Sierra-Bedoya, S.; Montoya-Pino, M.; Chaparro-Gutiérrez, J.J.; Restrepo-Botero, J.E.; Olivera-Ángel, M. Diarrea neonatal bovina en un hato del altiplano norte de Antioquia (Colombia), un estudio descriptivo. Veterinaria y Zootecnia, v.8, n.2, p.120-129, 2014. Disponible en: |
Evaluación del conocimiento sobre enfermedades zoonóticas en estudiantes de bachillerato de instituciones educativas del sector rural del municipio de Pasto, Nariño1
ARTÍCULO DE
(Recibido: 7 de Julio de 2014 Aprobado: 10 de Septiembre de 2014 Actualizado: 03 de julio de 2015)
DOI: 10.17151/vetzo.2014.8.2.8
RESUMEN: Las zoonosis son enfermedades poco conocidas en términos generales por la población, siendo en los países en vías de desarrollo una importante causa de morbimortalidad y pérdidas económicas. El objetivo del presente trabajo fue evaluar el conocimiento de estudiantes de bachillerato de instituciones educativas del sector rural del municipio de Pasto sobre algunas enfermedades zoonóticas, a través de capacitaciones dirigidas por profesionales y estudiantes del programa de Medicina Veterinaria de la Universidad de Nariño. En el proceso participaron 16 instituciones rurales con estudiantes de diferentes grados de bachillerato, a los cuales se les aplicó un cuestionario antes y después de la capacitación sobre conceptos generales, toxocariosis, toxoplasmosis, rabia, brucelosis, tuberculosis, cisticercosis y leptospirosis. El cambio cognoscitivo pasó de tener el mayor porcentaje de estudiantes dentro de un nivel de conocimientos “insuficiente” en la fase de diagnóstico a un nivel cognitivo “excelente” en la fase de evaluación. Se concluye que existe desconocimiento sobre las enfermedades zoonóticas en la población rural evaluada y la educación sanitaria es una herramienta eficaz y necesaria para contribuir de esta manera al control y prevención de este tipo de enfermedades.
Palabras clave: colegios rurales, educación sanitaria, salud, zoonosis
Assessment of the knowledge about zoonotic diseases in high school students of educational institutions from the rural area of the municipality of Pasto, Nariño
ABSTRACT: Zoonotic diseases are little known in general terms by the population, being a major cause of morbidity, mortality and economic losses in developing countries. The aim of this study was to assess the knowledge of high school students from educational institutions in the rural area of the municipality of Pasto about some zoonotic diseases through training conducted by professionals and students from the Veterinary Medicine program at Universidad de Nariño. The process involved 16 rural institutions with students from different high school grade levels who were applied a questionnaire before and after training about general concepts, toxocariasis, toxoplasmosis, rabies, brucellosis, tuberculosis, cysticercosis and leptospirosis. Cognitive change went from having the highest percentage of students within an "insufficient” level of knowledge in the diagnostic stage to an "excellent" cognitive level in the evaluation stage. It is concluded that there is lack of awareness about zoonotic diseases within the rural population assessed and sanitary education is a useful and necessary tool for contributing to the control and prevention of these diseases.
Key words: health, rural schools, sanitary education, zoonoses
Introducción
La convivencia entre el hombre y los animales no siempre tiene lugar en condiciones óptimas de higiene y seguridad. Por otra parte, las normas correctas para establecer una adecuada relación entre ellos no siempre son conocidas o aplicadas, los riesgos más notorios que surgen de estas situaciones son la transmisión de enfermedades entre los animales y el hombre, la ocurrencia de lesiones y la contaminación del ambiente (Marcos et al., 1996).
En el año 1959 la OMS definió las zoonosis como “las enfermedades e infecciones que se transmiten de los animales al hombre y viceversa”. Esta definición básica se conserva, a pesar de múltiples propuestas que apuntan a detallarla o adicionarle conceptos. Para clasificar las zoonosis se han utilizado como criterios centrales, mas no únicos, el agente infeccioso que la produce y el modo de transmisión. Aunque en muchos países se han logrado controlar algunas de las zoonosis, en el panorama mundial de salud pública la importancia de las zoonosis se debe a su persistencia, carácter emergente y reemergente (Agudelo Suárez, 2012).
En los países en vías de desarrollo con un contexto socio económico y social desfavorable (por ejemplo, en las zonas suburbanas y rurales), son una importante causa de morbimortalidad y suponen cuantiosas pérdidas económicas. La convivencia con animales, la ausencia de infraestructuras sanitarias y el bajo nivel cultural continúan siendo los principales aliados de estas enfermedades, así como la ausencia de políticas públicas eficaces y continuas de promoción y educación de la salud (Dabanch, 2003; Ballesteros et al., 2013).
El riesgo de contraer una enfermedad zoonótica es, en principio, común a toda la población, pero tiene una especial trascendencia en niños, personas inmunodeprimidas y en personas cuya actividad laboral se desarrolla con animales y/o productos derivados de los mismos (Dabanch, 2003).
Las zoonosis son enfermedades poco conocidas, en términos generales, por la población. Hay desconocimiento y confusión acerca de lo que son en realidad estas enfermedades, sus mecanismos de transmisión, los efectos en el ser humano y las medidas de prevención. Tanto en el ámbito de lo privado (familiar) como de lo público (vecinos, clientes, trabajadores) la tendencia es a ignorar la posibilidad de un riesgo importante para la salud propia y de los demás, todo ello para relacionarse en unos casos con menor angustia con el animal, si éste comparte el hogar, o bien para evitar el cambio de costumbres o prácticas profesionales, siempre incómodos y a veces costosos económicamente (Del Pozo, 2001).
Especialmente en el medio rural, todo ello choca con hábitos y actitudes culturales fuertemente arraigados. La evidencia de que existen grandes resistencias (en gran parte inconscientes) en la población a valorar y asumir el riesgo de contraer una enfermedad zoonótica, indica la relativa ineficacia de cualquier campaña de comunicación concebida en la dirección exclusiva de la información. Informar de las zoonosis, del proceso de contagio, de los riesgos que se corren y de las medidas oportunas para prevenirlas, apenas puede decirse que sea una medida que permita por sí misma modificar los comportamientos, dado que el problema se sitúa menos en el “saber” que en el “querer saber” (Del Pozo, 2001).
Los problemas relacionadas con la sanidad animal y, en consecuencia, la salud pública pueden ser minimizados cuando se aplica una educación en salud, por lo que es necesario educar a la gente, no solo con anuncios y revelaciones en medios de comunicación masivos, sino también con programas sistemáticos de educación para la salud, contribuyendo al proceso en el que la comunidad aumenta su capacidad para resolver sus problemas de salud e intensificar su propia participación (Moreira et al., 2013).
El objetivo del presente trabajo fue evaluar el conocimiento de estudiantes de bachillerato de instituciones educativas del sector rural del municipio de Pasto sobre algunas enfermedades zoonóticas.
Materiales y Métodos
El estudio consistió básicamente en una intervención educativa sobre enfermedades zoonóticas, la cual incluyó zoonosis como: Toxocariosis, Toxoplasmosis, Rabia, Brucelosis, Cisticercosis, Tuberculosis y Leptospirosis.
La intervención educativa abarcó el concepto de zoonosis además de las formas de transmisión, agentes causales, reservorios, tipos de alimentos involucrados, sintomatología y las medidas preventivas de estas zoonosis.
Este programa de Educación Sanitaria se realizó en 16 instituciones rurales de bachillerato registradas en la Secretaria Municipal de Pasto: Institución Nuestra Señora de Guadalupe, Instituciones Municipales de Cristo Rey, Marco Fidel Suárez, Mocondino, Cabrera, Agualongo, Francisco de la Villota, José Antonio Galán, Eduardo Romo Rosero, Santa Teresita, Encano, Francisco José de Caldas, Obonuco, María Nazareth, Morasurco y la Institución Educativa Municipal INEM Luis Delfín Insuasty Rodríguez de la modalidad agropecuaria (Alcaldía de Pasto, 2013).
Inicialmente se realizó un test evaluativo dirigido a los estudiantes cuyo propósito fue determinar el conocimiento previo acerca de las enfermedades zoonóticas, el cual fue diseñado en lenguaje sencillo y mediante preguntas de selección múltiple con única respuesta.
En la segunda visita se llevó a cabo la intervención educativa (capacitación sanitaria) realizada por dos docentes médicos veterinarios y dos estudiantes de último año del programa de Medicina Veterinaria de la Universidad de Nariño, durante el primer semestre de 2013. La capacitación se hizo mediante la ayuda de diapositivas donde se explicó mediante lenguaje sencillo, imágenes y esquemas los conceptos básicos sobre enfermedad, agentes infecciosos, grupos de riesgo, agentes etiológicos, mecanismos de transmisión, síntomas y medidas de prevención y control. En promedio cada tema se abordó en un tiempo de 20 minutos, con la participación de grupos de 20 estudiantes.
Finalmente se realizó la entrega de material didáctico (manuales sobre enfermedades zoonóticas) elaborado para este proyecto, a los estudiantes y a la biblioteca de cada institución.
Resultados y Discusión
En el estudio participaron 584 estudiantes de diferentes grados (6º a 11º).
En la fase de diagnóstico se encontró un nivel de conocimiento acerca de las enfermedades zoonóticas de 27,71%, siendo evidente un menor grado cognitivo en las enfermedades causadas por parásitos como la cisticercosis (11,59%) y la toxocariosis (10,64%) y en las enfermedades bacterianas como brucelosis (11,25%). El mayor grado de conocimiento fue en rabia (48,83%) (Figura 1).
Situación preocupante si se tiene en cuenta que las zoonosis son una realidad en la población y la falta de conocimientos básicos sobre estas enfermedades es debido a la escasa entrega de información a comunidades rurales y urbanas (Marcos, 2004; Logroño, 2011).
Posterior a la capacitación (Figura 2) el nivel global de conocimiento aumentó hasta un 72,4% siendo el mayor en rabia (90,30%), y el menor en leptospirosis (52,19%).
La toxoplasmosis fue la enfermedad en la cual se logró el mayor incremento en el nivel de conocimiento el cual fue de un 67,32% ya que pasó de 16,11% a 83,43%; seguido de la cisticercosis y la brucelosis donde se incrementó el nivel de conocimiento en un 58,84% y 52,48% respectivamente.
Datos relevantes, si se tiene en cuenta que la educación en salud e instrucción sobre higiene, en especial cuidados con los niños a menudo se subestima, aunque en muchos casos es casi suficiente para evitar zoonosis como la equinococosis, toxocariosis, tuberculosis bovina y otras (Vega, 2009).
Además, refuerza el hecho de que la educación sanitaria es un proceso que influye en la transmisión de todo lo que se conoce sobre la salud dentro de los patrones deseables de la conducta individual y colectiva (Bartolo, et al., 2008).
Comparación fase de diagnóstico – fase de evaluación
En la fase de diagnóstico se encontró un promedio de 27,95% de preguntas aprobadas, en comparación con un promedio de 72,78% de preguntas aprobadas en la evaluación realizada después de la capacitación (Figura 3).
Debido a que no hubo una distribución normal en los datos, para estimar diferencias estadísticamente significativas entre los grupos se realizó una prueba de comparación de medias de t-Student (Tabla 1).
Según lo anterior, el porcentaje promedio de preguntas aprobadas en la fase de diagnóstico fue de 27,9% y en la fase de evaluación fue de 72,7%, por lo tanto hubo un incremento de 44,8% en el número de preguntas aprobadas después de la capacitación.
Mediante el estadístico t-Student se establece que existen diferencias estadísticamente significativas entre las medias del porcentaje de preguntas aprobadas antes y después de la capacitación (valor de P 0,001). Con un 95% de confianza, se afirma que la capacitación sobre enfermedades zoonóticas tiene un efecto positivo en los estudiantes de colegios rurales, incrementando sus conocimientos en un 44,8%.
Adopción de conocimientos y cambio cognoscitivo.
Para determinar el cambio cognoscitivo de los estudiantes durante el proceso de capacitación se asignaron categorías de acuerdo al porcentaje de aciertos por parte de los estudiantes según la Tabla 2.
Con base en lo anterior se determinó el cambio cognoscitivo de los estudiantes antes y después de la capacitación. El nivel de conocimiento inicial de los estudiantes se estableció en la fase de diagnóstico (Figura 5).
Se evidencia que el cambio cognoscitivo antes y después de la capacitación pasó de tener el mayor porcentaje de estudiantes dentro de un nivel de conocimientos “insuficiente” en la fase de diagnóstico a un nivel cognitivo “excelente” en la fase de evaluación (Figura 6).
Con un 95% de confianza se afirma que existe un crecimiento exponencial en el nivel de conocimientos y la adopción de conocimientos de estudiantes que reciben capacitación en enfermedades zoonóticas. De igual manera, la capacitación permite un cambio cognitivo de insuficiente a excelente en la comprensión de enfermedades zoonóticas. Por lo tanto, la intervención sanitaria tuvo un impacto positivo en la población objeto de estudio.
Dato alentador si se tiene en cuenta que el alumno de enseñanza básica rural además de motivar a sus padres o apoderados, es capaz de transmitir una buena calidad de información en el 65,9% de los casos, convirtiéndose en maestro al participar en la entrega de información a sus familiares y amigos (Bartolo et al., 2008).
Finalmente, es importante considerar que el número de charlas dictadas puede influir, ya que hay autores que aseguran la importancia de mantener la continuidad a través del tiempo en este tipo de intervenciones educativas para lograr un buen resultado (Bartolo et al., 2008). Ya que estas medidas de intervención en Promoción de la Salud de ámbito comunitario si se diseñan con carácter continuado, con una determinación de objetivos concretos y sobre una población definida por los datos epidemiológicos disponibles, eliminan progresivamente las situaciones de riesgo y operan en el sentido de la responsabilización de la población propietaria de animales y de los sectores profesionales directamente relacionados con el riesgo de zoonosis (Del Pozo, 2001).
El trabajo desarrollado se limitó a un tiempo determinado, pero se requiere dar continuidad por parte de las instituciones a este tipo de capacitaciones para realmente lograr un impacto en la comunidad a través de los estudiantes capacitados que más adelante podría ser evaluado.
Conclusiones
En la población objeto de estudio se observó un bajo nivel de conocimiento sobre enfermedades zoonóticas, principalmente en toxocariosis lo cual refleja la necesidad de intensificar campañas respecto a este tema, más aún cuando en nuestro medio es tan frecuente la tenencia de mascotas y su estrecha relación con los niños que son la población más vulnerable. Los conocimientos más amplios tanto en la fase de diagnóstico como posterior a la capacitación se observaron en rabia, lo cual podría asociarse a las campañas oficiales que sobre esta enfermedad se hacen, con un impacto positivo en la población.
En general, el nivel de conocimientos mejoró a partir de las capacitaciones ofrecidas, lo cual permite deducir que la educación sanitaria es una herramienta eficaz para incrementar el nivel de conocimiento en la población y de esta manera contribuir al control y prevención de este tipo de enfermedades, además sirve de base para que las instituciones participantes ejecuten trabajos continuos de concientización sobre las zoonosis en sus alumnos, proyectada a la población rural en general.
Agradecimientos
Los autores expresan sus agradecimientos a los médicos veterinarios Mario Fernando Jojoa Puerres y José Luis Bolaños Domínguez, quienes participaron en el proceso de capacitación.
Referencias Bibliográficas
Astaiza-Martínez, J.M.; Benavides-Melo, C.J.; Vallejo-Timarán, D.A. Evaluación del conocimiento sobre enfermedades zoonóticas en estudiantes de bachillerato de instituciones educativas del sector rural del municipio de Pasto, Nariño. Veterinaria y Zootecnia, v.8 , n.2 , p.110-119 , 2014. Disponible en: |
Caracterización parasitaria de la trucha arcoíris (Oncorhynchus mykiss) y su efecto en la producción de la estación piscícola flotante Intiyaco, en el lago Guamuez (Nariño)1
ARTÍCULO DE
(Recibido: 20 de Noviembre de 2014 Aprobado: 06 de Mayo de 2015 Actualizado: 03 de julio de 2015)
DOI: 10.17151/vetzo.2014.8.2.6
RESUMEN: La investigación se desarrolló durante 12 meses en la Estación Piscícola de jaulas flotantes Intiyaco de la Universidad de Nariño, localizada en el lago Guamuez, departamento de Nariño. Se analizaron 194 ejemplares de trucha arcoíris (Oncorhynchus mykiss) con rango de peso entre 8,74 y 168,85 g, talla de 100,12 mm a 220,66 mm. El estudio se propuso identificar las principales entidades parasitarias que afectan la especie íctica O. mykiss, evaluar el índice de prevalencia, el efecto de la asociación entre las patologías parasitarias y su impacto en las distintas etapas del cultivo en la producción.
Los datos fueron sometidos a análisis monofactorial multivariante Chi cuadrado de Pearson y análisis de regresión logística, utilizando el programa estadístico IBM SPSS 20 – Statistical Package (2013). Los resultados demuestran que las patologías parasitarias se encuentran principalmente en la cámara branquial, con prevalencias significativas (P<0,05), de las especies: Gyrodactylus sp (34,76 %); Dactylogyrus sp (27,59 %); Trichodina sp (21,67 %); e Ichthyophthirius sp (15,98 %). La investigación demostró que el 35 % de las larvas y el 23 % de los juveniles de trucha arcoíris presentaron infestaciones por exoparasitosis. El análisis diferencial del número de parásitos, valor promedio de peso y talla de los animales de O. mykiss, por etapa de cultivo en jaulas flotantes, determinó mayor prevalencia de parásitos unicelulares durante la fase larvaria de trucha arcoíris, afectando el peso y la talla de los animales enfermos (9,28 g y 10,98 mm) en comparación con los animales sanos (12,75 g y 180,37 mm). Igualmente, el número de animales enfermos durante la etapa de larvicultura fue superior en 65,5 %, con respecto a los ejemplares infestados de la fase de levante.
Palabras clave: edema, congestión, necrosis, parásitos , prevalencia, tremátodos
Parasitical characterization of rainbow trout (Oncorhynchusmykiss) and its effect on fish production in the ‘Intiyaco’ floating fish station in the Guamez Lake, Nariño (Colombia)
ABSTRACT: The study was performed during 12 months in floating cages at the ‘Intiyaco’ fish station, which belongs to Universidad de Nariño, located in the Guamez lake, in the Department of Nariño (Colombia). A total of 194 specimens of rainbow trout (Oncorhynchusmykiss) with a weight range from 8.74 to 168.85 grams, and total length from 100.12 mm to 220.66 mm were analyzed. The study aimed to identify the main parasitic entities that affect the O.myk iss species and to evaluate the prevalence rate, the effect of the association between parasitical pathologies and their impact in the different stages of cultivation and production. Data were subjected to Multivariate Analysis, Chi square test and logistic regression analysis using the SPSS 20 - Statistical Package (2013). Results demonstrate that parasitic patologies are mainly found in the gill chamber, with significant prevalence (P<0.05) of the following species: Gyrodactylus (34.76%);Dactylogyrussp (27.59%); Trichodinasp(21.67%); and Ichthyophthiriussp (15.98%). The research demonstrated that 35% larvae and 23% juvenile rainbow trout showed exoparasitosis infestations. The differential analysis of the number of parasites, average value of total length and weight of O. mykiss fish per cultured stage in floating cages determined higher prevalence of unicellular parasites during the larval stage of rainbow trout, affecting the weight and length of diseased fish (9.28 g and 10.98 mm) compared to healthy animals (12.75 g and 180.37 mm). Also the number of animals getting sick during the larviculture phase was higher than 65.5% in relation to species infested during the growing phase.
Key words: edema, congestion, trematodes, necrosis, prevalence, parasites
Introducción
Las aguas continentales son altamente susceptibles de contaminación, razón por la cual su importancia como fuente de pesquerías naturales tiende a disminuir. Por otro lado, la población mundial, aún en países en desarrollo, está sufriendo un rápido cambio hacia la urbanización, haciendo que el hombre sea más dependiente de un suministro comercial de alimento a través de mercados organizados que intervengan en la cadena de seguridad alimentaria. Lo anterior incrementa la presión sobre los recursos naturales entre los cuales se encuentran los hidrobiológicos, con su gran potencial inexplotado, desempeñando un papel importante en la generación no solo de alimentos, sino también de divisas (López-Macías, 2014).
En opinión de López-Macías (2014) los peces deben ser cultivados a altas densidades de siembra, en volúmenes pequeños, para optimizar el aprovechamiento del agua en la producción intensiva de proteína animal. Por tanto, es inevitable el desarrollo de condiciones que favorecen la propagación de enfermedades por la acumulación de metabolitos y deterioro de las condiciones fisicoquímicas y bacteriológicas del medio acuático. La mortalidad de organismos ícticos en áreas pequeñas (estanques, cajas, jaulas, entre otros) puede constituir un problema económico grave, por lo que justifica tomar medidas para prevenir dichas pérdidas.
La aparición de una enfermedad acuícola requiere que un agente patógeno exista, un huésped apropiado esté presente y condiciones ambientales de estrés tales como: la superpoblación; desnutrición; contenido bajo de oxígeno; solubilización y/o precipitación de materia orgánica; cambios en pH; temperatura y deficiencias vitamínicas. Así mismo, el piscicultor utiliza gran cantidad de medicamentos y químicos para una diversidad de enfermedades y parásitos generando no solo problemas de resistencia de los microorganismos, sino también la destrucción del fitoplancton y, por ende, la alteración total de la productividad primaria del medio acuático. Además, los fármacos usados en acuicultura representan hasta el 10 % de los costos directos en la truchicultura del suroccidente colombiano (Vuong et al., 1999; Keiser & Utzinger, 2005; Torres et al., 2007; López-Macías, 2014). Por esta razón, debe implementarse una producción limpia que disminuya la incidencia de patógenos.
El departamento de Nariño es líder en Colombia en la producción de trucha de altura, principalmente en el lago Guamuez; infortunadamente, este cuerpo de agua de altiplano, enfrenta desde hace varios años un gran deterioro medioambiental debido a las descargas de basuras, aguas residuales domésticas, deforestación intensa de los bosques naturales de la cuenca, actividades agrícolas y ganaderas que erosionan los suelos e incrementan la cantidad de sólidos disueltos, afectando negativamente el hábitat de los peces, toda vez que aumenta la turbidez por la disminución del oxígeno disuelto, con alteración de los procesos de respiración, visión y olfato y con ello la respuesta inmunológica de los peces, causando así enfermedades y subsecuentemente el metabolismo oxidativo de los nutrientes, lo que incide en las variables de incremento de peso, talla y conversión alimenticia, impactando la rentabilidad de la truchicultura (López & Rubio, 2003).
El cultivo de trucha en el lago Guamuez es una alternativa novedosa, frente a otras formas de producción, debido a que incentiva el mantenimiento de las fuentes de agua, la conservación de los boques primarios, el manejo adecuado de la microcuenca hidrográfica, facilita el uso integral y el manejo racional de las materias primas y recursos locales, incrementa la eficiencia tecnológica en las diferentes etapas del ciclo productivo, reduce los costos unitarios e incorpora valor agregado. Así mismo, la truchicultura puede alcanzar gran importancia dentro del sistema alimentario por la producción de bienes de gran relevancia desde el punto de vista nutricional por ubicarse en áreas deprimidas o de mediano desarrollo del departamento de Nariño, donde puede originar una serie de actividades conexas como la pesca deportiva y el turismo ecológico que estimulan el crecimiento económico.
El cultivo de trucha arcoíris está limitado por la alta mortalidad de alevinos durante la larvicultura y levante debido a la infestación de parásitos, siendo dominantes las especies pertenecientes a trematodos monogenésicos y parásitos unicelulares, los cuales, además de ocasionar considerables daños con altas mortalidades en los diferentes sistemas de producción, son también indicadores biológicos y determinan la distribución de los hospedadores, teniendo en cuenta el hábitat, sitio de infección y alta especificidad, señalando ásí el grado de polución de los ambientes al estar las poblaciones parasitarias favorecidas por las bajas concentraciones de oxígeno y alta turbidez que aumentan el número de parásitos por hospedador, predisponiendo la presencia de la enfermedad con su impacto sobre la rentabilidad del cultivo (López & Rubio, 2001).
Materiales y Métodos
Se analizaron 194 ejemplares de trucha arcoíris (Oncorhynchus mykiss) con un rango de peso entre 8,74 y 168,85 g, talla de 100,12 mm a 220,66 mm, recolectados aleatoriamente durante 12 meses en el periodo comprendido entre marzo de 2013 y abril de 2014; los animales muestreados fueron 76 (39,0 %) y 32 (16,6 %) larvas en época de lluvias y de menor precipitación respectivamente, así mismo, 54 (27,8 %) juveniles en época de máxima precipitación y 32 (16,6 %) juveniles en época de menor precipitación, provenientes de la Estación Piscícola Intiyaco de la Universidad de Nariño ubicada en lago Guamuez, vereda El Puerto, corregimiento de El Encano, municipio de Pasto, Colombia, en los 2840 msnm, 13 ºC de temperatura y, coordenadas geográficas de 01º 06’3.80” N y 77º 07’2.26” W.
Los ejemplares se distribuyeron aleatoriamente en 16 jaulas flotantes de 10 m3, localizadas en la Estación Piscícola Intiyaco, cada jaula consistía en una bolsa de malla multifilamento con un ojo de ¼ a ½ pulgada, según la fase de desarrollo de los ejemplares cultivados, con dimensiones 2 m de largo, 2 m de ancho y 2,5 m de profundidad, recubierta con una malla polisombra. Las truchas fueron trasladadas vivas, moribundas o recién muertas en recipientes plásticos (50 L) al Laboratorio de Fisiopatología Acuática del Departamento de Recursos Hidrobiológicos de la Universidad de Nariño para su posterior proceso.
Se analizaron las siguientes variables:
Pruebas estadísticas
Las pruebas estadísticas aplicadas en el ensayo se realizaron mediante el programa estadístico IBM SPSS 20 – Statistical Package (2013).
Análisis monofactorial multivariante
Este análisis respondió a la pregunta: ¿hay diferencia entre las enfermedades producidas por trematodos monogénicos y parásitos monocelulares con respecto a la talla, peso y variabilidad temporal en la producción de trucha arcoíris en la Estación Piscícola Intiyaco?
Chi cuadrado de Pearson
El procedimiento estableció la posible asociación entre la presencia de las enfermedades parasitarias y la valoración de peso y talla de las truchas estudiadas, teniendo en cuenta que todos los ejemplares recibieron el mismo tipo de alimento balanceado, suministrado en igual porcentaje por unidad de peso vivo diariamente.
Análisis de regresión logística
¿Cuáles son los factores de producción piscícola (etapa de cultivo, peso y talla, asociados con las enfermedades parasitarias en la Estación Piscícola Intiyaco?
Resultados y Discusión
Los análisis de las 194 unidades muestrales demostraron la incidencia de parásitos externos sobre piel y cámara branquial, pero ausencia de patógenos internos en los ejemplares estudiados. Lo anterior indica que la ausencia de endoparásitos de tipo gastrointestinal y muscular corrobora la efectiva y adecuada práctica sanitaria de cultivar peces en recintos flotantes, impidiendo de esta forma la propagación de estos patógenos por la imposibilidad física de acceder a un huésped intermediario.
Las variables de estudio de la población de trucha arcoíris en la Estación Piscícola Intiyaco, y su interacción con la comunidad parasitaria, establecen que la abundancia parasitaria promedio, por etapa (larvas y juveniles) y época (máxima y mínima precipitación), así como talla y peso de los ejemplares de trucha arcoíris, no se ajustan a la distribución normal (DN), por tanto, la frecuencia de los géneros parasitarios, (Gyrodactylus sp, Dactylogyrus sp, Trichodina sp e Ichthyophthirius sp) talla y peso de O. mykiss, son estadísticamente significativos (Tabla 1).
La concentración parasitaria (# de parásitos) fue estadísticamente significativa (P<0,05) en el tejido branquial de los peces analizados, sus valores fueron 59,46 y 66,86 individuos por 4 arcos branquiales (simetría bilateral), respectivamente, para las épocas de menor y mayor precipitación. Según López-Macías (2014) todo pez debe poseer parásitos que le permita al sistema inmunológico estimularse en situaciones de infestaciones masivas. En el caso de los tremátodos parasitarios, el mismo autor recomienda, que en condiciones de homeóstasis, el número por arco branquial debe ser inferior a siete. La prueba T, determina que la concentración de los parásitos en el tejido branquial de los ejemplares analizados es significativamente mayor al valor máximo permitido (P<0,001) (Tabla1).
Las patologías parasitarias se registraron exclusivamente en tejido branquial, con prevalencias significativas (P<0,05) del orden de Gyrodactylus sp (34,76 %), Dactylogyrus sp (27,59 %), Trichodina sp (21,67 %) e Ichthyophthirius sp (15,98 %) (Figura 1).
Según Salgado-Maldonado & Rubio-Godoy (2014), el conocimiento actual de los parásitos de agua dulce en el neotrópico se ha limitado a la evolución e historia biogeográfica de los peces hospederos y la clasificación taxonómica de las entidades parasitarias; en contraste, los estudios de comunidades de parásitos en peces es limitado (Vidal-Martínez, 2003); sin embargo, se ha mostrado alta variación en composición de especies, riqueza y diversidad. La diferencia más importante entre la infracomunidad parasitaria proveniente de zonas templadas y tropicales se debe a la presencia, en estas últimas, de un componente predecible formado por parásitos especialistas (Holmes, 1990; Kennedy & Hartvigsen, 2000; (Vidal-Martínez et al., 2002).
Violante-González (2006), Violante-González, Aguirre-Macedo & Mendoza-Franco (2007), al estudiar las poblaciones de parásitos metazoarios de peces, caracterizaron la parasitofauna, la temporalidad y los patrones que estructuran las comunidades de varias especies de peces, definiendo así, que las comunidades de los hospederos son pobres en número de especies parasitarias, pero alto en número de individuos parasitantes; lo anterior está de acuerdo con lo observado en el presente estudio.
El mayor daño inducido al tejido branquial de O. mykiss está caracterizado por edema, necrosis y telagentiasis; síntomas causados por Gyrodactylus sp que difiere significativamente de los demás géneros parasitarios (Figura 2).
La estimación de los parámetros, peso y talla de los ejemplares de O. mykiss, de esta investigación, fueron significativos (P<0,05), de 9,90±1,28 a 10,21±1,28 g y de 142,20±20,1 a 140,70±20,1 mm, respectivamente.
El análisis multivariante determinó diferencias estadísticas (P<0,005) entre los cuatro géneros de parásitos, respecto de su abundancia del hospedero, pero no detecto diferencias con proporción a las épocas y la variable talla de O. mykiss. También estableció diferencias entre el número de parásitos y las épocas de mayor y menor precipitación y crecimiento en talla de los ejemplares (Tabla 2).
Las infracomunidades parasitarias en peces marinos pueden ser más diversas que las poblaciones de peces de agua dulce (Kennedy & Bush, 1986; Kennedy & Williams, 1989; Kennedy & Bakke, 1989; Kennedy & Hartvigsen, 2000). Según Holmes (1990), los helmintos gastrointestinales de peces marinos varían en el número de especies e individuos, por lo tanto sus poblaciones son más complejas que dichas comunidades en los peces dulceacuícolas. El mismo autor observó que la mayoría de los parásitos se comportan como especies generalistas, sin embargo, algunas son especialistas a nivel del género del hospedero, las cuales se presentan como especies dominantes.
Los estudios de dinámica de poblaciones de los parásitos en peces involucran determinar la extensión en el tiempo y en el espacio de los parámetros bioecológicos del pez hospedero siendo relevantes para examinar los engranajes biológicos de abundancia, composición, transmisión y distribución de los ensamblajes parasitarios (Rohde, 1993; Rohde, Hayward & Heap, 1995; Chisholm & I., 2003; Benz & Bullard, 2004; Poulin, 2007).
Argáez-García (2010) analizan el efecto de la temporalidad en las comunidades de helmintos, observando mayor riqueza y abundancia de especies durante la temporada de lluvias, aunque la diversidad no presentó diferencias significativas entre temporadas. A nivel de infracomunidad, el estudio citado demostró que todas las especies de parásitos son generalistas, que indica entonces, baja predictibilidad y una estructuración basada principalmente en el azar y la distribución de los hospederos intermediarios. Sin embargo, a nivel de comunidad componente, los valores de prevalencia y abundancia de las especies dominantes muestran un patrón de estructuración basado en el dominio de las especies más abundantes; de la misma manera, como se presenta en el presente estudio, existen diferencias significativas en el número de individuos (abundancia) parasitarios; así, en el periodo de mínima precipitación, el porcentaje de huéspedes es de 31,3 % y 68,7 %, en máximo régimen de lluvias (Figura 3).
Según Weins (2000) y Putman (1994), existen pocos estudios del efecto de la temporalidad tropical (secas y lluvias) en la composición y estructura de la parasitofauna; sin embargo, los mismos autores comprobaron que la respuesta de las comunidades de parásitos a la temporalidad se puede reflejar en la presencia y ausencia de especies parasitarias o en la abundancia de las mismas.
En la definición, si existe asociación o dependencia entre el número de parásitos, el peso y talla de los ejemplares infectados de O. mykiss; mediante análisis de correlación de Pearson, se identifica asociación lineal positiva significativa estadísticamente entre el peso de trucha arcoíris y la talla de los mismos (R= 0,96; P<0,001). El coeficiente de determinación (R2 = 0,92) permite inferir que la variabilidad del peso se explica en un 92 %, por la variabilidad en la talla de trucha arcoíris. Igualmente, este análisis define dependencia lineal negativa significativa entre el peso del hospedante y el número de parásitos (R= -0,22; P<0,001). El coeficiente de determinación (R2 = 0,048) permite inferir que la variabilidad del peso se explica en un 4,8 %, por la variabilidad en el número de parásitos (Tabla 3).
No existe relación de dependencia significativa (Chi-cuadrado de Pearson P>0,001) entre los géneros parasitarios y la época de prevalencia de mayor o menor precipitación (Tabla 4).
El análisis diferencial del número de parásitos, valor promedio de peso y talla de los animales de O. mykiss, por etapa de cultivo en jaulas flotantes, determinó mayor prevalencia de parásitos unicelulares durante la fase larvaria de trucha arcoíris, afectando el peso y la talla de los animales enfermos (9,28 g y 10,98 mm) en comparación con los animales sanos (12,75 g y 180,37 mm). Igualmente, el número de animales enfermos durante la etapa de larvicultura (38) fue superior en 65,5 % con respecto a los ejemplares infestados de la fase de levante (20) (Figura 4).
El porcentaje de relación del número de parásitos en larvas y juveniles de O. mykiss, según la época de mayor precipitación, estimó 24,25 % mayor invasión en esta primera fase; el valor promedio de peso y talla de sus animales señaló respectivamente 37,4 % y 67,3 %, con un mejor indicador en juveniles que en larvas. Durante el periodo de menor precipitación, el número de parásitos en larvas ocurrió en 58,12 % (Figuras 3 y 4).
El peso y talla de los ejemplares afectados con parásitos unicelulares durante la etapa de larvicultura en la estación piscícola Intiyaco fue inferior en 16,16 % a los datos reportados por Salas (2012) en condiciones similares de cultivo (Incremento de Peso Diario 1,5 g día-1 e Incremento de longitud Diaria de 0,462 mm día-1). Igual situación se presenta durante la fase de levante (Tabla 5).
El análisis monofactorial aplicado para establecer si existe diferencias en el peso y talla de los ejemplares infestados por arriba del límite permisible (López-Macías, 2014) y los “no infectados” señala alta significancia (P<0,05); así, se deduce que en presencia de parásitos, el peso tiene menor promedio (10,82±1,81 g) que en ausencia de patógenos (114,44±32,24 g); sin embargo, la variable talla no presentó diferencias estadísticas en presencia o ausencia de estas entidades parasitarias, 120,76 ± 30,81mm y 150,15±20,52 mm, respectivamente (Figura 5).
La caracterización cualitativa del opérculo como zona de exposición al ataque de parásitos, se definió con atrofia bilateral y congestión interna; condición prevalente en el margen izquierdo de este hueso. Los ejemplares presentaron esta parasitosis en el 23 % de los animales juveniles y en el 35 % de las larvas (Figura 6). Con relación al estudio de la piel, se estableció 30 % de lesiones de despigmentación y 40 % de hiperpigmentación, en los ejemplares infestados con parásitos monogenésicos.
El análisis somático, por definición anatómica externa de los hospederos, determinó que el compromiso en las aletas medias, específicamente las aletas dorsal y anal, exhiben necrosis en 10 % de su superficie tisular y la aleta caudal presentó necrosis del 80 % de su estructura histológica.
La calidad de agua en la producción, según los registros fisicoquímicos de pH, temperatura y oxígeno disuelto (O2 mg.L-1), saturación O2, dióxido de carbono (CO2 mg.L-1) y capa fótica (zona trofogénica-fotosíntesis), durante el periodo de estudio, estimados en dos sitios (A: al interior de los módulos de cultivo y B: al exterior de las jaulas a dos metros de distancia de ellas), demuestran que los rangos de estos parámetros se mantuvieron en los límites aceptables de disponibilidad de oxígeno para una especie sensible a este parámetro; condición aerobia satisfactoria al límite de la subsaturación (OD 50 %) y predominio de bicarbonatos (HCO3-1), en condición de pH neutro y niveles bajos de CO2 ideales fisiológicamente en el metabolismo energético rentable en la producción de trucha arcoíris en el lago Guamuez (Roldán & Ramírez, 2008; Vásquez, 2005; Boyd, 2000; López-Macías, 2014) (Figura 7).
Conclusiones
Las patologías parasitarias se registraron principalmente en la cámara branquial, con prevalencias significativas (P<0,05) de las siguientes especies: Gyrodactylus sp (34,76 %); Dactylogyrus sp (27,59 %); Trichodina sp (21,67 %); e Ichthyophthirius sp (15,98 %). Los ejemplares presentaron exoparasitosis en el 35 % de las larvas y el 23 % de los juveniles. El análisis diferencial del número de parásitos, valor promedio de peso y talla de los animales de O. mykiss por etapa de cultivo en jaulas flotantes, determinó mayor prevalencia de parásitos unicelulares durante la fase larvaria de trucha arcoíris, afectando el peso y la talla de los animales enfermos (9,28 g y 120,75 mm) en comparación con los animales sanos (10,98 g y 180,37 mm). Igualmente, el número de animales enfermos durante la etapa de larvicultura fue superior en 65,55 %, con respecto a los ejemplares infestados de la fase de levante.
Porcentualmente, la relación del número de parásitos en larvas y juveniles de O. mykiss en época de mayor precipitación presenta 24,25 % de mayor invasión en esta primera fase; el valor promedio en peso y talla señaló respectivamente 37,4 % y 67,3 % con un mejor indicador en juveniles que en larvas; así mismo, durante el periodo de menor precipitación, el número de parásitos en larvas prevaleció en 58,12 %.
La infestación ectoparasitaria compromete el 10 % de las aletas dorsal y anal, así como en el 80 % la superficie tisular de la aleta caudal con necrosis histológica.
Agradecimientos
Vicerrectoría de Investigaciones, Posgrados y Relaciones Internacionales de la Universidad de Nariño – VIPRI.
Referencias Bibliográficas
Salas-Benavides; López-Macías; Ortega-Salas; Gómez-Nieves. Caracterización parasitaria de la trucha arcoíris (Oncorhynchus mykiss) y su efecto en la producción de la estación piscícola flotante Intiyaco, en el lago Guamuez (Nariño). Veterinaria y Zootecnia, v.8, n.2, p.87-101, 2014. Disponible en: |
Evaluación clínica de la otitis parasitaria bovina (Rhabditis bovis) en la raza Gyr1
ARTÍCULO DE
(Recibido: 3 de Octubre de 2014 Aprobado: 2 de Diciembre de 2014 Actualizado: 03 de julio de 2015)
DOI: 10.17151/vetzo.2014.8.2.7
RESUMEN: El objetivo del presente artículo fue realizar un informe detallado sobre la otitis parasitaria bovina (Rhabditis bovis) en la raza Gyr. En la cual se incluyen aspectos epidemiológicos de orden nacional e internacional, geográficos, manifestaciones clínicas, métodos diagnósticos y tratamiento. La otitis parasitaria clínica es causada por nematodos rhabditiformes, que causa malestar en los animales de la raza Gyr puros, generando pérdidas económicas en la industria ganadera. Se pretende actualizar y generar conciencia en los médicos veterinarios sobre el diagnóstico, el seguimiento epidemiológico y las estrategias de control de la enfermedad.
Palabras clave: nematodo, rhabditiformes, parásitos (Fuente: MeSH)
Clinical evaluation of bovine parasitic otitis (Rhabditis bovis) in the race Gyr
ABSTRACT: The objective of this article was to conduct a detailed report on bovine parasitic otitis (Rhabditis bovis) on the Gyr breed. Epidemiological aspects, of the national and international order including geographical, clinical, diagnostic methods and treatment are included. The clinical parasitic otitis is caused by rhabditiform nematodes that cause discomfort in pure breed Gyr animals, generating economic losses in the cattle industry. It is intended to update and generate awareness among veterinarians about diagnosis, epidemiological monitoring of the disease and the strategies for disease control.
Key words: nematode, rhabditiform, parasites (Source: MeSH)
Introducción
La otitis parasitaria bovina es causada por nematodos del género Rhabditis, se presenta principalmente en bovinos de la raza Gyr e Indubrasil. La raza Gyr parece estar predispuesta a la enfermedad en comparación con otras razas, debido a la conformación anatómica del pabellón auricular, el cual es alargado, pendulante, en forma tubular, con su porción superior enrollada sobre sí misma, abriéndose gradualmente hacia fuera, curvándose hacia adentro, lo que favorece la retención de cerumen, proporcionando así un ambiente propicio para la reproducción y permanencia del parásito (Leite et al., 1993; Vieira et al., 1998; Vieira et al., 2001) (Figura 1).
Epidemiología
Condiciones agroecológicas
Se ha reportado en algunos países con explotaciones en clima caliente y húmedo, como Tanzania (Msolla et al., 1993), Kenia (Round, 1962; Matandala et al., 2002) y Zimbabwe (Ushewokunze-Obatolu et al., 1999). Aunque la mayoría de reportes son de Brasil, principalmente en Minas Gerais, Goiás, Pernambuco, São Paulo, Rio de Janeiro y Espírito Santo (Leite et al., 1993; Verocai et al., 2007; Beltrame et al., 2011). En Colombia, solo se ha reportado la enfermedad en bovinos puros de la raza Gyr en el departamento de Córdoba (Cardona et al., 2010).
Vieira et al. (2001) y Duarte & Hamdan (2004) expresan que el género Rhabditis es un parásito saprófito que habita en zonas de bosque húmedo tropical, que vive comúnmente en materias fecales, tierras húmedas y materia orgánica en descomposición. Por otra parte, Abdalla et al. (2008), Souza et al. (2008) y Santos et al. (2009) afirman que esta condición parasitaria es común en rebaños que se encuentran en países de bosque húmedo tropical, sumada a las características propicias que favorecen las orejas de los bovinos de la raza Gyr (Leite et al., 1993; Vieira et al., 2001).
Parece ser que el hospedero adquiere el parásito en las primeras etapas de su vida cuando está descansando o acostado en el suelo, debido a que todo el ciclo del parásito sucede en el hospedero reiniciando el ciclo con la muerte del mismo; las larvas adquieren su estado adulto antes de la 48 horas, en este punto pueden copular; el macho deposita su esperma en la Receptacula seminis de la hembra, la cual copula una sola vez en su vida, ya que los huevos eclosionan en su interior matándola y sirviendo como recipiente para su descendencia, mientras que el macho continúa activamente moviéndose en busca de hembras aún no fertilizadas (Vieira et al., 2001; Duarte & Hamdan, 2004).
Fuentes de contagio/Factores de riesgo
Los principales factores de riesgo para el contagio son las actividades grupales como baños ectoparasiticidas, vacunación, vermifugación y otras prácticas zootécnicas, asimismo el contacto de animales enfermos con animales sanos en los sitios de libre desplazamiento (Msolla et al., 1986; Msolla et al., 1987). Sin embargo, se reporta que un factor de riesgo importante lo constituye la presencia exagerada de moscas, adicionalmente la época lluviosa favorece la presentación de la enfermedad (Ushewokunze-Obatolu et al., 1999).
Frecuencia/Prevalencia
Existen diversos reportes de frecuencia de presentación de otitis parasitaria en países tropicales con características agroecológicas similares, como los reportados por Leite et al. (1993) con 93% en el estado de Minas Gerais; Vieira et al. (1998) con 78,43% en el estado de Goiás; Duarte et al. (2001) con 60,1% en el estado de Minas Gerais y Verocai et al. (2007) con 90,9% en Rio de Janeiro. En Colombia solo se ha determinado la frecuencia de presentación en bovinos Gyr puros de seis ganaderías del departamento de Córdoba con 63,2% (Cardona et al., 2012) y en tres explotaciones ganaderas del departamento de Sucre con una frecuencia de presentación del 85,6% (Cardona et al., 2014). No existen datos en la literatura consultada sobre la influencia de la edad y el sexo en la presentación de otitis parasitaria por Rhabditis bovis.
Manifestaciones clínicas
Es preciso tener en cuenta la anamnesis, el tiempo de padecimiento de la enfermedad y la evolución del cuadro, así como la observación directa de la motilidad del parásito en el cerumen como datos importantes para el diagnóstico clínico de otitis parasitaria bovina por Rhabditis spp. (Vieira et al., 2001; Santos et al., 2009).
Las manifestaciones clínicas incluyen: a la inspección se puede observar que algunos animales presentan movimientos laterales súbitos de la cabeza, más en detalle se observa otitis clínica, otorrea que puede ser purulenta (Figura 2), olor fétido, cierto grado de estenosis del conducto auditivo y prurito intenso expresado con movimientos constantes y rascado excesivo de las orejas (Duarte & Hamdan, 2004; Verocai et al., 2009). Por otra parte, algunas otitis pueden llegar a producir síndrome vestibular, y concomitantemente se puede producir lesión del nervio facial (Abdalla et al., 2008; Souza et al., 2008).
Vieira et al. (1998) y Vieira et al. (2001) describen que los animales con otitis parasitaria en la mayoría de los casos presentan la afección en ambas orejas, acompañados principalmente de otorrea con secreción algunas veces purulenta y fétida, dolor a la palpación en las bases de los orejas y linfadenitis de los nódulos linfáticos mandibulares.
Diagnóstico
A la inspección del conducto auditivo externo, se puede observar cierto grado de estenosis así como la otorrea algunas veces purulenta, y en forma directa el movimiento de los parásitos, de igual forma se puede percibir el olor fétido de las secreciones (Duarte & Hamdan, 2004; Cardona et al., 2010; Cardona et al., 2012; Cardona et al., 2014).
Al examinar clínicamente ambos conductos auditivos, de acuerdo con el protocolo propuesto por Leite et al. (1994), se puede establecer la presencia de otitis clínica con presencia de olor fétido, otorrea, eritema y estenosis. Las muestras de cerumen se obtienen por hisopado del conducto auditivo externo, pudiéndose observar en forma directa el movimiento del parásito en el cerumen. Posteriormente, el material se deposita en tubos de ensayo con alcohol al 70% y transportados a temperatura ambiente para su evaluación microscópica en el Laboratorio de Parasitología, donde se determinará la presencia de nematodos en diferentes estadios evolutivos (larvas y adultos) según Duarte et al. (2001), y clasificados como pertenecientes al género Rhabditis spp. de acuerdo con Leite et al. (1994), Sudhaus & Kiontke (1996) y Santos et al. (2009).
Igualmente, después de la colecta del cerumen por hisopado, se puede observar en forma directa en el estereoscopio, el movimiento del parásito (Figura 3).
En el laboratorio se puede corroborar la presencia de larvas y adultos del parásito por observación microscópica y caracterizarlo dentro del género Rhabditis de acuerdo con Leite et al. (1994), Sudhaus & Kiontke (1996) y Santos et al. (2009) (Figura 4).
Tratamiento
Se han instaurado una gran cantidad de tratamientos con el fin de controlar la enfermedad, sin embargo todas las estrategias utilizadas han demostrado ser ineficientes, dada la constante reinfestación. Es así como Viera et al. (2001) probaron dos tratamientos, uno a base de una aplicación tópica de triclorfon al 3%, con dimetilsulfóxido (DMSO) al 1% y utilizando como vehículo la nitrofurazona en pasta; el otro tratamiento fue una solución de alcohol/éter en relación 1:1 con 2% de sulfato de cobre; ambos tratamientos fueron aplicados una sola vez, no encontrando resultados satisfactorios. Por otra parte, Radostits et al. (2002) manifestaron que eliminaron el parásito y la secreción purulenta en el interior del conducto auditivo externo, utilizando moxidectina y un antibiótico de amplio espectro, sin embargo Santos et al. (2009), basándose en esa apreciación, realizaron tratamientos con moxidectina en bovinos positivos a otitis parasitaria, pero con resultados insatisfactorios.
Verocai et al. (2009) realizaron un experimento con el fin de evaluar la eficacia del sulfóxido de albendazol administrado oralmente y de la ivermectina en forma de “pour-on” en el tratamiento de la otitis parasitária bovina, en el cual se demostró que la ivermectina es ineficaz en el control de parásito, mientras que el sulfóxido de albendazol demostró ser efectivo solo en un 25% al día 21 postratamiento.
Debido a la ineficacia de los tratamientos hasta ahora evaluados, es necesaria la instauración de nuevos estudios con el fin de establecer una estrategia terapéutica adecuada y eficaz, evaluando vías alternativas de administración, así como el conocimiento de los factores predisponentes como son el control de moscas en el verano, los descornes de los terneros, así como la adquisición de animales de la raza Gyr o Indubrasil sin evidencia clínica de la enfermedad.
Conclusiones
Las características epidemiológicas (temperatura y humedad relativa), las manifestaciones clínicas (antecedentes, rascado, inquietud, otorrea), las características del cerumen del conducto auditivo externo (color, olor y movimiento del parásito), así como la observación del parásito en el laboratorio (estereoscopio y microscopio), permiten diagnosticar otitis parasitaria clínica por nematodos rhabditiformes (Rhabditis bovis) en bovinos de la raza Gyr. De igual forma, se plantea la necesidad de realizar más investigaciones sobre el estado epidemiológico de la enfermedad en las explotaciones de bovinos Gyr puros en los diferentes departamentos de Colombia, y sobre las posibles estrategias de manejo y control de la enfermedad.
Referencias Bibliográficas
Cardona-Álvarez, J.A.; Martínez-Martínez, M.M.; Pérez-Osorio, J. Evaluación clínica de la otitis parasitaria bovina (Rhabditis bovis) en la raza Gyr. Veterinaria y Zootecnia, v.8, n.2, p.102-109, 2014.. Disponible en: |
Calidad de leches crudas en empresas ganaderas doble propósito en el departamento de Córdoba (Colombia) en condiciones de máxima precipitación1
RESEARCH
(Recibido: 23 de Marzo de 2014 Aprobado: 10 de Septiembre de 2014 Actualizado: 01 de julio de 2015)
DOI: 10.17151/vetzo.2014.8.2.5
RESUMEN: El propósito en la producción agropecuaria es la obtención de alimentos de excelente calidad composicional y microbiológica para disminuir los riesgos en salud pública. En la leche, los altos conteos de mesófilos indican una deficiente manipulación y la presencia de coliformes es evidencia de contaminación. El objetivo del presente estudio fue conocer la calidad fisicoquímica, microbiológica y sanidad de la ubre en leches crudas provenientes de empresas ganaderas doble propósito en Córdoba (Colombia), durante máxima precipitación. Mediante un muestreo no probabilístico y un estudio transversal, se recolectaron muestras de leche cruda en 149 empresas ganaderas. Los datos obtenidos se analizaron por estadística descriptiva. Los parámetros fisicoquímicos se encontraron dentro de los valores normales de la legislación colombiana; los promedios del recuento de mesófilos, de coliformes totales, de fecales y el recuento de células somáticas fueron altos. Las variables analizadas permiten establecer que la calidad fisicoquímica es buena, pero hay deficiencias en la calidad microbiológica y la sanidad de las ubres.
Palabras clave: antibióticos, calidad, coliformes, composición leche cruda, mesófilos, recuento de células somáticas
Quality of raw milk in dual purpose cattle farms in the Department of Córdoba (Colombia), under maximum precipitation conditions
ABSTRACT: The purpose in agricultural production is to obtain food of excellent compositional and microbiological quality to reduce public health risks. In milk, high numbers of mesophilic counts indicate poor handling and the presence of coliforms are evidence of contamination. The objective of this study was to determine,the physicochemical, microbiological quality and the udder health in raw milk in a period of maximum precipitation, from dual purpose farms in the Department of Córdoba (Colombia). Using a non-probabilistic sampling and a cross-sectional study, 149 samples of raw milk were collected in dual purpose cattle farms. The obtained data was analyzed using descriptive statistics..The physicochemical parameters were found within the normal range according to Colombian legislation. The averages of mesophilic, total coliform, fecal counts and the count of somatic cells were high. The variables analyzed establish that the physicochemical quality is good but there are shortcomings in the microbiological quality and udder health.
Key words: antibiotics, composition, coliform, mesophilic, raw milk, quality, somatic cell counter
Introducción
La tendencia mundial en la producción agropecuaria es la obtención de alimentos de excelente calidad e inocuos para el consumo humano y son las empresas ganaderas productoras de leche, el eslabón primario, desde donde se debe empezar a garantizar las condiciones para la obtención de un producto de óptima calidad dentro de la cadena láctea (Calderón et al., 2006).
Un estudio previo en Colombia ha propuesto que una leche de excelente calidad debe presentar los porcentajes de proteína mayores a 3,2%, grasa mayor a 3,5%, sólidos totales mayores a 12,2%, recuentos de mesófilos inferiores a 50000 UFC/ml, células somáticas menores a 100000 CS/ml (Calderón et al., 2006); y la legislación colombiana establece que la leche para consumo humano debe ser libres de inhibidores o de sustancias extrañas y se debe asegurar su inocuidad (MinProtección, 2006).
En Colombia la normatividad oficial establece como parámetro de calidad microbiológica el recuento de mesófilos (MinProtección, 2006) y se define a los mesófilos como bacterias que crecen en un rango de temperatura entre 20 y 40oC; este parámetro es un indicador de la calidad microbiológica de la leche cruda (Chacón, 2004). Un bajo recuento de mesófilos no asegura la ausencia de patógenos o sus toxinas; igualmente, un elevado recuento de mesófilos no significa presencia de flora patógena, sino excesiva contaminación de la materia prima y deficiente manipulación durante el proceso de manufactura (Ortiz & Ríos, 2006). Dentro del grupo de los coliformes totales están los coliformes fecales, evidencia de que un alimento ha sido contaminado con materia fecal (Salomón et al., 2006).
Las células somáticas son indicativas del grado de inflamación de las glándulas mamarias (mastitis) como consecuencia de la agresión de patógenos u otros factores de índole traumática. Así, el recuento de células somáticas (RCS) aumenta en la leche en proporción directa con la severidad del cuadro infeccioso; su cuantificación constituye uno de los parámetros de mayor interés para determinar el estado sanitario de la ubre y la calidad de la leche que se produce (Cerón et al., 2007; Calderón et al., 2012).
Altos recuentos de mesófilos y células somáticas en el momento de la pasteurización, liberan enzimas proteolíticas que disminuyen la vida útil del producto (Calderón et al., 2006) y además reducen los porcentajes de las características fisicoquímicas y rendimientos de la leche cuando se somete a procesos de coagulación (Calderón et al., 2012). Además de establecer la calidad fisicoquímica, el objetivo general fue conocer la calidad microbiológica, incluyendo la determinación de coliformes totales y fecales en leches crudas para proponer estrategias de manejo que permitan aumentar la competitividad de la leche del sistema doble propósito en el departamento de Córdoba.
Materiales y Métodos
Tipo de estudio
Descriptivo de corte transversal.
Lugar de estudio
Se realizó en ocho municipios del departamento de Córdoba (Colombia).
Tamaño de muestra
Se estimó que en el departamento de Córdoba hay 19.097 empresas ganaderas tipo doble propósito; tomando una prevalencia del 10%, una confiablidad del 95% y una amplitud de intervalo del 0,1; como resultado se obtuvo 134 empresas ganaderas, pero se aumentó el número a 149 empresas a evaluar, pertenecientes a 3 empresas acopiadoras y procesadoras de leche. Estas muestras fueron tomadas en época de máxima precipitación.
Criterios de selección
Las empresas ganaderas se seleccionaron teniendo en cuenta su ubicación dentro de Córdoba, que sean manejadas bajo el sistema doble propósito, y consentimiento y participación activa de los propietarios o administradores, quienes respondieron una encuesta de manejo general sobre aspectos administrativos de las empresas.
Toma de muestra
Para la determinación de los diferentes parámetros fisicoquímicos y microbiológicos en cada una de las empresas se tomó una muestra de leche cruda de 200 ml de la siguiente forma. Cuando la leche fue almacenada en un sólo recipiente por medio de un agitador manual de acero inoxidable estéril, se homogenizo durante 3 o 4 minutos y con un cucharón de acero inoxidable estéril se obtuvo la muestra de 200 ml; cuando la leche se almacenó en diferentes cantinas o recipientes de plástico, en cada uno de estos recipientes se obtuvo una muestra siguiendo la metodología anteriormente descrita y de la sumatoria de las muestras se extrajo la muestra; donde hubo tanque refrigerado, previa agitación por 10 minutos se tomó la muestra de 200 ml de leche por medio de un cucharón de acero inoxidable estéril. Todas las muestras se recolectaron en frascos estériles tapa rosca azul, previamente rotulados, y se conservaron en refrigeración (4°C) hasta su procesamiento en el Laboratorio de Microbiología de la Facultad de Ciencias de la Salud, Programa de Bacteriología, donde se realizaron los análisis microbiológicos y residuos de antibióticos, y una alícuota al Laboratorio de Lactología de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia donde se implementó el análisis fisicoquímico y el RCS; las muestras se procesaron antes de 6 horas después de su recolección.
Determinación de parámetros fisicoquímicos
Para la determinación de los parámetros fisicoquímicos se hizo por duplicado, la densidad se implementó por el método de termolactodensímetro de Quevenne y su lectura se reportó a 15oC (Icontec, 1993), la acidez se evaluó por la titulación con una solución de hidróxido de sodio 0,1 N (Icontec, 1993) y el resultado se informó como porcentaje de ácido láctico (% de a. láctico); el porcentaje de grasa (% de grasa) por el método de Gerber (Gerber, 1994), el porcentaje de proteína (% de proteína) y de lactosa (% de lactosa) por un analizador ultrasónico de leche (Biolac 60), sólidos no grasos (% de SNG) por el refractómetro de Bertuczi, los sólidos totales (% de ST) por el método de la estufa y el porcentaje de minerales y adición de agua por el analizador ultrasónico de leche (Biolac 60). Para la discusión de la calidad físicoquímica de la leche cruda se tomó como referencia lo estipulado en el Decreto 616 de 2006 (MinProtección, 2006).
Determinación de parámetros microbiológicos
El recuento de mesófilos aerobios se determinó por medio del recuento estándar en placa (SPC), la determinación de coliformes totales por el número más probable (NMP), los coliformes fecales por la prueba de MacKenzie; estas determinaciones se efectuaron de acuerdo con los protocolos descritos por el Invima (1998) y se reportaron como NMP. El análisis de residuos de antibióticos (inhibidores) mediante la prueba colorimétrica (Delvotest), que se implementó de acuerdo con las especificaciones de la casa comercial.
Determinación de la sanidad de la ubre
El recuento de las células somáticas (RCS) se realizó mediante determinación fluorescente por medio del contador óptico de células, que emplea yoduro de propidio (DeLaval, 2005).
Análisis de resultados
Se realizó un análisis descriptivo de las variables fisicoquímicas, microbiológicas y sanidad de la ubre. El software implementado para el análisis estadístico fue SAS (2001).
Resultados y Discusión
Se tomaron 149 muestras de leche cruda que proveen a tres empresas procesadoras en Córdoba; la empresa uno aportó el 51% (76/149), la dos el 22% (33/149) y la tres el 27% (40/14) de las muestras; la distribucion y porcentaje de las empresas ganaderas por municipio se muestra en la Tabla 1. El total de vacas en ordeño fue de 4675 con un mínimo de 3 y un máxino de 220 vacas por empresa, el volumen de producción por finca fluctuó entre 10 y 1010 L y la producción promedio fue de 3,7 L con un mínimo de 2 y un máximo de 9 L.
En la mayoría de las fincas evaluadas (99,93%) el ordeño fue realizado en forma manual; el 96,64% (144/149) cuentan con un establo destinado para el ordeño, de estos el 59,06% (88/149) estaban cubiertos y en el 40,94% (61/149) parcialmente cubiertos. Los pisos del lugar destinado para el ordeño en el 58,38% (87/149) fue tierra y en el 41,62% (62/149) cemento. Solamente el 2,01% (3/149) de las empresas cuentan con tanque de refrigeración para la conservación de la leche. El 99,33% (148/149) filtran la leche y los sistemas utilizados para filtrar son: colador plástico 56,08% (83/148), filtro desechable 36,49% (54/148), tela 4,05% (6/148), colador metálico 2,03% (3/148), solamente en el 1,35% (2/149) el filtro fue en línea que correspondió a 2 fincas con ordeño mecánico.
De las 149 empresas ganaderas involucradas, sólo el 52,34% (78/149) realizan la prueba del CMT. El 58,38% (87/149) no están certificadas como fincas libres de brucelosis y en el 80,53% (1207/149) no declaradas libres de tuberculosis bovina; planes preventivos que deben que deben instaurar las empresas para certificarse en buenas prácticas ganaderas (MinProtección, 2006; ICA, 2008).
Al evaluar el manejo que le dan a la leche procedente de vacas que reciben tratamientos con antibióticos, el 78,52% (117/149) de las empresas no ordeñan y dejan que las crías se la mamen, el 8,05% (12/149) ordeñan y sumnistran esta leche a los animales de compañía (caninos y felinos), el 5,36% (8/149) descartan la leche, el 8,05% (8/149) se entrega para consumo humano y en el 0,67% (1/149) fue autoconsumo humano. Es ideal que leche proveniente de vacas tratadas con antibióticos no sea destinada para consumo humano y se descarte su uso, ya que su ingestión puede provocar alergias, disbacteriosis, sobrecrecimientos y resistencia bacteriana (Máttar et al., 2009). Se hace necesario implementar controles en plantas para detectar su presencia; debido a que en muchas ocasiones es comercializada con empresas que no realizan los respectivos análisis (Calderón et al., 2008).
La distribución de la densidad de acuerdo a los parámetros de la legislación colombiana (Figura 1). El promedio de la densidad en este estudio (Tabla 2) está dentro del rango normal establecido por la legislación colombiana. Valores de 1,032±0,001 y de 1,032±0,007 g/ml, han sido reportados en leches sin mastitis subclínica en la región (Calderón et al., 2011; Calderón et al., 2012). En México, mayores valores de densidades se asociaron con altos porcentajes de proteína y sólidos totales (Bernal et al., 2007).
La clasificación de la acidez con relación a la legislación colombiana (Figura 2). El promedio de la acidez en este estudio (Tabla 2) está dentro del rango señalado como normal dentro de la legislación colombiana. Valores más altos (0,19±0,18% y 0,17±0,01%) han sido reportados en Córdoba (Calderón et al., 2007; Calderón et al., 2012), donde el incremento se asoció con la falta de refrigeración de la leche, almacenamiento en materiales no apropiados y la alta temperatura ambiental en la zona. Una alta acidez es un indicador del detrimento bacteriológico de la leche y de un mal manejo antes de su recepción en las plantas procesadoras de leche (Chacón, 2004). En México, hallaron diferencias significativas entre muestras de máxima y mínima precipitación, donde la mayor acidez se presentó en la época seca por las altas temperaturas ambientales y la falta de enfriamiento de la leche (Álvarez et al., 2012). Igualmente, en Barinas (Venezuela) encontraron diferencias significativas en la época de mínima precipitación y entre la finca y la planta por la manipulación no adecuada (García et al., 2013).
La distribución de la grasa de acuerdo a los parámetros de la legislación colombiana (Figura 3). El promedio del porcentaje de la grasa obtenido en este estudio (Tabla 2); este valor puede deberse al tipo racial adaptado en la zona donde hay cruces Bos taurus x Bos indicus (Briñez et al., 2008) y al sistema de pastoreo evidenciado en el 100% de las empresas evaluadas. Se determinó que la época del año desempeña un papel importante en la variación de los componentes de la leche para los porcentajes de grasa y proteína, siendo estos más altos durante la época poco lluviosa (White et al., 2002). En leches de ganado Gyr en Brasil, se observaron que altos RCS no se asociaron con la reducción del porcentaje de grasa (Barbosa et al., 2013).
El promedio del porcentaje de la lactosa fue de 4,59%±0,25 (Tabla 2). Valores más altos (4,79±0,187% y 4,90±0,23%) han sido determinados en la región (Calderón et al., 2011; Calderón et al., 2012) en leche sin mastitis subclínica. El porcentaje de lactosa no presentó cambios significativos entre las épocas seca, de lluvias e invierno (Álvarez et al., 2012) y leches con altos RCS disminuyen el porcentaje de lactosa (Barbosa et al., 2013).
La distribución del porcentaje de la proteína (Figura 4). El promedio del porcentaje de proteína fue 2,98±0,17 (Tabla 2). Valores de 3,6±0,42 y de 3,22±0,09 han sido reportados en leches sin mastitis subclínica en empresas ganaderas del sistema doble propósito en Montería (Calderón et al., 2007; Calderón et al., 2011) y de 3,28±0,23% (Calderón et al., 2012). Este bajo promedio obtenido en el presente estudio puede deberse a la falta de una selección genética, a la poca suplementación y altos RCS que afectan la calidad fisicoquímica de la leche (Calderón et al., 2012). Mayores porcentajes de proteína han sido reportados en México en condiciones similares de manejo (Álvarez et al., 2012) de 3,29% (García et al., 2013), de 3,49% en Venezuela. En Paraguay hallaron que altos RCS disminuyeron el porcentaje de proteína (Sandoval et al., 2011). Se ha observado que el porcentaje de proteína varió por la época del año (Álvarez et al., 2012) y altos RCS están afectando el porcentaje de proteína en leches de vacas en tres ganaderías Gyr del Brasil (Barbosa et al., 2013).
La distribución del porcentaje de los sólidos totales (Figura 5) y el promedio de la densidad en este estudio (Tabla 2). Mayores porcentajes de sólidos totales han sido reportados en otras latitudes como: 12,37% en Brasil (Newton et al., 2004), 12,97% en Canadá y 13,95% en Nueva Zelanda por Machado et al. (2000) y 12,18%±0,42 en Argentina (Revelli et al., 2011); valores que se pueden deber a la selección y mejoramiento animal. Se determinó que el porcentaje de sólidos totales no presentó cambios significativos por época del año (Álvarez et al., 2012) y que altos RCS redujeron el porcentaje de sólidos totales (Sandoval et al., 2011).
El promedio de los mesófilos fue de 1039216,78±1351600,52 UFC/ml, con un valor mínimo de 1000 y máximo de 9400000 UFC/ml (Tabla 2); este alto recuento de mesófilos puede deberse a que solo el 2,01% (3/149) de las empresas cuentan con tanque de refrigeración para la conservación de la leche; igualmente, factores como las malas condiciones higiénicas de los establos, la falta de implementación de prácticas de higienización de pezones, la inadecuada rutina de limpieza, la inapropiada desinfección de los pezones, la deficiente desinfección de los recipientes usados en el ordeño, pueden aumentar el recuento de mesófilos; pero, estos factores de manejo no fueron evaluados dentro de este estudio. En el Oriente antioqueño proponen que al mejorar las variables de manejo se mejora la calidad bacteriológica de la leche (Ruiz et al., 2012). En Hidalgo (México), que para mejorar la calidad bacteriológica de la leche se debe reducir el tiempo de exposición a factores ambientales como: temperatura, humedad, polvo (Cervantes et al., 2013). En diferentes regiones de Colombia establecieron que el 93,9% de las leches presentaron recuentos de mesófilos hasta de 200000 y de estas el 84,49% hasta 100000 UFC/ml parámetro exigido por la Comunidad Europea y Estados Unidos, y el 47,53%de las muestras presentaron mesófilos por debajo de los 25000 UFC/ml (Vásquez et al., 2012).
Solamente el 27,51% (41/149) de las empresas ganaderas, de acuerdo a la Resolución 000017 de 2012 (MinProtección, 2012), deben recibir bonificación ya que los mesófilos fueron menores a 200000 UFC/ml (Tabla 3). Un promedio de 160,346±213,354 UFC/ml fue reportado para la misma región y se encontraron diferencias entre leche no refrigerada (235,450±252,559 UFC/ml) y leche refrigerada (74,514±125,222 UFC/ml) (Calderón et al., 2012), donde estas diferencias se debieron al sistema de enfriamiento de la leche cuyo objetivo es inhibir el crecimiento bacteriano, ampliar el tiempo de almacenamiento en finca para disminuir los costos de transporte de la leche (DeLaval, 2006). Valores 4500 UFC/ml han sido reportados en San Pedro de los Milagros en el norte de Antioquía, con ordeños manuales y mecánicos en sistemas especializados de producción de leche (Ruiz et al., 2012).
La distribución de los coliformes totales (NMP/ml) en el 12,08% (18/149) fueron menores a 50 NMP/ml; en el 2,01% (3/149) de las muestras de leche los coliformes totales oscilaron entre 51 a 100 NMP/ml; en el 14,09% (21/149) los coliformes totales fluctuaron entre 101 a 750 NMP/ml y en el 71,82% (107/149) los coliformes fueron mayores a 750 NMP/ml. La normatividad colombiana no establece el recuento de coliformes totales y fecales como criterio para evaluar la calidad microbiológica de la leche cruda; la alta carga de bacterias contaminantes en la leche disminuye la vida útil de los productos elaborados, reduce la calidad organoléptica y nutricional e interfiere en los procesos de fermentación ácido láctica y en la coagulación enzimática promoviendo el deterioro o proteólisis de las caseínas (Signorini et al., 2008). Recuentos elevados de bacterias mesófilas aerobias (BMA), bacterias coliformes totales (BCT) y bacterias psicrófilas pueden ser una fuente de transmisión de intoxicaciones alimentarias (Silanikove et al., 2010). Mediante programas de prevención en el ordeño se puede disminuir el riesgo de transmisión de enfermedades, pero en los procesos de manufactura como producción de quesos se ha aislado E. coli, indicador de contaminación fecal o deficiente higienización durante la fabricación de los quesos (Durán et al., 2010); lo cual constituye un riesgo para la salud pública, de origen manufacturero.
El 71,81% de las empresas ganaderas vinculadas al estudio presentaron BCT superiores a 750 NMP/ml. En Paipa (Boyacá) determinaron coliformes totales y fecales en leches crudas y concluyeron que su presencia fue por la no implementación de las buenas prácticas en el ordeño, almacenamiento y transporte de la leche (Neira & De Silvestri, 2006). La presencia de un número elevado de BCT constituye una evidencia del inadecuado manejo higiénico-sanitario de la leche cruda; además de ser indicativo de la probable presencia de cepas patógenas (Higgins et al., 2007).
En el 12,08% (18/14) de las muestras de leche el BCT fue menor a 50 NMP/ml, que es ideal en cualquier sistema de producción de leche. Para disminuir los coliformes en leche cruda se deben implementar buenas prácticas de manejo como: implementación del presellado con productos recomendados para este fin, tiempo adecuado del presellado, secado de los pezones con papel desechable, uso de guantes de látex recomendados para el ordeño y almacenamiento de la leche a 4oC en recipientes adecuados y recomendados por la normatividad e industria de alimentos; prácticas que garantizan pezones limpios, secos y sanos, primera norma para obtener leche de excelente calidad bacteriológica. En Venezuela, en leches crudas se encontraron valores de 1,2 x 103 UFC/ml de BCT, señalando que esta carga microbiana se debió a que no existieron las condiciones higiénicas necesarias en la recolección de las muestras (Monsalve & González, 2005).
La distribución del recuento de coliformes fecales (NMP/ml) en leches crudas en el 40,26% (60/149) fueron menores a 100 NMP/ml, en el 18,12% (27/149) se presentaron entre 101 y 1000´y en el 41,62% (62/149) fueron mayores a 1001 NMP/ml.
Solo el 0,68% (1/149) de las muestras analizadas se detectó la presencia de inhibidores o antibióticos. Un estudio previo en la misma región, determinó que en el 25% de las muestras de leches crudas se detectó la presencia de inhibidores, lo que constituye un riesgo para la salud pública (Máttar et al., 2009). En Santa Rosa de Osos (norte de Antioquia) detectaron la presencia de residuos de medicamentos entre el 4,6 al 19,6% y no observaron asociación estadística entre RCS y la presencia de residuos, y sugieren la existencia de problemas de mastitis subclínica como también la violación a la normatividad que establece, para la leche de consumo humano, que debe ser libre de residuos de antimicrobianos y demás inhibidores (Reyes et al., 2010).
El promedio del RCS en el actual estudio fue de 385181±254015 CS/ml con un valor mínimo de 15000 y máximo de 1231500 CS/ml (Tabla 2). En leches sin mastitis subclínica en empresas ganaderas del sistema doble propósito en Monería, el RCS fue de 230000±5650 CS/ml que fue considerado como bajo (Calderón et al., 2011), y cuando se compararon leches con bajos y altos (230000±5650 y 1253000±424500) RCS se afectó significativamente la calidad fisicoquímica y se disminuyó en un 5,58% el rendimiento en la producción de queso costeño (Calderón et al., 2011). Un promedio de 345133±302241 CS/ml fue reportado para la misma región (Calderón et al., 2012). En otras regiones de Colombia como el norte de Antioquia se han reportado RCS menores o iguales a 400000 CS/ml (Posada et al., 2010); parámetro aceptado por la industria y algunos países como USA (Ruegg & Pantoja, 2013). Recuentos ≥500000 CS/ml podría haber hasta el 16% de los cuartos infectados, una reducción del 6% en la producción de leche (NMC, 1996; Sharif & Muhammad, 2008) y pérdidas en la calidad (Calderón et al., 2012). Igualmente en diferentes regiones de Colombia, se ha obtenido un promedio de 642000 CS/ml y en el 39,54% de la leche no superó los estándares internacionales para RCS; para ser competitivos en mercados internacionales se debe disminuir este recuento (Vásquez et al., 2012) ya que altos RCS están afectando el porcentaje de proteína (Barbosa et al., 2013).
En el 6,71% (10/149) de las empresas ganaderas el RCS fue menor o igual a 100000 CS/ml (Tabla 4), siendo este recuento excelente para la sanidad de la ubre; en el 17,44% (26/149) el RCS fue menor o igual a 200000 (Tabla 4) considerado como bueno, y en el 75,85% (Tabla 4) los RCS fueron mayores a 400000 CS/ml donde se están presentando casos subclínicos y clínicos, y donde es necesario implementar de forma inmediata medidas de prevención y control de la mastitis bovina.
Conclusiones
Las variables fisicoquímicas analizadas en las leches crudas presentaron una buena calidad composicional y se encontraron dentro de los límites establecidos en la normatividad colombiana; pero, su calidad microbiológica y sanidad de la ubres son deficientes y se hace necesario implementar programas de aseguramiento de la calidad de la leche, para obtener una materia prima de óptima calidad para la industria.
Agradecimientos
Los autores agradecen a las estudiantes Rosa Ana Gutiérrez Tordecilla y Luz Esthela Parodi Urango, a los empresarios y administradores de las empresas ganaderas, sin cuya colaboración no hubiese sido posible haber adelantado este estudio, y a la División de Investigaciones y Extensión de la Universidad de Córdoba por la financiación del proyecto.
Referencias Bibliográficas
Rodríguez Rodríguez, V.; Calderón Rangel, A.; Acosta Ruiz, A. Calidad de leches crudas en empresas ganaderas doble propósito en el departamento de Córdoba (Colombia) en condiciones de máxima precipitación. Veterinaria y Zootecnia, v.8, n.2, p.72-86, 2014. Disponible en: |